Al decidir sobre un teléfono inteligente resistente, hay muchas opciones a considerar. Lo primero es si se necesita un teléfono móvil construido con especificaciones robustas o solo una carcasa de protección. Se considera un smartphone “rugged” aquel diseñado para uso en actividades frecuentes de terreno, ya sean laborales o de esparcimiento, mientras que las carcasas de protección solo son diseñadas para una protección simple de teléfonos orientados a uso doméstico o comercial. Ambas opciones tienen ventajas y desventajas, las cuales dependerán del objetivo de uso que tenga el equipo móvil, las políticas de seguridad y el cuidado del activo que tenga la empresa.

En el trabajo de terreno, existe una alta probabilidad de que el equipo de telefonía móvil caiga al suelo, sufriendo daños en su pantalla o aquellos intermitentes que afectan el funcionamiento normal del dispositivo. Ante esta posibilidad, y pensando en sectores como Logística, Transporte, Minería, Industria, Forestal, Servicios, y todas aquellas con actividad de terreno, que necesariamente deben usar equipos para comunicarse, aparecen los teléfonos inteligentes “rugged” como una buena alternativa. Estos equipos son extra-resistentes ante caídas, polvo, micropartículas, temperaturas extremas, humedad, privilegiando un sistema operativo probado que entrega seguridad y disponibilidad a los usuarios.

Generalmente, la construcción de un equipo móvil robusto está basada en estándares, como el MIL-STD-810G (desarrollado por las fuerzas armadas estadounidenses), que garantiza que el producto ha sido sometido a una serie de pruebas ambientales y que cuenta con protección contra golpes y vibraciones. Esto quiere decir que el dispositivo posee las características de ingeniería y uso necesarias para funcionar en condiciones de trabajo complejas.

Por otra parte, los estándares industriales IP67 y IP68 dan cuenta que el producto tiene protección contra polvos y líquidos, en referencia al estándar internacional IEC 60529, utilizado en equipamiento eléctrico y electrónico de uso industrial. Otras certificaciones que pueden poseer estos equipos son las CSA y ATEX, para uso en áreas peligrosas, lo que les permite la utilización de cámara de fotos y video en lugares donde no pueden ser utilizadas las cámaras “normales”.

El uso de un smartphone robusto garantiza flexibilidad, bajo costo de propiedad y una mayor eficiencia y seguridad en el lugar de trabajo.

Para seleccionar el equipo adecuado, deben considerarse cuatro aspectos:

• Más productividad: Los smartphones robustos favorecen la productividad, ya que permiten supervisar, organizar, dirigir, coordinar, acceder a correos electrónicos y aplicaciones que utiliza la empresa desde cualquier lugar físico. Funciones adicionales como GPS y PTT (PushTo Talk) apuntan en esta misma línea, siendo ideales para trabajos en terreno.

• Menor costo de propiedad: Una de las principales ventajas del uso de estos dispositivos es la reducción del costo total de propiedad (o TCO) del equipo. Los smartphones robustos con certificaciones industriales y militares pueden bajar drásticamente el costo de reposición de este activo, debido a la menor incidencia de daños. Si a esto se le suma la pérdida de productividad por el tiempo de reposición del equipo, los costos se duplican.

• Durabilidad: Estos teléfonos cumplen las mismas calificaciones de robustez de un equipo electrónico de uso industrial. Un equipo móvil inteligente robusto puede soportar caídas al hormigón, barro, agua y exposición a la suciedad o el polvo, presentando alta durabilidad en condiciones difíciles de trabajo.

• Seguridad: En el ámbito laboral el teléfono móvil es una herramienta de trabajo. Por lo cual, no hay diferencia con los EPP requeridos por la autoridad como cascos, lentes, ropa, etc, con un teléfono industrial robusto. Además, tiene las certificaciones correspondientes para uso en áreas clasificadas como peligrosas.