Las baterías son una fuente de voltaje DC y se usan para asegurar la operación de equipos eléctricos críticos en plantas de generación eléctrica y subestaciones de transmisión, sistemas telefónicos, respaldo de computadores y hospitales, entre otros. Por qué probar las baterías Existen tres razones principales para probar las baterías: 1 Asegurar el respaldo de energía de equipos críticos durante un apagón de la fuente de AC. 2 Evitar pérdidas económicas debido a la interrupción del servicio y su no respaldo por fallas inesperadas. 3 Avisar/predecir el fin de su vida útil. Cuál es el mejor esquema de pruebas Existen varias consideraciones que deben evaluarse para determinar el mejor esquema de prueba, siendo el análisis del costo v/s el riesgo, una de las principales. Obviamente, el no probarlas por completo es aparentemente la menos costosa, si se consideran únicamente los costos de mantenimiento. No obstante, los riesgos son mayores y, por lo tanto, los costos finales suelen ser extremadamente altos. Por ejemplo, en una subestación de transmisión de energía existen más de $10 millones de dólares por hora asociados circulando a través de ella. Consecuentemente el costo de un banco de baterías es de unos $3.000 dólares, lo que es bastante insignificante comparado con los millones de dólares en pérdidas de facturación por salida de servicio. Para cada empresa y situación particular deben ser evaluados individualmente los costos y riesgos del mantenimiento de baterías y la operación del sistema. Por otra parte, algunos usuarios no pueden probar sus bancos, pues no es posible desconectarlos en ningún momento, pero ya han surgido nuevas técnicas que permiten probar los bancos de baterías sin desconec-tarlos, como lo es la prueba de impedancia. Prácticas de prueba de baterías recomendadas por IEEE Aunque una batería es considerada únicamente una fuente de tensión de DC, es mucho más que eso. Existen varios parámetros envueltos y que deben ser probados para verificar la condición de una batería. La IEEE es la responsable de promulgar prácticas de pruebas de baterías que se traducen en recomendaciones a seguir por parte de los fabricantes de baterías en el evento de un reclamo de garantía. Esta organización ha dividido las pruebas de baterías estacionarias dentro de tres grupos: 1 La norma IEEE 450-2002 para plomo ácido sumergidas: describe la frecuencia y tipo de mediciones que son necesarias tomar, para validar la condición de la batería. La frecuencia de las pruebas va desde mensualmente hasta anualmente: Las pruebas mensuales incluye la medición de la tensión del conjunto, inspección de la apariencia, medición de temperatura ambiente, corriente de flotación. Las pruebas cada cuatro meses incluyen impedancia, gravedad específica y temperatura de celda. Las pruebas anuales se ejecutan en todo el banco de baterías. Adicionalmente, deberá medirse la resistencia del bastidor de la batería y la resistencia de conexión entre celdas. Dependiendo de los resultados obtenidos y del trabajo al que está sometido un banco de baterías puede ser necesario ejecutar pruebas adicionales entre los períodos de prueba descritos anteriormente para completar el historial de operación cíclica, especialmente si las baterías no son nuevas y nunca han sido probadas. 2 La norma IEEE 1188-1996, para plomo ácido selladas, VRLA: Este tipo de baterías ha sido clasificado como de importancia crítica durante su instalación. La frecuencia y tipo de pruebas varía en base a la importancia de la batería. 3 La norma IEEE 1106-1995 para Níquel Cadmio: con prácticas similares a las de la norma IEEE 450 -2002. |