¿Por qué Chile debiese invertir en energía solar?

Por Alejandro Vega, Director del Centro para Competencias de Tecnologías Solares del Grupo ABB. Mayor información en • www.abb.cl

La mejor irradiación del mundo, un costo de la energía muy elevado y el que acá se esté aglutinando el conocimiento del mercado para implementar plantas fotovoltaicas, son sólo algunas de las razones por las que nuestro país debiese evolucionar hacia la energía solar.

En general, las energías renovables son una parte esencial para resolver los problemas y desafíos energéticos del mundo actual, como son el cambio climático y el enorme aumento del consumo eléctrico. La energía solar en particular tiene una gran cantidad de beneficios, partiendo porque es la energía más abundante en la tierra, no depende de los Gobiernos, no tiene restricciones, está libre de emisiones y es competitiva en costos. Para los próximos 20 años se prevé un aumento del consumo de electricidad de un 150%, a lo que se suma el que la infraestructura eléctrica es a menudo escasa y 1.500 millones de personas no tienen acceso a ella. Muchos países dependen de la importación de combustible para generar electricidad y existe una presión sobre los países situados en el cinturón solar, entre los que se encuentra Chile, para incrementar la generación de energía manteniendo sus emisiones de CO2. Las plantas fotovoltaicas generan energía cercana a los puntos de consumo, apoyando así redes débiles o permitiendo el uso de miniredes. Junto con esto, se puede combinar bien su uso con otras energías renovables o tecnologías convencionales. En zonas con altos niveles de irradicación las plantas fotovoltaicas ya son competitivas, no necesitan agua para funcionar y no tienen impactos adversos en la calidad del aire. En Chile, por ejemplo, la producción de energía fotovoltaica ya tiene niveles competitivos, gracias a sus incomparables condiciones climáticas con niveles muy altos de irradiación solar combinados con temperaturas ambientales moderadas que con la misma inversión permiten producir una mayor cantidad de energía solar. Para hacer las plantas fotovoltaicas aún más eficientes hay dos elementos que se deben tomar en cuenta: los paneles, que constituyen el 40% de la inversión; y los inversores, equipos críticos para la conversión de energía solar en corriente eléctrica. Algunas consideraciones Estos últimos deben seleccionarse considerando variables como la seguridad, que el proveedor del producto pueda entregar soporte durante toda su vida útil y la “bancabilidad del producto”, es decir, que la compra pueda ser canalizada a través de una operación bancaria. Otro aspecto que se debe tomar en cuenta es que el sol cubre sólo el 37% del espectro horario y aunque afortunadamente se trata del 60% del espectro de máximo consumo de energía, se han desarrollado alternativas para contar con energía las 24 horas utilizando, por ejemplo, baterías. Esta alternativa requiere de un profundo estudio caso a caso y sus ventajas son que se entrega una solución adaptada a cada aplicación disponible a un amplio rango de potencia, niveles de tensión y tiempos de descarga. Gracias a ella es posible mejorar la calidad de la generación, atenuar las oscilaciones rápidas de tensión y potencia de red, nivelar la carga y apoyar la tensión. Todo esto se traduce en un balance óptimo entre la energía producida y la consumida. Un forma de producir energía solar las 24 horas son las soluciones híbridas, es decir, que integran a dos o más fuentes de energía por lo general un generador de gas o diésel combinado con plantas fotovoltaicas, termosolar, energía eólica o baterías, todo controlado para gestionar de forma eficiente el funcionamiento del sistema.