Francisco Cubillos, Marco Céspedes y Carlos Zegers, de la USACH
“Las industrias deben generar equipos de trabajo que se dediquen exclusivamente al tema de EE” |  | | Francisco Cubillos, Director del Departamento de Ingeniería Química; Marco Céspedes, Profesor Adjunto y Especialista en Eficiencia Energética; Carlos Zegers, Profesor Adjunto; todos de la USACH. | ¿Por qué hay que preocuparse del consumo energético en la industria?
M. Céspedes: Para entender la importancia del consumo energético en la industria, hay que mencionar que el 60% de la energía que utiliza el país es importada, y que el consumo crece a tasas anuales cercanas al 5%. En ese contexto, los grandes consumidores nacionales de energía son la industria y minería, ya que juntos son los que más emplean energía térmica proveniente de los combustibles, la cual se utiliza de manera muy deficiente. Esto se debe a que, muchas veces, existen problemas por pérdidas en los procesos, mala aislación e ineficiencias en los sistemas de gestión de estas instalaciones. En este sentido, las compañías no cuentan con profesionales encargados de llevar a cabo un programa de energía; la verdad es que no existe una preocupación real por esta situación.
Por ejemplo, en lo referente a la energía térmica, nuestra experiencia al ejecutar asesorías y estudios en materia de EE en la industria, nos ha mostrado que en el tema del combustible, existe un enorme potencial de ahorro que está actualmente desaprovechado.
Pero, ¿por qué las industrias no se preocupan de esto?
M. Céspedes: Las empresas están preocupadas más por el costo que les acarrea el consumo que por el uso eficiente de la energía. En general, no hay un interés más allá de lo económico. Es así como también el otro tema relevante para ellos es la disponibilidad de combustible. Las compañías recién se están preocupando y aprendiendo de nuevas alternativas de producción y de las ERNC, pero aún no hay preocupación por llevar a cabo un programa de gestión al respecto.
 C. Zegers: Hay que tomar en cuenta también que a las firmas no les preocupa esta situación, porque ellas siempre traspasan los costos al precio final que llega al consumidor. Finalmente, somos nosotros los que pagamos los valores reales.
F. Cubillos: Más allá del interés real que pueda existir, la realidad concreta es que la autoridad lanzó una nueva Agenda Energética y en uno de sus ejes estratégicos se indica que debe existir un uso eficiente de la energía como recurso energético. Hay varias metas impuestas, entre las cuales destaca la creación de una ley de EE. En ese sentido, lo más probable es que a las industrias les exijan contar con una persona encargada de la gestión de energía.
¿Qué debe hacer una empresa para controlar su consumo energético?
M. Céspedes: Lo primero es hacer algo que muchas empresas nunca han llevado a cabo: un autodiagnóstico. No tienen una idea exacta de quién o cómo se está utilizando el combustible. Es imperativo que se generen equipos de trabajo que se dediquen exclusivamente al tema energético y desarrollen proyectos en esta materia. Desde el punto de vista de la Eficiencia Energética (EE), esta estrategia traerá aparejada la disminución del consumo irracional de energía y los costos.
C. Zegers: Me parece que la Agenda Energética es un buen apoyo en esta materia y que constituye el primer esfuerzo serio y consolidado en materia de ahorro energético.
¿Cuál es la falta más recurrente de desperdicio de energía dentro de la industria?
M. Céspedes: Tal como señalaba anteriormente, me parece que el principal problema está radicado en el mal uso de los combustibles fósiles. En términos concretos, tenemos estudios que demuestran que existen posibilidades de ahorro que pueden fluctuar entre 35% y 50% en este punto. Lo relevante es que los proyectos de EE se pagan en menos de un año, por lo cual constituyen una alternativa bastante viable.
¿Qué barreras han identificado para la implementación de estos programas?
M. Céspedes: La mayoría de las empresas no está dispuesta a pagar este tipo de asesorías o estudios en materia de diagnóstico de la EE. El segundo problema está relacionado con saber exactamente quién debe llevar a cabo este tipo de análisis. Como ya indiqué, las propias industrias no cuentan con los profesionales indicados para ello. Falta capacitación, ya que tanto los ingenieros como técnicos no están bien preparados en esta materia; incluso hay personal en la industria que no sabe leer e interpretar un "manómetro". A ello se suma el rechazo a las nuevas tecnologías por parte de gran parte de la industria por el miedo al cambio que esto implica.
C. Zegers: Es importante en este tema que el Estado asuma su responsabilidad en cuanto a proponer alternativas concretas de financiamiento en materia de EE y no solo que exija a las empresas llevar a cabo los cambios. El financiamiento para implementar tecnologías nuevas es fundamental. Si la empresa hace la inversión y ve su retorno, se genera un efecto multiplicador: el empresario estará motivado en seguir buscando alternativas de Eficiencia Energética.
 ¿Cuál es el rol que juegan en este sentido las entidades educacionales?
C. Zegers: Creo que en ese sentido, ha habido un mea culpa de las universidades. Este tema tampoco se ve reflejado en las mallas curriculares, por eso como institución académica, estamos creando un programa de EE a través de cursos de formación de ingenieros y de educación continua para las empresas. Además, contamos con electivos de energía y EE, de emprendimiento e innovación que están orientados a los estudiantes.
Como se puede apreciar, estamos aportando nuestro granito de arena; la responsabilidad de las universidades es generar los conocimientos necesarios para que esto se implemente. En ese sentido, el objetivo principal es poder ir masificando progresivamente estas estrategias entre los diferentes actores del mercado a través de la mutua cooperación con diferentes agentes del Estado. | |
