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Protección contra el rayo
Las sobretensiones de origen atmosférico

Por naturaleza, el choque de un rayo tiene a menudo consecuencias dramáticas para las instalaciones eléctricas. Por ello, la evaluación de los riesgos y de sus consecuencias es indispensable.

Al proyectar una instalación eléctrica, normalmente, nos preocupamos de seleccionar los dispositivos adecuados de protección, considerando sólo la aparición de posibles defectos al interior del sistema, tales como sobrecargas y cortocircuitos.

Debemos recordar que nuestras instalaciones pertenecen o se asocian a un sistema de distribución público, condición que evidentemente significa que si por alguna causa se produce una sobretensión en la red de la empresa conce-sionaria, ésta podría evidentemente dañar los equipos eléctricos de nuestra instalación interior.

Podríamos considerar que nuestras instalaciones eléctricas pueden ver comprometida su integridad debido a dos tipos de anormalidades: una de origen interno y la otra de origen externo. En la primera, podemos encontrar, por ejemplo, las sobrecargas, cortocircuitos y defectos de aislamiento, mientras que en la segunda se ubican, en general, las sobretensiones.

Las causas de las sobreten-siones de origen externo son variadas, siendo una de ellas las debidas al impacto de un rayo en la red de distribución de la empresa eléctrica del sector.

Se considera que la corriente de rayo y sus efectos pueden alcanzar la instalación por tres métodos de acceso:

Por todas las líneas eléctricas entrando o saliendo del edificio.

Por el suelo a raíz de su subida de potencial.

Por todos los cierres conductores y redes internas que pueden ser la sede de tensiones inducidas bajo el efecto del campo magnético generado por la corriente de rayo.

El principio de la protección contra los efectos indirectos del rayo consiste en impedir que la energía perturbadora, o incluso destructiva, pueda alcanzar los aparatos y equipos.


Principio de protección

La tensión de impulso Uimp, debida al rayo, corre el riesgo de propagarse en una instalación con sus efectos destructivos. El limitador de sobretensión va entonces a comportarse como un verdadero cortocircuito para la mayor parte de la energía sobre la red equi-potencial. Para tener eficacia, el limitador de sobretensión debe ser conectado con los conductores más cortos posible.

Se recomienda que la longitud total del circuito limitador de sobretensión no exceda de 0,5 metros.

En teoría, en un choque de rayo, la tensión Ut aplicada al receptor es igual a la tensión de protección Up del limitador de sobretensión (por su I max), pero en la práctica ésta es más elevada.

En efecto, debemos añadir las caídas de tensión debidas a las impedancias de los conductores de conexión del limitador de sobretensión y de su dispositivo de protección.

A menudo, se hace necesaria la instalación de varios limitadores de sobretensión cuando la distancia entre el limitador y el material es demasiado grande, y también cuando el nivel de supresión del limitador principal no es suficiente, lo que sucede normalmente cuando se trata de proteger materiales sensibles.

Limitadores de sobretensión primario y secundario deben coordinarse para que la energía total que debe disiparse (E1 + E2) se distribuya sobre cada uno de ellos en función de su capacidad de flujo. La distancia d1 permite desacoplar los limitadores de sobretensión evitando así que una parte demasiado importante de la energía pase directamente al limitador de sobretensión secundario con el riesgo de destruirlo. Una situación que, de hecho, depende de las características de cada uno de los dispositivos.

Dos limitadores de sobretensión idénticos (por ejemplo Up: 2 kV e Imax: 40 kA) pueden instalarse sin exigencia de distancia d1, ya que la energía se distribuirá por igual sobre ambos. En cambio, dos limitadores de sobretensión diferentes (por ejemplo Up: 2 kV/Imax: 40 kA y Up: 1 kV/Imax: 15 kA) deberán alejarse al menos 10 mt para evitar que el segundo limitador de sobretensión esté demasiado exigido.

En síntesis, la protección contra la sobretensión de origen atmosférico es posible, utilizando correctamente los dispositivos adecuados, como son los limitadores de sobretensión.

Por Claudio González, Product Manager Legrand
claudio.gonzalez@legrand.cl

Marzo 2005
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Comentarios acerca de este artículo
alejandro estudiante (30/06/2008)
Gracaias por el material, me dieron una tarea y la pude realizar
Recien estoy empezando en esto de la electricidad
ARMANDO CASTRO ELENET (10/09/2006)
UN CLIENTE MIO NECESIOTA PROTEGERSE DE LOS CORTES CIRCUITO ENTRE DOS FASES, ¿ ME SIRVE UN PROTECTOR DE SOBRETENSION O ALGUN OTRO ARTEFACTO ?
MARCELA DESIMAR (19/04/2005)
me parece interesante el tema pero el de la foto no es rodrigo hernandez y ademas ya no trabaja en eecol, ahora trabaja en desimar con el mismo cargo
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