Mario Herane, Gerente General de GesCom:
“La inversión en iluminación LED es alta, pero se recupera en menos de un año y medio” |  | | ¿Por qué se debe invertir en iluminación eficiente?
Dada la actual situación energética del país, las empresas están estudiando implementar tecnologías que les permitan ahorrar en su consumo energético, como los sistemas de iluminación basados en LED o en Inducción Electromagnética. Vemos que en muchas plantas y fábricas no se utiliza la iluminación adecuada para desarrollar sus actividades, como por ejemplo, los focos de luz "cálida", que demandan mayores cantidades de iluminación para cubrir las necesidades de los trabajadores. Además, las nuevas tecnologías no presentan el efecto estroboscópico (el parpadeo o "flicker") de los tubos fluorescentes, del haluro metal o del sodio, que cansa la visión y afecta la concentración. Entonces, el ahorro en el consumo eléctrico es muy importante, pero también lo es mejorar la calidad de vida y del trabajo de los usuarios.
¿Ofrecen estas tecnologías la misma luz que las tradicionales?
Hoy en día, ambas tecnologías pueden entregar niveles adecuados de luz y con el color correcto. Es decir, cumplen con los estándares que definen la cantidad y el tipo de luz a usar. Sin embargo, con esta tecnología, no solo estamos reduciendo el consumo, sino también otros costos, como los asociados a la mantención.
En todo caso, no reemplazamos tecnologías para entregar una iluminación deficiente; eso es disfrazar la situación y los más perjudicados son los trabajadores, quienes ya conocen los problemas de una mala iluminación. En este sentido, una mejor calidad y cantidad de luz hace que la calidad del trabajo sea mejor, que el ánimo laboral mejore y que la siniestralidad sea menor. En este sentido, es cierto que la inversión es alta, pero se recupera en menos de un año y medio.
¿Qué pasa a nivel de instalación eléctrica? ¿Hay que cambiarlas?
A diferencia de las lámparas de haluro metal o de sodio, las luminarias LED o de Inducción Electromagnética, no solo consumen la mitad, sino que encienden de manera instantánea. En cambio, el haluro metal puede tardarse hasta 10 minutos para alcanzar su máximo brillo, lapso de tiempo donde tiene un sobreconsumo de hasta 3 veces su consumo nominal, lo que obliga a diseñar toda la instalación eléctrica para aguantar ese sobreconsumo. Entonces, dada esta serie de ventajas, creo que el haluro metal no puede considerarse en ningún proyecto de iluminación actual.
Al elegir LED o Inducción Electromagnética, ¿cuáles son los criterios?
Se debe considerar primero el tamaño: en LED, se puede encontrar lámparas de 5 o 10W, mientras que en Inducción, las más pequeñas son de 40W. Sin embargo, estas últimas (que usan tecnología más antigua y, por ende, más estable) tienen una vida útil mayor a costos similares.
También hay otra diferencia importante: los productos LED comienzan con bajos precios, pero a medida que aumenta la potencia requerida, aumenta también el tamaño de los disipadores, lo que incrementa los costos. En cambio, los precios de las lámparas de inducción no se incrementan a una tasa tan explosiva como los LED.
En términos de vida útil, ambos superan con creces las exhibidas por las tecnologías tradicionales, siendo la inducción la que ostenta la mayor tasa (entre 60 y 80 mil horas), mientas que un LED tiene hoy, por lo general, cerca de 35 mil a 40 mil horas de vida útil. Hay productos LED que tienen mayor vida útil, pero son mucho más caros. | |
