Robots en la industria chilena

Por Alexander Legkiy, Product Manager Robotics de la División Discrete Automation & Motion (DM) de ABB en Chile.  •   www.abb.cl

Un camino lento, pero que de a poco ha ido tomando vuelo, es el que ha recorrido la robótica para ingresar en la industria chilena, de la mano con la alta eficiencia y productividad que ofrece, así como la significativa reducción de riesgos para los operadores.

En agosto de 2010, cuando abrimos la unidad de robótica en Chile, hicimos un estudio para ver cuántos robots había operativos en el país. El resultado arrojó sólo 115, una cifra menor, pero esperada por los costos que representan estos equipos, y por el hecho de que tradicionalmente han estado orientados a industrias que no se desarrollan en Chile, como la automotriz y la electrónica. Sin embargo, la necesidad creciente de la industria local por automatizarse, unida a la evolución de los fabricantes de robots y la simultánea disminución de sus costos, los convierte en una alternativa cada vez más rentable. En este sentido, esta entrada al mercado chileno tuvo y tiene el objetivo de enriquecerlo y darle un mayor empuje a la industria con estas tecnologías que optimizan procesos, mejoran la calidad de los productos, permiten un uso más eficiente de los recursos y, lo más importante, incrementan la seguridad de los procesos. Factores que impulsan la demanda Aunque la introducción de la robótica en Chile aún está en sus inicios, las demandas de seguridad, productividad y eficiencia que exige el mercado a la industria lo están convirtiendo rápidamente en una necesidad en el marco de un país cada vez más industrializado. Actualmente, la minería y la industria de bienes de consumo son los principales mercados para los robots en Chile. El primero es el principal sector productivo del país, y también uno muy riesgoso, donde es imperativo remplazar al hombre en tareas como, por ejemplo, la exploración o el lavado de camiones mineros. Los robots son ideales para aplicaciones mineras, dada su capacidad para trabajar bajo condiciones extremas o en ambientes muy contaminados, pues sus diseños pueden ser totalmente herméticos, sin permitir la entrada de partículas de polvo. Es en esta industria donde se espera que el país se convierta en un actor mundial, ejemplo de la implementación y empleo de nuevas tecnologías y aplicaciones. Por otro lado, el país ya tiene profesionales preparados para operar estos robots industriales. Institutos y universidades cuentan con ellos para entrenar a sus alumnos. Todo hace presagiar que en los próximos años la introducción de los robots en la industria chilena irá rápidamente en aumento aportando al progreso y desarrollo del país.