“La competitividad del sector agroalimentario se hace cada vez más fundamental para Chile”
Annika Schüttler.
¿En qué consiste el Proyecto Smart Energy Concepts?
Smart Energy Concepts es un proyecto de cinco años ejecutado por la Cámara Chileno-Alemana de Comercio e Industria (CAMCHAL) en colaboración con la Agencia Chilena de Eficiencia Energética (AChEE) y financiado por el Ministerio de Medio Ambiente alemán. Este proyecto busca fomentar la implementación de medidas de eficiencia energética en el sector agroalimentario con el fin de lograr una reducción en los costos de producción del sector y, al mismo tiempo, en las emisiones de CO2.
¿Qué objetivos persigue?
Como objetivo general, busca fortalecer la capacidad de las empresas del sector agroalimentario para reducir las emisiones de CO2 mediante el traspaso de conocimiento y la transferencia tecnológica enfocada a tecnologías para mejorar la eficiencia energética de los procesos de producción. El proyecto busca lograr que, para fines de 2019, en al menos 60 empresas del sector agroalimentario se implementen medidas concretas para reducir en un 5% sus emisiones de CO2.
¿De qué forma se lograrán estas metas?
Mediante una serie de actividades enfocadas en cuatro áreas de acción: generación de conocimiento, con el desarrollo de un Concepto Energético Sectorial para la industria agroalimentaria; capacitación de las empresas del sector; fomento a la generación de proyectos, mediante un Concurso e Ingeniería de Detalle; y transferencia tecnológica y de conocimientos, a través de misiones tecnológicas en Alemania y Chile y seminarios internacionales.
¿Por qué el énfasis en el sector agroalimentario?
En Chile, el sector agroalimentario es el segundo sector exportador después de la minería del cobre y en algunas regiones es el sector que hace la mayor contribución al PIB regional. Hoy en día, en vista de la baja en el precio del cobre (que se mantendría durante 2016), la competitividad del sector agroalimentario se hace cada vez más fundamental para Chile.
Sin embargo, el sector actualmente se ve bajo presión, ya que los mercados vecinos con que compite tienen condiciones de producción más favorables, con suelos menos degradados, con escenarios de sequía menos severos, mano de obra más económica y precios de energía mucho más bajos que en Chile.
Por esto, el sector agroalimentario enfrenta un doble desafío para mantener su competitividad en el mercado internacional: cumplir con los estándares de sustentabilidad exigidos por los mercados de destino y al mismo tiempo bajar sus costos de producción. La manera más efectiva de enfrentar este cuadro es mejorando la eficiencia energética de sus procesos; es decir, hacer lo mismo, pero gastando menos energía e incorporando energías renovables para reducir costos y emisiones de CO2.
¿En qué pie se encuentra la industria agroalimentaria chilena en materia energética?
Hay algunos rubros en los que se han hecho esfuerzos colectivos por incorporar medidas de eficiencia energética y ERNC a través de la organización de sus asociaciones gremiales, como es el caso de la industria de alimentos procesados que a través de Chilealimentos y el Consejo de Producción Limpia (CPL). Sin embargo, si vemos el escenario de la industria completa, todavía hay un largo camino por recorrer, lo cual abre una serie de oportunidades para mejorar la competitividad del sector.