Por Juan Pablo Payero, Jefe de Línea de Desarrollo de Industria y Minería de la Agencia Chilena de Eficiencia Energética. www.acee.cl
Juan Pablo Payero.
Hablar de empresas energointensivas, es hablar de la generación de vapor como uno de sus principales sistemas consumidores de energía. En este contexto, y considerando que el potencial de reducción del consumo energético en este tipo de instalaciones podría llegar hasta más o menos el 20%, la optimización energética se torna, hoy por hoy, una obligación. Lo anterior no solo considera calderas o generadores de vapor, sino también los sistemas de distribución, consumo y de retorno de condensados, en los cuales son variadas las alternativas para reducir los costos operacionales, manteniendo la calidad del suministro y optimizando el funcionamiento de los sistemas.
Una vez que se ha identificado la generación de vapor como un sistema crítico sobre el que deberían aplicarse medidas de EE, lo primero será, a través del desarrollo de una auditoría energética específica, identificar el funcionamiento actual del sistema con miras a establecer las acciones que deben ser realizadas para mejorar su desempeño, estableciendo además los planes de acción para generar las mejoras. En este sentido, resulta fundamental señalar que muchas veces los problemas no se asocian a las máquinas en sí, sino a deficiencias en su operación y mantenimiento. De ahí la importancia de identificar el rendimiento de los equipos y cuantificar las pérdidas térmicas con el fin de minimizarlas.
Problemas comunes de los sistemas de vapor
Algunos de los problemas clásicos que afectan el rendimiento de las calderas, son el exceso de aire, la suciedad en el circuito de gases (que afecta su temperatura de salida), o la cantidad de agua eliminada a través de la purga. A modo de ejemplo, y tomando información del mercado, puede perderse hasta un 0,5% de rendimiento de la caldera por cada 10° que aumente la temperatura de salida de sus gases.
Respecto de la distribución del vapor, una auditoría energética debería encargarse de revisar el buen dimensionamiento de cañerías, su estado de conservación, y sobre todo, el grado de mantenimiento que se ha realizado a los sistemas de aislación.
Tras revisar la generación y la distribución del vapor, deberá revisarse que este se entregue a los equipos consumidores en las condiciones adecuadas, velando que los sistemas de control se encuentren operativos conforme al diseño original, manteniendo en todo momento la seguridad de las instalaciones.
En el retorno de condensados, en tanto, un factor clave será también que las líneas de retorno estén correctamente dimensionadas y que las trampas de vapor se seleccionen de acuerdo con las reales necesidades del sistema. No debemos olvidar que un adecuado sistema de recuperación de condensados podría generar ahorros de más de un 10% del combustible utilizado para la generación del vapor.
Como Agencia Chilena de Eficiencia Energética, recomendamos siempre la realización de auditorías energéticas en el ciclo completo de generación de vapor; y que las labores de mantenimiento se realicen en forma periódica, con personal experto y respetando los procedimientos creados para estos efectos. Además, el dimensionamiento adecuado de estos sistemas, considerando criterios de Eficiencia Energética desde su etapa de diseño, es fundamental para construir una industria más eficiente y competitiva.