Juan Henríquez, Gerente General de CDT - Casa del Tecle; Rodrigo Tapia, Gerente de Ventas de Fabelec; Claudio Neira, Jefe de Operaciones de CDT - Casa del Tecle.

Casa del Tecle (CDT) tiene más de 35 años de vida, tiempo que los ha convertido en expertos en la mantención, venta y arriendo de equipos de levante y arrastre. Inicialmente, la empresa se dedicaba mayoritariamente a la reparación de tecles manuales de origen americano que operaban en las grandes compañías mineras de Chile. Con el paso del tiempo comenzaron a importar tecles mecánicos de origen japonés y coreano, para más tarde iniciar la importación de sus primeros tecles eléctricos japoneses de la marca Elephant.

A partir del año 1999 deciden incursionar fuertemente en el rubro de los tecles electrónicos, motivados por su alta rentabilidad y tecnología. Formaron alianzas con proveedores coreanos que manejan stock de productos de muy buena factura y que han funcionado a la perfección con los requerimientos de sus clientes. Es así como, de la mano del crecimiento del país y del boom económico del cobre, La Casa del Tecle ha manifestado un crecimiento sostenido. Hoy no solo trabajan con tecles manuales y eléctricos, ya que han ampliado su cartera de productos, repuestos y servicios, esfuerzo que les ha granjeado un importante posicionamiento en el mercado y el reconocimiento de la firma por parte de sus clientes. Actualmente están renovado su plataforma informática, al incluir un software ERP que les permita ir más allá en la gestión interna, y que “era el paso que teníamos que dar para poder avanzar y crecer”, agrega Juan Henríquez, Gerente General de la firma.

Las aplicaciones en donde emplear los equipos de levante y arrastre son tremendamente numerosas. Es así como los equipos de CDT están presentes en miles de maniobras de levante y desplazamiento de cargas en el país. Con una planta de 25 empleados, CDT posee una sucursal en Antofagasta, y están coordinando la apertura de otra, muy próximamente, en la comuna de Estación Central, la que se sumará a su casa matriz ubicada en la comuna de Santiago.

Estudiando el mercado advirtieron que pocas empresas tenían participación en el rubro de los huinches, dispositivos mecánicos provistos de un rodillo giratorio impulsado por un motor eléctrico y que se usan para arrastrar, levantar o desplazar objetos o grandes cargas. La experiencia de la firma en su nicho base, constituido por los tecles, impulsó a sus ejecutivos a apostar por este nuevo producto. De esta forma, comenzaron a incursionar en el mundo de los huinches, consiguiendo importantes resultados en un corto plazo de dos años.

El empleo de los huinches ha traído consigo la inclusión de los variadores de frecuencia para regular la velocidad de su funcionamiento, toda vez que deben actuar con precisión sobre todo en faenas de alto tonelaje (5 a 10 toneladas en adelante). Por ejemplo, manifiesta Juan Henríquez, “en Antofagasta había que montar un molino que tenía que engranar, entonces se necesitaba la tecnología que considerara el desplazamiento preciso que implicaba esta tarea”.

Para esto se emplean los huinches en conjunto con los variadores de frecuencia que, a través de la electrónica interna, logran modificar la velocidad del motor eléctrico que impulsa el rodillo del huinche.Una diferencia entre los tecles y los huinches viene dada por la velocidad de funcionamiento. Mientras los primeros hacen su trabajo en base a desplazamientos lentos, los huinches trabajan a velocidades promedio de 10 metros por segundo, por lo que deben combinar velocidad con precisión en su performance. La experiencia de CDT con los variadores INVT ha sido positiva, destacando la funcionalidad de los equipos y la rápida asimilación que su personal técnico ha manifestado para las diferentes configuraciones que ofrecen estos dispositivos.

Buscando variadores de frecuencia que cumplieran con sus requerimientos técnicos conocieron a Fabelec. Entre los aspectos que más valoran al trabajar con ellos están: la cercanía, la amabilidad y la preocupación por la capacitación en el empleo de los productos, además de buenos precios y facilidades de pago.

Estos factores son un plus que evalúan muy positivamente y que, en la opinión de CDT, coloca a esta compañía nacional por sobre otros proveedores más preocupados solo de la venta de equipos. En cambio, en el caso de los proveedores de los variadores de frecuencia INVT, se observa un verdadero interés por ofrecer un producto de calidad y un servicio post-venta comprometido con el cliente, es decir, una experiencia de compra que va más allá de la transacción de un producto, ya que se trata de una solución integral que cubre las necesidades del cliente.

Actualmente, asegura Claudio Neira, Jefe de Operaciones de CDT, la empresa está estudiando una propuesta de modernización de los tableros de mando de los huinches, consistente en agregar una pantalla touchscreen (HMI) al control, con el objetivo de monitorear variables como corrientes, voltajes y temperatura de funcionamiento, así como también ingresar datos, como la velocidad de funcionamiento del motor asociado al huinche, a través de esta interfaz.

Finalmente, Juan Henríquez expresa su reconocimiento a Fabelec, puesto que en su opinión, “es justo felicitar a los proveedores cuando hacen las cosas bien, sobre todo destacando que en los desafíos impuestos por los requerimientos que atienden, el cliente siempre busca soluciones y no problemas. Fabelec es un socio estratégico que con sus productos y servicios contribuye a que logremos entregar a nuestros clientes calidad, confianza y compromiso, valores intrínsecos de CDT”.