Por Equipo de Prensa de Revista ElectroIndustria.
Planta Termosolar, Foto: Antofagasta Minerals
Junto con el agua, la energía es considerada uno de los insumos estratégicos para la minería del cobre, en especial dadas las crecientes restricciones que tiene su uso en un ambiente de menor disponibilidad y, por lo tanto, mayor costo de obtención.
Este escenario ha motivado diversas iniciativas dentro del rubro minero, enfocadas en reducir los niveles de consumo del recurso energético. Según datos entregados por la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), en su reciente estudio “Proyección del consumo de electricidad en la minería del cobre 2015 – 2026”, hoy la minería del cobre tiene una participación del 33% en el consumo nacional de energía eléctrica.
Para Sergio Hernández, Vicepresidente Ejecutivo de Cochilco, “el consumo de energía se ha incrementado en los últimos 10 años cerca de un 40%, tanto por una mayor producción de cobre fino como por la situación estructural que enfrenta la minería del cobre, que es el envejecimiento de las minas, la tendencia a un incremento en la dureza del mineral, y la caída de las leyes de cobre, lo cual ha significado que las empresas tengan que extraer grandes y crecientes volúmenes de mineral para lograr mantener los niveles de producción de cobre fino año a año. Esto conlleva así, a un incremento en el uso de energía en procesos como chancado y molienda”, señala.
Procesos críticos
Si se observa el consumo energético por proceso minero, hoy el mayor consumo de energía eléctrica proviene de la concentradora con 13,2 TWh que representa el 60% de la energía demandada respecto de los demás procesos mineros.
“El consumo de energía por parte de la minería se verá incrementado debido a una mayor producción de cobre en los próximos años, en particular de concentrados de cobre, proceso que tiene un uso intensivo de energía eléctrica y un intensivo uso de agua”, comenta Hernández.
En tanto, Jorge Zaffie, Subgerente de Energía de Antofagasta Minerals (AMSA), señala que “al igual que en gran parte de las compañías mineras del país, nuestro consumo energético se ha ido elevando progresivamente debido al cambio de variables estructurales propias de la industria, tales como el aumento de dureza y la reducción de la ley de mineral”.
Planta Pampa Elvira Solar, Foto: Codelco
La minería exige grandes cantidades de energía para producir y transportar productos, lo que hace que esta sea el gasto operacional más significativo. “Esto incluye la electricidad necesaria para hacer funcionar plantas y equipos, producir calor y luz para edificios, y el combustible diésel y gasolina que nuestras flotas de equipos móviles requieren”, destacan en Teck Chile.
Asimismo, el restrictivo escenario de abastecimiento de agua que enfrenta la minería ha hecho que el uso de agua de mar en sus operaciones sea una realidad y su utilización se incrementará en el futuro, tanto directamente (si la mineralogía del mineral así lo permitiera) como desalinizada, que implica el consumo eléctrico de desalinizar y en ambos casos, el agua debe ser impulsada a las faenas mineras, lo que incrementa aún más la demanda de energía eléctrica. “Es así como la desalinización e impulsión emergerá como un proceso importante en el consumo de energía eléctrica al año 2026, aumentando 5,6 veces su consumo al día de hoy, de 0,73 TWh en 2015 a 4,1 TWh en 2026, convirtiéndose así en el segundo proceso luego de la concentración que más demandará energía eléctrica”, destaca el ejecutivo de Cochilco.
Soluciones sustentables
Debido a este escenario es que las empresas han hecho esfuerzos por reducir sus consumos de energía. Para Richard Aylwin, Director de Energía Sustentable y Cambio Climático de Codelco, “la Corporación cuenta con un sistema corporativo de gestión de energía. Este se aplica en todos los procesos y es un sistema tipo ISO 50.001, el que identifica, prioriza e implementa medidas de uso eficiente de energía”.
Debido a este escenario es que las empresas han hecho esfuerzos por reducir sus consumos de energía. Para Richard Aylwin, Director de Energía Sustentable y Cambio Climático de Codelco, “la Corporación cuenta con un sistema corporativo de gestión de energía. Este se aplica en todos los procesos y es un sistema tipo ISO 50.001, el que identifica, prioriza e implementa medidas de uso eficiente de energía”.
Collacagua, Foto: Collahuasi
En Antofagasta Minerals, en tanto, cuentan con diversas iniciativas que han sido implementadas en el pasado “y otras que han aparecido con los estudios de eficiencia energética que hemos finalizado el año 2015, tanto para minera Los Pelambres (MLP) como para minera Centinela. Los tiempos de recuperación de inversión son muy variables, pero en general se encuentran entre 5 a 8 años dependiendo de la iniciativa en particular”, indica Jorge Zaffie.
Dentro de los proyectos más relevantes desarrollados por Antofagasta Minerals está la autogeneración de electricidad mediante el frenado de correas transportadoras de mineral mina-planta en MLP, “lo que nos proporciona cerca del 10% de nuestras necesidades energéticas, es decir, aproximadamente 120 GWh/ año”, comenta Zaffie. También destaca la planta termosolar en Centinela, la cual tiene como objetivo reemplazar cerca del 55% del diésel utilizado en calentamiento de soluciones para la planta de óxidos.
Por su parte, la compañía canadiense Teck se encuentra trabajando para implementar iniciativas de ahorro de energía que reduzcan el uso de electricidad. “A la fecha hemos implementado iniciativas de eficiencia energética que han reducido sus emisiones de gases de efecto invernadero en 170 mil toneladas desde 2011. También hemos disminuido el uso de energía en 1.050 terajoules”, señalan desde Teck Chile.
Con miras hacia la eficiencia energética en el largo plazo en Chile, Teck anunció un acuerdo para combinar su proyecto Relincho con el proyecto El Morro de Goldcorp, “lo que reducirá significativamente los requisitos energéticos en comparación a la implementación de ambos proyectos en forma independiente”, especifican desde Teck Chile.
Foto: Teck
Uno de los principales hitos de 2014 de Compañía Minera Doña Inés de Collahuasi en materia ambiental fue la puesta en marcha de la planta fotovoltaica Pozo Almonte Solar (25 MW), que significó la incorporación de energía renovable a su matriz energética. Se trata de la mayor planta fotovoltaica de carácter industrial en Sudamérica -equivalente al consumo anual de 25 mil hogares-, que en horas de sol puede suministrar hasta el 13% del consumo total de la minera.
Por otra parte, la continuidad en la certificación ISO 50001 generó un importante aumento de eficiencia en el uso y consumo de energía de Puerto Patache. “En 2014 se ahorraron 11.005 MWh. De ellos, el 47% fue en la planta de molibdeno (que aumentó su eficiencia en 36%); 19% en el proceso de espesado (aumentó en 39% su eficiencia energética); 16% en la planta de filtrado (47% de incremento), y el restante 18% se ahorró en las correas transportadoras del puerto. En total, durante 2014 Collahuasi ahorró 11.005 MWh de energía solo en Puerto Patache”, destaca Bernardita Fernández, Gerente de Asuntos Corporativos de Collahuasi.
El caso de Sierra Gorda
Un ejemplo de minería sustentable es la operación Sierra Gorda. Ubicada a 150 km de Antofagasta, y a solo 4 km del pueblo de Sierra Gorda, donde la minera ha logrado incorporar estándares eficientes en sus procesos. “Iniciamos nuestra operación en 2014, con muchas innovaciones y en particular con el uso de agua de mar”, destaca Ana Zúñiga Sanzana, Vicepresidente de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad de Sierra Gorda SCM.
“La obtenemos del sector de Mejillones, es un agua de descarte de la termoeléctrica ubicada en la bahía, que la utiliza en su proceso de enfriamiento. La termoeléctrica, en vez de usar el recurso hídrico y devolverlo al mar, Sierra Gorda la captura y eleva hasta los 1.700 m sobre el nivel del mar, donde está nuestra faena, viajando del orden de 140 km a través de un acueducto”, destaca la ejecutiva. En el caso de Sierra Gorda, el agua es utilizada en forma directa, sin desalinizar.
Relaves en Teniente
Codelco adjudicó la construcción y operación de la primera minicentral de pasada del mundo que utilizará relaves como fuente de energía, en división El Teniente. Permitirá aprovechar la energía que actualmente se disipa en las cascadas de relave. Los relaves mineros provienen del proceso de producción del cobre, especialmente del proceso de flotación. Contienen sobre todo material molido y agua, que se conducen por una canaleta de relaves hasta ser depositados en un tranque, que normalmente se encuentra a kilómetros de distancia de la mina. Es en ese trayecto que se producen cascadas. Operando en régimen, debería generar alrededor de 20.000 MWh/año, equivalente al consumo eléctrico de unos 8.000 hogares.