El nuevo partidor suave instalado
por EECOL Electric.

La división Andina de Codelco, enclavada en plena Cordillera de los Andes a más de 3 mil metros de altura, en el Nivel 9 de la Planta de Chancado Primario, contaba con tecnología bastante antigua para el accionamiento de sus motores de inducción del tipo rotor bobinado para la operación de dos correas transportadoras (una con potencia de 150 HP y otra de 100 HP) y un chancador de mandíbula (de 150 HP), cuyo nivel de tensión es de 400 volt.

“Resultaba tremendamente complejo encontrar repuestos para estos equipos; de hecho, contratamos a un técnico que los fabricaba, pero con el consiguiente inconveniente de que debía venir hasta la mina a tomar las medidas de los componentes para su posterior fabricación”, recuerda Carlos Rojas. “Además, debido a que la normativa eléctrica ha cambiado, no estábamos cumpliendo con nuestros estándares de seguridad en materia de aislación y bloqueo eléctrico de los equipos. Ello nos ponía en evidente riesgo frente a cualquier maniobra”, agrega.

Fue así como la compañía decidió instalar un sistema para el accionamiento de este tipo de motor, que combina partidores suaves, contactores y resistencias, con el fin de contar con un mejor control de la intensidad y del torque durante el régimen de arranque del motor. Para obtener esta solución se buscó un proveedor capaz de cumplir con los requerimientos planteados.

“No fue sencillo encontrar una alternativa adecuada, ya que las que nos ofrecían no respondían a nuestra problemática específica: una solución que respaldara el equipo; es decir, que pudiésemos contar con más alternativas para su partida. Si el dispositivo presentaba una falla, la idea era contar con un sistema de bypass en el mismo equipo”, explica el profesional. Además, agrega, ninguna de estas empresas fue capaz de acudir a terreno, analizar la situación “in situ” e implementar una opción. En ese momento, especialistas de Andina se contactaron con EECOL por otro proyecto de luminarias y el ejecutivo de esta firma les ofreció su asesoría en terreno para analizar la problemática.

Fue así como EECOL comenzó a trabajar desde ese momento en este tema durante largo tiempo. La empresa trajo sus equipos e hicieron una serie de pruebas, como medición de corriente y torque para los regímenes transitorios y permanentes. En este aspecto, entre Andina y EECOL realizaron el desarrollo de la ingeniería para obtener el accionamiento deseado.

De hecho, y tras esta serie de análisis y estudios, Codelco tardó casi un año en llevar a cabo el proceso de compra, proyecto que finalmente se ejecutó a mediados de 2015 y cuya instalación fue llevada a cabo por el propio cliente.

Vista del sistema antiguo (izquierda) y del
nuevo partidor suave Benshaw MX3 (derecha).

La tecnología de control de motores MX3 de estado sólido (partidores suaves) aporta confiabilidad en misiones críticas, protección electrónica integrada, I/O configurables, comunicaciones ampliadas y medición y diagnóstico en tiempo real para el mercado de baja y media tensión, todo en un paquete de control de alta confiabilidad y de diseño elegante. Los sistemas basados en esta tecnología de Benshaw reducen los tiempos de puesta en marcha, mejoran el rendimiento del motor, simplifican el diagnóstico y agilizan muchas tareas de supervisión y mantenimiento del sistema eléctrico.

El proyecto ofrecido por EECOL contemplaba una solución que incluía tres tipos de partida. “Por ejemplo, teníamos la opción de que si existía cualquier tipo de problema con el partidor suave, podíamos partir el motor de forma directa. Lo positivo fue que todo fue armado de acuerdo a la lógica de nuestro sistema de control”, señala Carlos Rojas.

Con la puesta en marcha de este sistema, Codelco Andina ha logrado, entre otros beneficios, mejorar el control de arranque de los motores, otorgando mayor nivel de gradualidad a la operación. “Ya no existen bajas de energía, lo cual era muy común tiempo atrás. Había un peligro constante de que se generasen fallas en el sistema”, afirma el especialista.

Además, el profesional destaca que con la puesta en marcha de esta solución la carga de trabajo se ha aliviado bastante, mejorando la disponibilidad, mantenibilidad, confiabilidad y seguridad. En ese sentido, recalca la capacidad de redundancia que ofrece la aplicación, lo que otorga la tranquilidad de que los motores estarán siempre funcionando.

De acuerdo a lo que sostiene Carlos Rojas, una de las ventajas comparativas más interesantes de estos dispositivos es que son equipos de muy buena calidad, compactos y fáciles de montar. A esto se suma que son simples de manejar y operar, aportando un nivel de mantención muy sencillo. “Resulta muy fácil llevar a cabo cualquier cambio y reparación; el diagnóstico de fallas es muy nítido”, asegura. “Es un muy buen sistema. De hecho, hemos recibido varios elogios y buenos comentarios de parte, por ejemplo, de nuestro supervisor y de la alta línea de mando, quienes lo vieron operando en terreno. Personalmente, en la parte técnica, no tengo ninguna queja; hasta la fecha no hemos tenido ningún problema y los equipos funcionan normalmente”. El ingeniero sostiene que Codelco Andina quedó muy satisfecho con el servicio prestado por EECOL, ya que incluso llevaron hasta la planta a un alto ejecutivo de la marca fabricante, quien tuvo la oportunidad de ver en terreno los equipos y constatar directamente sus requerimientos.

“Comunicarse por teléfono o email es una cosa, pero la teoría es muy distinta a ver en terreno la realidad del funcionamiento de una planta. La gente de EECOL nos ha atendido de forma excelente, a cualquier hora siempre y con muy buena disposición”, concluye.