Existen aplicaciones muy demandantes para la instrumentación, donde los equipos son sometidos a condiciones difíciles y deben soportar ambientes agresivos o condiciones desvaforables la mayoría de la veces.

Una aplicación que demanda directamente de la confiabilidad y habilidad del equipo es la medición de nivel de silos de la industria del cemento. Esta industria, históricamente, siempre ha padecido de las dificultades de medir sus niveles de producción y almacenaje, debido a las condiciones imperantes, es decir, gran cantidad de polvos en suspensión. Se han probado múltiples alternativas para esta medición, desde cuerdas, que por cierto siguen en operación, hasta sofisticados y complejos sistemas, incluyendo dispositivos mecánicos "yo-yo". La mayoría de las aplicaciones no han satisfecho a la industria hasta ahora.

La tecnología que ha cosechado innumerables éxitos es la de Radar de Onda Continua con Modulación en Frecuencia (FMCW >22 Ghz), debido a los avances técnicos y la inteligencia del software asociado. La gran confiabilidad de las mediciones logradas con esta tecnología han convencido a los usuarios que por años han buscado la solución en diferentes fabricantes, llegando a delegar el control de silos en plantas cementeras a sistemas automáticos, prescindiendo del caro y engorroso método de la cuerda. Todo esto cuenta para obtener una medición confiable y continua, cosa que no era posible con los ultrasonidos, dado que, incluso, los mejores sistemas no entregaban lectura durante el carguío del silo.

Fundamentos del éxito

La base del éxito en esta aplicación no proviene de una fuente única, sino de un conjunto coordinado de desarrollos que, una vez aunados en un equipo, han provisto la solución deseada.

El primer paso fue la definición de la frecuencia de operación, estableciéndose que frecuencias de alrededor de 2.4 Ghz eran muy apropiadas, de forma que las partículas en suspensión no atenuaran la señal, pero que la superficie asentada de los sólidos entregara una señal fuerte y con-fiable.

El segundo, pero no menos importante paso, fue el cuidadoso diseño del software que reuniera las experiencias acumuladas de las aplicaciones con ultrasonidos en un algoritmo confiable para éstas.

Finalmente, con ayuda de opciones avanzadas, tales como purga automática de polvo, tapa anti-polvo y humedad, se logra una aplicación exitosa donde antes no era posible.

Ya existen miles de aplicaciones funcionando en:

• Silos de homogenización

• Silos de clinquer

• Silos de cemento terminado

• Silos de materias primas y minerales

• Otros silos de almacenamiento de minerales polvorientos

Como conclusión, vemos que esta tecnología ya se aplica con confianza en el sector Minero, de Agregados y Cemento, donde además se une a la dificultad las altas temperaturas imperantes, grandes distancias a medir e instalaciones complicadas.