Un total de 152 millones de metros de conductores eléctricos se certificó en el año 2014, según la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC). “Este es un aspecto relevante para nuestra institución, pues da cuenta de productos con un mayor estándar de seguridad”, explica Jack Nahmías, Jefe de la División de Ingeniería de Electricidad de la entidad.

“Las nuevas normativas elevan las secciones mínimas de los conductores y mejoran los requisitos técnicos con el objetivo de disponer de instalaciones seguras, minimizando los riesgos, siendo estos elementos transcendentales en la seguridad de todas las instalaciones eléctricas”, comenta Mónica Brevis, Presidenta del Comité Eléctrico de AIE.

En cuanto a tendencias, agrega Nahmías, en el último tiempo se ha visto una fuerte introducción al mercado de conductores libres de halógenos y de cables flexibles, que hacen más fácil el trabajo de la instalación eléctrica y disminuyen los tiempos de ejecución.

En tanto, a juicio de Guillermo Villanueva, del Comité Técnico IEC TC64 de Cornelec, los conductores de alta seguridad (AS) o libres de halógenos, ya no son una tendencia, sino que una realidad. En el caso de un incendio, indica, la combustión de la cubierta de estos cables cumple con cuatro características específicas: es retardante a la llama, es decir, las llamas demoran mucho más tiempo en llegar al piso contiguo y superior en relación a un cable con cubierta de PVC; genera humos blancos, lo que ayuda a una mejor visibilidad por las vías de escape y una clara identificación de la señalética de emergencia; es libre de gases halogenados, lo que evita la asfixia de las personas, y no genera ácidos corrosivos, lo que protege las instalaciones.

“La suma de estas propiedades lo convierte un producto seguro para las personas y las instalaciones. Si bien no evita el incendio, da tiempo a las personas para salir del lugar, con una visibilidad aceptable y sin sufrir una inminente asfixia, minimizando las muertes en estos casos”, afirma.

La normativa que regula la instalación de los conductores eléctricos en instalaciones eléctricas en Baja Tensión se llama NCh 4/2003, “Instalaciones de Consumo en Baja Tensión” capítulo N°8. Sin embargo, existen otras normas que se refieren a instalaciones de conductores, por ejemplo la NSEG 5 E.n 71. “Instalaciones de Corrientes Fuertes”, que habla de la instalación de conductores, pero en aplicaciones de distribución y transmisión.

“En términos generales, ambos cuerpos normativos establecen condiciones mínimas de calidad y seguridad que se deben respetar al momento de instalar conductores eléctricos, a fin de garantizar una transmisión eléctrica continua y segura”, asegura Nahmías. “En el caso del mantenimiento, si bien no hay una norma definida, la recomendación que hacemos como SEC, es revisar, a lo menos, una vez cada 10 años, todo el sistema de cableado de una instalación eléctrica domiciliaria”, añade.

Por su parte, Jorge Valenzuela, Ingeniero Experto en Normas Eléctricas, precisa que por su antigüedad y falta de actualización, la NCh 4/2003 “no responde con eficacia a la realidad tecnológica vigente, aunque, de todos modos, proporciona una base de trabajo aceptable”.

En cuanto a conductores de MT y AT, remarca Valenzuela, “no existe normalización nacional al respecto y se utilizan como guía normas extranjeras, en gran medida norteamericanas, UL, IEEE e ICEA, y en la actualidad, se está derivando hacia la normalización IEC, pero su aplicación es voluntaria y voluntariosa; no existen protocolos definidos de trabajo en este aspecto”. Sin embargo, señala Mónica Brevis, desde 2012 la SEC ha definido un Sello de Certificación que se ha ido implementado en forma paulatina en aquellos productos que funcionan con electricidad. “El objetivo es que el usuario pueda identificar, a simple vista, aquellos productos que cumplen con las normativas vigentes en nuestro país y que, por ende, no revisten riesgos para su seguridad. Además, en abril de 2014, la SEC decretó obligatoriedad del uso de conductores libres de halógenos para lugares de alta concentración de personas como son los hospitales, centros comerciales, universidades, cines, entre otros”, puntualiza.

La alta competencia dentro de la industria de conductores eléctricos hace que sea cada vez más relevante para los proveedores desarrollar ciertas características que distingan su oferta y capte la preferencia de los clientes. ¿Cuáles son estas estrategias?

“La diferenciación principal está marcada por el cumplimiento del plazo de entrega y el servicio adicional que puedan ofrecer a diferencia de otros productores”, asegura Matías Mazzucchi, Responsable del Departamento de Desarrollo de Mercado de Marlew. Según Guillermo Villanueva, el mercado está en una etapa de evolución, en la que las empresas se destacan, principalmente, por el servicio y los productos certificados que ofrecen.

En esa línea, Mónica Brevis subraya que “otro elemento que se debiera considerar, es la capacidad técnica de dar respuestas acertadas a las consultas de los clientes. Los técnicos y/o profesionales del sector debieran recomendar conductores adecuados para la instalación en que se utilizarán. Un errado dimensionamiento de estos puede provocar efectos dañinos y un anómalo funcionamiento de los equipos, pudiendo generar un sobrecalentamiento y riesgos de incendio”. Para Jorge Valenzuela, el mercado de conductores es “altamente resbaladizo”, debido al débil control de calidad aplicado en estos materiales. “Por esto, la diferenciación entre proveedores se hace por referencias verbales: ‘tal empresa o tal proveedor me parece más confiable de acuerdo a mi experiencia’”, comenta.

Las empresas fabricantes y distribuidoras de conductores eléctricos en Chile han mejorado considerablemente sus servicios de preventa en los últimos años. Hoy saben que es sumamente importante que los clientes se sientan asesorados en su compra y puedan resolver cualquier duda técnica con vendedores calificados. En cuanto a la postventa, el mercado ha asumido una actitud responsable con sus productos, lo que va en línea con las demandas de los clientes que cada vez son más exigentes en materia de seguridad, calidad y certificación de los productos. Es por ello que los usuarios valoran los servicios asociados a la compra del producto, especialmente los que tienen relación con soporte u orientación técnica. “Esto genera confianza y respaldo”, puntualiza Villanueva.

“Los servicios de pre y postventa son esenciales y aportan un diferencial al momento en que el cliente elige un proveedor”, explica Mazzucchi, agregando que estos deben ir acompañados de una buena relación precio/calidad del producto.