José Luis Calzada y Oscar Ramos, de Peter Taboada “Chile reúne las condiciones geográficas para utilizar agua de mar en procesos industriales”

A juicio de esta multinacional especialista en el diseño, fabricación y comercialización de sistemas de tratamiento y purificación de agua, nuestro país posee excelentes condiciones para extraer agua de mar, lagos o ríos para ser utilizada en procesos industriales, riego o consumo de personas. Pese a los beneficios que reportaría esta práctica, esta tecnología todavía no es adoptada masivamente en Chile. A fin de analizar esta realidad, conversamos con José Luis Calzada y Oscar Ramos, Gerente General, y Ejecutivo de Ingeniería y Proyectos de Peter Taboada, respectivamente.

Oscar Ramos y José Luis Calzada. ¿Qué rubros podrían utilizar agua de mar en sus procesos productivos? O. Ramos: Sus aplicaciones son infinitas, independientemente del sector productivo. En la actualidad, se están trabajando proyectos bastante interesantes de Osmosis Inversa (sacar agua del mar y transformarle en agua dulce) con plantas completamente automatizadas. Esto sería muy interesante para la industria minera, ya que en la zona norte se carece de este recurso y, viendo las características geográficas de Chile, el país reúne las condiciones para implementar proyectos de esta índole. Con ello, se evitaría extraer este recurso de napas subterráneas, mientras que el agua generada también podría ser utilizada en zonas rurales o valles nortinos a fin de fomentar la agricultura de microempresarios o pueblos indígenas. Así se podrían obtener subsidios estatales… J. Calzada: Exacto. Es muy importante el rol social que puede cumplir una industria. Un ejemplo es que a lo largo de la costa, existen numerosas caletas de pescadores que no tienen acceso a agua potable. Por lo tanto, utilizando este tipo de tecnologías, éstos podrían acceder a este recurso sin ningún problema. Lo mismo con equipos móviles, que pueden ser de gran utilidad en zonas de emergencia o para faenas militares. Esto demuestra que en Chile falta conocimiento y voluntades políticas para realizar este tipo de inversión. Por ejemplo, cualquier compañía podría desarrollar un proyecto de esta índole en conjunto con el Estado; así, la primera garantiza la continuidad de sus procesos productivos, mientras que el segundo les otorgará acceso a agua potable a sus ciudadanos. ¿Qué inconvenientes enfrentan estos sistemas? J. Calzada: Todas las industrias que emplean o aspiran agua de mar en sus procesos productivos, se caracterizan por transportar este líquido a través de cañerías de hierro, acero o de plástico, materiales que se ven afectados por la corrosión y la incrustación de vida biológica. Frente a esta realidad, los procesos de electrólisis han demostrado ser la mejor solución para solucionar este tipo de problemas en circuitos de agua salada que encontramos en embarcaciones, plataformas petrolíferas, firmas mineras, compañías forestales y sistemas terrestres de refrigeración por agua salada, entre otros. ¿Por qué esta tecnología no se implementa en una escala mayor? O. Ramos: Lamentablemente, le está ocurriendo lo mismo que la energía solar. Chile reúne inmejorables condiciones geográficas para desarrollar este tipo de energía, al igual que el uso del agua de mar en procesos productivos, pero recién estamos comenzando a conocer sus beneficios y aplicaciones. Pese a lo anterior, creemos que es un tema de tiempo para que ambas se consoliden en esta sociedad, y así Chile podrá transformarse en una plataforma para Latinoamérica para este tipo de iniciativas.