Juan Menchaca.

¿Cómo ve la economía nacional para este año?
Es evidente que 2014 fue un año complejo, con una fuerte disminución en los proyectos de inversión, especialmente en la Minería, y un retraso de los proyectos de Generación Eléctrica que requiere el país. El precio del cobre, que se ha situado en mínimos preocupantes y aparentemente para quedarse en esos bajos niveles, hace pensar que la productividad de las compañías mineras será un factor relevante a la hora de mirar la sustentabilidad de esta actividad, particularmente entre la pequeña y mediana minería. Además, el cobre “arrastra” a numerosos sectores productivos y de servicios, que se ven afectados con estos vaivenes. Por ejemplo, el sector inmobiliario ha visto mermada notoriamente la demanda por oficinas, y las empresas de ingeniería -muchas de ellas multinacionales de gran tamaño- han tenido que ajustar sus dotaciones al bajo nivel de actividad actual.

Sin embargo, no todo es negativo. Con el aumento del valor del dólar (15-20%), que también parece algo permanente en el tiempo, junto a la considerable baja en el precio de los combustibles, se ha producido una suerte de compensación. Se han originado ciertos incentivos para este y otros sectores productivos del país, como la agricultura, la industria de alimentos, vitivinícola y manufactura en general, etc.

En este escenario, ¿cuál es el rol de la industria eléctrico-electrónica?
Entendemos la industria eléctricoelectrónica como la oferta de productos y servicios relacionados con esas especialidades. Más claramente, es una oferta tecnológica asociada con electricidad, electrónica, automatización, comunicaciones y robótica, que cumple un papel importantísimo cuando se focalizan los esfuerzos en conseguir mayor productividad, menores costos y mayor eficiencia.

Entonces, dado el escenario económico antes mencionado, la búsqueda de Productividad aparece para el 2015 como una gran oportunidad para las empresas proveedoras de servicios y/o de productos, sean desarrollados localmente o vía transferencia tecnológica desde soluciones globalmente disponibles.

¿Cree que se iniciarán proyectos importantes durante este año?
Para 2015 vemos el inicio de una cantidad importante de proyectos de inversión en plantas de generación eléctrica, destacándose, entre ellas, las unidades fotovoltaicas. Asimismo, este año tiene otras buenas noticias, como lo es la inversión que están llevando adelante las distintas divisiones de Codelco, la que genera actividad para los profesionales y las empresas del sector, aunque no sea al mismo nivel visto en “los años de máxima gloria” del rubro, cuando las inversiones provenían desde los sectores público y privado.

De igual modo, es alentadora la búsqueda por destrabar un gran listado de proyectos de inversión que están detenidos por diferentes motivos, principalmente dificultades de índole judicial, de permisos ambientales, de relaciones con la comunidad, etc. Se trata de facilitar estas situaciones, sin que esto signifique saltarse algún paso en las autorizaciones o condiciones de sustentabilidad ambiental que se deban cumplir.

Además, Corfo, Prochile y otras entidades gubernamentales, están impulsando varios “Planes Estratégicos” que centran sus incentivos en el desarrollo de capacidades locales para enfrentar y concretar programas orientados a diversos sectores, como la industria, la energía solar, la logística, etc.

Será importante para nuestro sector ver cómo participa de todas estas oportunidades, brindando servicios o generando capacidades locales para atender estas necesidades.

A su juicio, ¿cuáles son las barreras que están frenando el crecimiento de esta industria?
Creo que la principal dificultad sigue siendo que los nuevos y grandes proyectos mineros todavía se vislumbran paralizados, por lo que la industria eléctrico-electrónica tiene poco espacio para su actividad y su crecimiento. Más aún, al no haber un volumen de inversión suficiente en la minería y en la generación eléctrica, las grandes compañías internacionales de ingeniería, de proveedores globales, EPC, y otros, que se sustentaban con estos proyectos, se han desmembrado, generándose numerosas pequeñas empresas de servicios, que vienen a competir, también junto a estas grandes, en el mismo espacio que poseía la industria eléctrica-electrónica ya establecida.

Otra gran barrera es la asimetría de la información. El mandante, sin importar la industria a la que pertenece, no conoce a cabalidad la oferta y la capacidad de proveer servicios y productos disponibles en esta industria. En muchos casos, para soluciones tecnológicas de cierta envergadura, recurre a proveedores extranjeros en desmedro de la oferta local, por desconocimiento, desconfianza, capacidad financiera, garantías, etc.

¿Y qué pasa con el diseño y desarrollo local?
Desde el punto de vista de la investigación y el desarrollo de productos eléctricos y electrónicos a nivel nacional, se debe poner cuidado en lo que realmente se justifique desarrollar y exista un verdadero valor agregado, ya que en muchos casos se pueden desarrollar ideas y aplicaciones que son buenas, pero que ya están desarrolladas globalmente. En este sentido, en la mayoría de los casos, nuestra industria eléctrica-electrónica podrá crecer y desarrollarse muy bien, ofreciendo soluciones al sector que las requiere, incluyendo servicios y productos basados en el conocimiento de las tecnologías disponibles en forma global. Lo importante será brindar un servicio de calidad, suministrando los productos más adecuados para la aplicación, sean estos importados o eventualmente de desarrollo nacional. El conocimiento de la tecnología y la capacidad de otorgar un buen servicio de postventa serán las claves para mantenerse siempre vigentes como proveedores del sector.

¿Cómo resumiría los principales atributos de esta industria?
La industria eléctrica-electrónica, agrupada en nuestra asociación gremial, posee muy buenos atributos. Por ejemplo, nuestra asociación cumple en 2015 19 años desde su fundación, por lo que los socios más antiguos se han mantenido vigentes por un amplio período, ya que se han sabido actualizar y han adquirido significativa experiencia técnica y de gestión empresarial que han traspasado en alguna medida a los socios más nuevos. Además, existe un muy buen nivel profesional en este sector y, al ser una industria fundamentalmente de servicios, sus profesionales conocen muy bien la importancia de la flexibilidad y la capacidad de adaptabilidad a los requerimientos del cliente.