Jorge Heiremans, Director de Operaciones de Santa Rita.
En la última década, los vinos de Santa Rita han ido ganando un importante protagonismo, no solo a nivel nacional, sino también en el ámbito internacional, siendo muy populares en varios mercados extranjeros. “Solo que los precios aún no están donde deben estar”, afirma Jorge Heiremans, Director de Operaciones de Santa Rita. “Nuestro producto es excelente, pero tenemos que prestar atención a cada peso. Si no lo hacemos, perderemos rápidamente nuestra competitividad”.
Controlando los costos
Para este reconocido grupo vitivinícola, los factores de costo más importantes son los recursos humanos y la energía. Dado al auge de la industria del cobre (que atrae muchos trabajadores de todo el país), los salarios en Chile van en aumento, incluyendo del área de la elaboración del vino, por lo que los trabajadores bien calificados son escasos y costosos.
Otro aspecto a considerar es el alto precio de la electricidad. En general, las cuentas de refrigeración son el 80% de la energía consumida por la industria del vino chileno pero, para sorpresa de muchos, Santa Rita se las arregla para hacer casi todo sin aire acondicionado en sus bodegas. “Hemos construido muro de adobe. Este material tradicional es un aislante ideal, mantiene la frescura en el interior. Además, se han programado las puertas para que se abran automáticamente en la noche y dejen entrar el aire fresco”, explica el ejecutivo. De este modo, agrega, las bodegas se mantienen a unos agradables 15ºC.
Sin embargo, los recursos humanos siguen siendo el factor de costo más importante. “Estamos automatizando cada vez más los procesos simples. Una inversión en nueva tecnología a menudo se paga por sí misma después de un año. Es por eso que estamos pagando más por soluciones de automatización confiables para no perder tiempo y dinero por defectos técnicos y similares”, comenta. Hace cinco años, se utilizó un equipo de recolección en Santa Rita por primera vez. Hoy en día seis equipos de estos están en funcionamiento. Alrededor de 300.000 botellas viajan a través del sistema de llenado cada día, guiado de forma automática con la ayuda de un controlador Simatic, de Siemens.
Asimismo, las cajas de vino se apilan con la ayuda de un sistema de automatización de la marca alemana. “Hoy tenemos menos puestos de trabajo, pero tenemos empleos de mayor calidad. En otras palabras, contamos con un menor número de envasadores, pero con más técnicos electrónicos. Siendo más eficientes, podemos crecer. Y a largo plazo, también crecerán los puestos de trabajo”, concluye Heiremans.