Capacitación de termografía en Chile

Artículo Gentileza Colvin & Cía. www.colvinycia.cl

La termografía ha ganado un sitial de relevancia dentro de la industria nacional, gracias a su versatilidad y confiabilidad. No sólo es una herramienta fundamental en los programas de mantenimiento de varias empresas, sino que también se usa de manera exitosa en diversos sectores productivos del país.

Hace 23 años, la termografía sólo era utilizada por grandes empresas como Endesa, ENAP y Codelco por el alto costo de los equipos infrarrojos; sus termógrafos contaban únicamente con los antecedentes entregados por los manuales para puesta en marcha de los equipos adquiridos. De esta manera, las interpretaciones para un mismo defecto térmico eran, muchas veces, diferentes en cada empresa, y sus criterios de falla se basaban en antecedentes recopilados por los fabricantes de los equipos térmicos y de los componentes que presentaban los problemas. En general, los conocimientos empíricos adquiridos a través de la experiencia en terreno más la ingeniería aplicada por los termógrafos y el laborioso trabajo de ensayo y error, llevó a crear procedimientos propios en cada una de estas empresas que fueron traspasados y heredados de persona a persona. Aproximadamente seis años atrás, el mundo de la termografía cambió radicalmente: el costo de los equipos bajó, permitiendo que un gran número de profesionales en el área industrial pudieran acceder a cámaras infrarrojas, las que se comenzaron a emplear en aplicaciones “tradicionales”, como inspecciones eléctricas y mecánicas, así como también en otras, como Control de Calidad, Investigación y Desarrollo, Ensayos No Destructivos, en diversas industrias como Construcción, Agricultura y Medicina. Así, se generó la necesidad de unificar criterios de inspección, diagnósticos y prioridades de reparación. Antiguas normas internacionales (como ASTM 1316 y NETA MTS 1989, entre otras) agregaron en sus párrafos procedimientos claramente establecidos para cumplir en forma general con un diagnóstico certero en la evaluación de fallas por calentamiento, determinando listas bastante completas de “temperaturas máximas permitidas por los fabricantes” y “deltas de temperaturas de un componente con respecto a un adyacente” para un sinnúmero de elementos en el área industrial. No obstante, esto sólo permitía la evaluación de prioridad de una falla y faltaba generar el procedimiento de inspección, es decir, tomar la muestra en forma correcta. Certificando al termógrafo Para esto, actualmente existen diferentes certificaciones internacionales que permiten a los termógrafos realizar procedimientos de inspección equivalentes a los que ejecutan sus colegas en cualquier parte del mundo, sin importar la marca y el modelo del equipo a utilizar. De esta manera, el termógrafo podrá calcular la emisividad de un elemento, definir su temperatura aparente reflejada, ingresar parámetros de su entorno ambiental y evaluar las capacidades de su equipo para el tipo de inspección que desea realizar. Es importante entender que una cámara infrarroja tomará muestras térmicas superficiales de componentes sólidos o líquidos que se encuentran en estado transitorio. Cabe recordar que las cámaras infrarrojas no miden temperaturas, sino que calculan la temperatura basada en los parámetros que el usuario le ingresa, es decir, la dinámica que se genera por cada imagen puede variar en el tiempo. De ahí se desprende la importancia de definir en cada imagen todos los parámetros reales con la finalidad de llegar sólo a la variación térmica del componente, compensando las variables de su entorno. Existe un gran número de certificaciones internacionales, tanto en ISO como en ASNT, y por lo general, la diferencia está en la orientación de los cursos. Aquéllos que apuntan a obtener la certificación ISO (como los de ITC, Infrared Training Center) están diseñados para ser implementados a nivel mundial y siguen estándares internacionales donde se especifican productos de última generación, tanto en servicios, como en procesos, materiales y sistemas. Por su parte, en las certificaciones basadas en ASNT (como la SNT-TC-1A), los cursos se basan en la formación de profesionales a nivel interno en una empresa, donde se implementarán programas de certificación propia de acuerdo a los requerimientos y necesidades particulares. En este caso, un certificado válido debe ser promulgado por un empleador, no por una entidad de formación. Niveles de certificación Las certificaciones internacionales están divididas en tres niveles. Para obtener un nivel, se debe haber aprobado el nivel anterior. De esta manera, el inspector irá superando etapas y adquiriendo conocimientos que le permitirán ser capaz de realizar una correcta termografía, un buen procedimiento de inspección y, por último, una buena administración de inspectores termográficos con diferentes especialidades. En particular, cada nivel busca los siguientes objetivos: • Certificación Nivel 1: Cumple la función de capacitar un especialista en la técnica de termografía, entregando métodos internacionales de procedimientos establecidos y reconocidos. •Certificación Nivel 2: Cumple con la formación de profesionales en termografía, entregando métodos para aplicaciones generales y específicas, dando la capacidad al profesional de crear procedimientos de inspección generales y específicos. • Certificación Nivel 3: Cumple con la formación de profesionales capaces de administrar y realizar trabajos de inspección de niveles 1 y 2, basado en estándares ISO 18436-1 y 18436-7. Tiene todos los conocimientos de los niveles 1 y 2 más adicionales.