Un buen sistema de seguridad para maquinaria es aquel que protege de posibles daños a operarios y a la maquinaria misma, producto de exposiciones o interacciones entre ellos, ya sea por violaciones o transgresiones de los procedimientos de seguridad de forma voluntaria o involuntaria, o por acciones fuera de los cánones que establece el modo de operación del sistema. Del mismo modo, el sistema de seguridad debe pasar inadvertido en la operación diaria y no ser considerado un elemento que obstaculice las labores del operario.
Adicionalmente, un sistema de protección debe ser un elemento que contribuya a aumentar la disponibilidad de la maquinaria, de modo que la inversión se justifique mediante una baja en la tasa de accidentabilidad y un aumento en la producción, disminuyendo incluso los tiempos de mantenimiento, al evitar remover los resguardos fijos que protegen los accesos para estos fines.
En este sentido, el sistema de seguridad para maquinaria no reemplaza los procedimientos de bloqueo, pero es la última instancia para proteger a las personas de los peligros asociados a los movimientos mecánicos de las maquinarias involucradas en sus tareas habituales.
Sistema propuesto
• Aislamiento del peligro: El método más común es el uso de cierres perimetrales. Si bien esta técnica es efectiva y económica, no se debe abusar de ella. Considerando que las máquinas despegadoras de cátodos requieren en su operación el ingreso de personal (ya sea para labores operativas o de mantenimiento), el exceso de obstáculos mecánicos dificulta las labores recién descritas.
Las normas internacionales de seguridad recomiendan el uso de cierres perimetrales o resguardos en aquellos puntos o sectores de acceso esporádico. Asimismo, se recomienda la implementación de cierres perimetrales en todo sector que lo amerite según análisis de riesgo y que no entorpezca la operatividad del sistema.
• Control de accesos: Al momento de ingresar a la maquinaria, ésta debe estar detenida, de modo de garantizar la seguridad del operario. Esto se logra instalando en los puntos de acceso dispositivos que monitorean el estado del acceso (abierto o cerrado) y lo enclavan de manera mecánica o eléctrica.
Estos dispositivos se liberan por medio de un pulsador, que previo al permitir la abertura del acceso, detiene el funcionamiento de la máquina aun cuando el operario no haya realizado el bloqueo correspondiente. La nueva puesta en marcha de la maquinaria será posible sólo si el acceso se encuentra cerrado, enclavado y el sistema es rearmado por medio de un pulsador ubicado en el mismo punto de acceso.
Del mismo modo, se debe dar protección en los costados de las cadenas de carga y descarga, sin que esto entorpezca u obstaculice las tareas de enderezamiento de los cátodos que entran ladeados (o chuecos). Para esto, se propone la instalación de dispositivos ópticos, de manera que al intervenir el operario, la cadena se detenga en forma automática.
Al igual que el sistema de enclavamiento para puertas, la maquinaria se pondrá en marcha una vez que no existan objetos en el área de monitoreo de otros dispositivos ópticos y se realice un rearme manual mediante un pulsador.
