GESTIÓN DE ACTIVOS INDUSTRIALES
Crece el interés en las empresas nacionales | | | Por Equipo de Prensa Revista ElectroIndustria | | | | | En la búsqueda por una mayor eficiencia, el funcionamiento y productividad del equipamiento usado en los procesos productivos, son un elemento esencial. Por esta razón, cada vez más empresas están implementando programas de Gestión de Activos Industriales para ayudarles, no sólo a mejorar su operación, sino también para determinar los equipos más apropiados para su planta. En este sentido, Luis Solar, académico de la Escuela de Ingeniería Vespertina de la Universidad Diego Portales, indica que este término nació hace unos 15 años, tras una serie de accidentes industriales. No obstante, este concepto llega a Chile en los últimos años, de la mano de inversionistas extranjeros. “Las inversiones industriales hacia y desde Chile han crecido sostenidamente en el último tiempo, lo que ha provocado por parte de las empresas un interés mayor por incorporar las mejores prácticas en la gestión de activos, buscando los mejores profesionales e incorporando nuevas tecnologías. Esto se observa al revisar las competencias requeridas por los head hunters”, sostiene. Por su parte, Jorge San Martín, Gerente del Area Minería de IMA Mantenimiento, afirma que en la Gran Minería y en la Generación Eléctrica, se plasmaron los primeros ejemplos de Gestión de Activos en Chile. “Si bien estas iniciativas inicialmente eran técnicas aisladas, diría que se venido internalizando una visión más sistémica del área, abarcando todo el ciclo de vida de los activos”, agrega. A juicio del profesional, las organizaciones están enfrentando este tema, principalmente, mediante la incorporación de áreas relacionadas exclusivamente con esta disciplina. “Estas han ido adquiriendo cada vez mayor importancia, preparando a sus profesionales en las técnicas que corresponde y adoptando procesos normalizados de Gestión de Activos”, acota. Para Fernando Crespo, Coordinador de Memorias Prosecución de Estudios Ingeniería Civil Industrial, y Bruno Montedonico, Profesor Area Proyectos, ambos de la Universidad Central, otro factor que está impulsando la “formalización” de la Gestión de Activos sería la incorporación de recursos humanos capacitados que están conscientes de los beneficios que trae el trabajar con técnicas y herramientas científicas.
Razones detrás del interés
Pero, ¿a qué se debe este aumento en el interés de las compañías por la Gestión de Activos? Para Crespo y Montedonico, la respuesta abarca diversos factores. “Lo que podría impulsar el interés empresarial por la gestión de activos industriales es la conciencia de los niveles de inversión involucrados en el equipamiento, y que parte del núcleo esencial de producción depende de éste y, de forma indirecta, su operación insuficiente conlleva a desvalorizaciones de mercado de las empresas”, exponen. “Además, los activos industriales mal gestionados pueden poner en riesgo la salud y la vida del personal expuesto a éstos, y cada día crece el número de tecnologías blandas (software), que facilitan el desarrollo de acciones en este tema”.  En este punto, Lucía Pinto, Gerente Comercial de Control & Logic, indica que en el competitivo mercado de hoy, las empresas se ven obligadas a reducir cada día los costos de fabricación e incrementar la eficiencia operacional de las máquinas y, por lo tanto, de la planta en general. “Muchas empresas utilizan el papel como forma de adquirir información y otras simplemente no tienen implementado este tipo de sistemas. Esto trae como consecuencia que la información se obtenga de forma tardía y con gran posibilidad de errores, producto de la transcripción y manipulación. Adicionalmente, se puede decir que la información no es exacta, ya que no se toman los tiempos de manera adecuada, dado que el operador, quien generalmente es el encargado de completarla, no siempre puede anotar todos los eventos en el momento que ocurren, producto de la necesidad de continuar con la producción”, aclara.
“Siendo los activos una proporción importante de la inversión de todo proyecto y de la magnitud en que puede impactar los resultados de una determinada empresa el ‘comportamiento’ de los mismos a lo largo de su vida útil, se torna vital conseguir de ellos el mayor provecho posible y controlar su ‘comportamiento’”, explicita Solar, de la Universidad Diego Portales. “Es en este contexto en que se ha ido tomando cada vez mayor conciencia del impacto económico en la industria de ciertos aspectos que originalmente se han mantenido de alguna manera ocultos, tales como pérdidas de utilidad marginal por indisponibilidad producto de fallas, multas por no cumplimiento de contratos, multas por fallas imprevistas, pérdida de clientes, mayor inversión requerida para compensar baja disponibilidad y confiabilidad del proceso, entre otros. Todos estos, en general, tienen un impacto muy significativo y muchas veces mayor que el de los factores que se han considerados tradicionalmente”.
“In-house” o “Outsourcing”
Para implementar un programa de Gestión de Activos, una organización puede generar un grupo dentro de sí; externalizar estas tareas o hacerlo a través de una “mezcla” de ambas modalidades. “En este sentido, no existe una tendencia clara de internalización versus tercerización de esta disciplina. Más bien se observa una mayor tendencia a un mix donde se da la formación de equipos propios que lideran el tema y la contratación de servicios complementarios, ya sea, por cargas de trabajo puntuales, tareas específicas o rutinarias o de mayor especialización”, describe Jorge San Martín, de IMA Mantenimiento.  Sin embargo, Lucía Pinto apunta que la internalización de estas labores tiene ciertas ventajas. “Cuando las empresas van creciendo, se debe ir realizando un análisis del layout o distribución de la planta y sus procesos, ya que eventualmente las reducciones de tiempos de proceso pueden implicar, por ejemplo, reordenar la secuencia de trabajo o el camino que debe seguir un producto en ser fabricado. Este análisis debe ser continuo en el tiempo, por lo cual, a mi juicio, lo más lógico es que se creen grupos de trabajo ‘in-house’ que vayan revisando continuamente los procesos y mejoras aplicadas”, explica.
Por su parte, los académicos de la Universidad Central afirman que, dependiendo del volumen de activos involucrados, el equipo encargado es “in-house”, pero externalizan la ejecución de tareas. “De acuerdo a nuestra experiencia, creemos que la tendencia es a externalizar esta actividad por dos razones: contar con equipos de profesionales altamente especializados y que se trata de una alternativa más flexible y de menor costo, pues le permite ir abarcando con mayor rapidez las distintas áreas de la gestión de activos fijos, con resultados seguros”, arguyen.
Falta la adopción de estándares
Usando como base la PAS-55, se está desarrollando la norma ISO 55000, cuya publicación se espera se realice durante este año. “Cuando ello ocurra, es fácil prever que se originen procesos de certificación similares a los vividos con ISO 9000 en calidad, ISO 14000 en gestión ambiental y OHSAS 18000 en seguridad”, indica Solar.  En este sentido, a juicio de Fernando Crespo y Bruno Montedonico, de la Universidad Central, todavía son pocas las compañías que han adoptado estas estándares. “Esto se debe básicamente a que aún no cuentan con la estandarización de procesos suficiente para que sus sistemas de gestión de activos puedan adaptarse a los requerimientos de estas normativas”, explican. “Son sólo las grandes industrias, como las empresas del cobre u otras industrias básicas las que, por exigencias de los mercados compradores, han debido adoptar algunas de estas normativas y son sometidas periódicamente a las auditorías correspondientes”.
En este sentido, nuestra industria tiene un gran trabajo por hacer: no sólo adoptar e implementar sistemas de gestión de activos productivos, sino que hacerlo de acuerdo a los estándares internacionales. Esto sólo redundará en una mayor visibilidad y control sobre la vida útil de los equipos y máquinas vitales para sus procesos productivos.
Contratos de Mantenimiento en la Minería
 En los últimos años, se ha notado el creciente interés de las empresas mineras por contratar servicios externos de Mantenimiento para ciertos sistemas productivos o incluso para un gran porcentaje de su equipamiento.
En palabras de Héctor Aguayo, Sub Gerente de Servicios SSEE de Eaton-Rolec, un contrato de mantenimiento consiste generalmente en “un acuerdo a largo plazo entre cliente (compañía minera) y proveedor, para realizar intervenciones preventivas, predictivas o correctivas a un equipo o sistema, de manera planificada o no planificada, de manera de asegurar su continuidad operacional. En este contrato, se definen alcances y condiciones del servicio en función de tener costos conocidos y controlados para el cliente”. Según el especialista, existen varios tipos y modelos de contrato, siendo los más habituales los de outsourcing del mantenimiento (intensivos en mano de obra) y los de mantenimiento especializado (intensivos en conocimiento). Para Héctor Luna, Ingeniero de Servicios, y Marcelo Leiva, Sub Gerente Técnico, ambos de la sucursal Rancagua de SHH Electrónica Industrial, el incremento en el número de contratos de mantenimiento se debe al avance de las tecnologías que optimizan los procesos de producción. “En esta situación, las mineras se han visto en la necesidad de contratar los servicios de empresas como la nuestra. La principal ventaja de esta modalidad de mantenimiento, es otorgar continuidad a la producción sin estar de manera permanente en la mina, lo que reduce los costos asociados a la contratación de estos servicios”, explican. De acuerdo a estos especialistas, estos contratos conllevan una asesoría técnica orientada a “evaluar y explicar el funcionamiento de los equipos que interactúan dentro de los procesos de producción para que el cliente comprenda la importancia de la realización de mantenimientos preventivos”. Referente al interés de las compañías mineras por los contratos de mantenimiento, el ejecutivo de Eaton-Rolec expresa que en el último tiempo, más empresas han demostrado interés en estos contratos, con el objeto de mejorar la eficiencia en sus costos de mantenimiento. “Además, buscan asegurar que los proveedores cumplirán los estándares requeridos y entregarán confiabilidad a la operación, pero por sobre todo, las compañías buscan un aliado estratégico en su operación, lo que en nuestro caso, se ha visto reflejado con la firma de dos nuevos contratos de mantenimiento especializado en el último año”, agrega. A juicio de Aguayo, los equipamientos que requieren este tipo de contrato, son aquéllos considerados como “críticos” dentro de la operación, “donde se debe asegurar que los equipos o sistemas no presenten fallas hasta un nuevo mantenimiento programado y, adicionalmente, requieren contar con soporte en caso de producirse eventos producidos por variables externas”. La escasez de mano de obra especializada también es un tema de preocupación para las compañías que brindan este tipo de servicios, pues como relata Aguayo, uno de los factores críticos en este tipo de contratos es la especialización de las personas. “Por esta razón, cada vez que se contrata un nuevo trabajador, éste debe pasar por un período de entrenamiento de alrededor de 6 meses para poder integrarse a un equipo de trabajo con los niveles de preparación y seguridad adecuados”, añade. | |
