Los sistemas SCADA eléctricos, empleados por las Utilities para la gestión de sus redes de transmisión y distribución, se diferencian de las plataformas usadas para la supervisión y control de procesos productivos, en varias características. Por ejemplo, un SCADA eléctrico posee una mayor velocidad de detección, procesamiento y refresco de la información, dada la naturaleza de los sistemas eléctricos (fallas de los sistemas en cascada, del orden de los milisegundos). En cambio, un sistema SCADA de proceso opera de forma típica con tasas de refresco del orden de los 200 a 500 milisegundos. Asimismo, los SCADAs eléctricos operan con protocolos abiertos, generalmente de forma nativa al sistema. En cambio, los de procesos trabajan frecuentemente con protocolos propietarios o bien mediante drivers de comunicación o servidores de datos para comunicarse con equipos de terceros. De igual modo, los SCADA eléctricos poseen funciones específicas para los sistemas de distribución y transmisión de energía, como simulación de estados, comprobación de comandos, manejos de carga, estimación de demandas, reportes predefinidos por sistema sobre operaciones, flujo de carga, demandas, etc. Además, algunos proveedores incorporan en sus sistemas aplicaciones como videovigilancia, manejo de cuadrillas, acceso vía web, acceso a clientes del sistema mediante Web, entre otras. La realidad en Chile Los sistemas SCADA eléctricos que actualmente existen en Chile, fueron instalados en su mayoría entre los años 2006 y 2007, a raíz de los cambios introducidos en la normativa, que exigieron el monitoreo de los sistemas eléctricos y el envío de información al sistema de monitoreo centralizado (del CDEC-SIC o del CDEC-SING, según corresponda). Por lo general, estos sistemas deben ser actualizados por dos razones: tecnológica (cambios en la tecnología y/o concepción de software, actualizaciones en los sistemas operativos o de hardware), y por demanda de nuevas funciones. Hoy en día, la mayoría de los sistemas SCADA han evolucionado en sistemas más completos, tendiendo al concepto de Redes Inteligentes, integrando ya no sólo el monitoreo del sistema eléctrico, sino que también la explotación de la información y gestión de la misma. En este sentido, un buen sistema SCADA, que adopte el modelo Smart Grid, permite acceder a todos los niveles de la información que se requieran sobre el sistema eléctrico, partiendo desde la generación hasta el cliente final (consumidor de energía), pasando por la transmisión, distribución, administración y gestión del sistema eléctrico (incluyendo la comercialización de energía). Entonces, al considerar si los SCADAs instalados en el país se encuentran actualmente vigentes o no, dependerá fundamentalmente de las funciones con las que se quiera potenciar dicho sistema, como por ejemplo, comercialización de energía, plataforma de atención de clientes, manejo de cuadrillas de mantención y/o emergencias, acceso web a clientes y usuarios, etc. Sobre la seguridad informática Para cualquier sistema informático, y en especial aquéllos en los que se maneja información de cierta relevancia, la seguridad es un tema de preocupación constante. Los fabricantes de sistemas SCADA trabajan en la seguridad a nivel de software y bases de datos, así como también incorporando herramientas de respaldo y recuperación de los sistemas. Por lo general, los SCADA están protegidos con distintos niveles de usuario, privilegios y niveles de responsabilidad, todo respaldado a través de históricos y reportes de operación y eventos del sistema, en los cuales se almacena todas las acciones de un usuario sobre el sistema desde que inicia sesión hasta que la cierra, todo con estampación de tiempo, a modo de bitácora u hoja de vida de las operaciones y acciones ejecutadas por cada usuario. Tendencias En la actualidad, los proveedores de estos sistemas están muy concentrados en desarrollar nuevas funcionalidades que pudieran complementar estas plataformas para realizar gestión relativa a los sistemas de transmisión y distribución eléctrica. A nivel de conectividad, el desarrollo está orientado a la disponibilidad de la información en todo lugar y cuando sea requerida, como por ejemplo vía web o a través de aplicaciones para teléfonos celulares. |