Todas las compañías de agua potable deben mantener un alto rendimiento y operaciones cada vez menos costosas. Esto significa:

• Optimizar procesos.

• Usar análisis acreditados acordes con los requerimientos de las últimas regulaciones de aguas.

• Reducción de costos con ahorro en los costos de operación. Por ejemplo, estrategias para mantenimiento preventivo e incremento en procesos de seguridad.

Esencialmente, es la tecnología de medición y control la que provee importantes funciones tanto en lo concerniente a la disponibilidad de procesos, como a la seguridad del proceso y el costo de desarrollo.

El agua no es la misma en todos los lugares

Los contaminantes que acompañan al agua pura varían dependiendo de los sitios de extracción. Como regla, el agua subterránea es de mayor calidad conforme los sedimentos la filtran y retienen materiales indeseables. Sin embargo, incluso aquí y en particular durante el enriquecimiento artificial del agua subterránea de pozos, existen requerimientos superiores que deben ser mantenidos. El uso de aguas superficiales necesita de una planta de tratamiento multi-etapas. Para todos los pozos de extracción, se requiere la adopción de medidas apropiadas de seguridad para asegurar el tiempo de cierre de puntos de extracción individual con el fin de proteger la planta de tratamiento.

Agua subterránea

La operación de pozos de agua requiere de mediciones de nivel, presión y flujo. Para las mediciones de nivel en pozos, se instalan sondas en tubos huecos sólidos con diámetros muy pequeños. Las sondas de nivel hidrostáticas especialmente desarrolladas son perfectas para esta aplicación y pueden ser instaladas directamente en el tubo sólido hueco. De este modo, se aseguran mediciones confiables para el control de la extracción de agua de la red de pozos.

El medidor de nivel hidrostático combinado con medidores de flujo y presión es usado para determinar el funcionamiento mecánico de la bomba. El grado de eficiencia puede ser calculado empleando el rendimiento de la motobomba eléctrica como un parámetro de medida. Para registrar los parámetros requeridos, así como para propósitos de cálculo, se recomienda el uso de registradores locales multipunto con data-logger. Estas unidades son a prueba de intervención y poseen funciones matemáticas.

En algunos casos, un proceso de control de calidad puede ser requerido: por ejemplo, medición de turbidez en pozos si hay riesgo de contaminación. En caso de precipitaciones, se recomienda que el pozo sea cerrado tan pronto como alcance 0.3 unidades de turbidez (NTU). Esto se hace para evitar costos excesivos en tratamientos que conlleva la contaminación de agua pura.

El nitrato también puede ser un parámetro importante de monitoreo en el pozo si se realiza alguna actividad agrícola cerca del pozo. La dispersión de nutrientes hace que la medida de nitrato en línea sea un factor adicional de seguridad para el operador del pozo.

Dependiendo del clima, estaciones anuales y otros factores ambientales -como el uso agrícola o establecimientos industriales- la calidad del agua fresca de superficie varía sustancialmente. Eso hace que sea necesario para el operador de un punto de extracción revisar algunos parámetros de análisis tanto para el control de calidad como para el volumen. Mediciones de turbidez, pH y temperatura son estándares, ya que estos parámetros están sujetos a amplias variaciones. Estos paráme-tros de medida son ampliamente usados para probar la idoneidad de los puntos de extracción y los estanques de captación. Además, así se protege al sistema de aguas puras altamente contaminadas mientras se reducen los costos. Conductividad y oxígeno disuelto son también parámetros frecuentemente encontrados. La conductividad se usa en reconocimientos tempranos de problemas de consumo de agua, mientras que el oxígeno disuelto es un indicador temprano en vista del amplio espectro de microorganismos que contiene.

Tratamientos para todo tipo de aguas

Casi nunca un tipo de agua es igual a otra y esa es la razón por la cual se deben adaptar los procesos de tratamientos con un diseño específico para cada caso. Se deben tener en cuenta dos objetivos: tratamiento del agua, para que ésta sea adecuada para consumo humano; y eliminación de materiales patógenos. Esto incluye la separación o eliminación de bacterias, virus y parásitos y también la eliminación de nitratos vegetales y agentes de tratamiento usados en la erradicación de insectos en vegetales.