Una forma de planificar la producción es controlando, midiendo y gestionando la capacidad de las máquinas, para lo que es necesario medir el tiempo que se demora en producir un producto, consiguiendo así su cadencia y, por consiguiente, su velocidad estándar. De este modo, se puede calcular cuánto tiempo tomará fabricar una cantidad X de productos, bajo condiciones ideales y sin detenciones. Hay que recordar que esta medida se refiere a un ideal casi imposible de obtener porque, en la realidad, las máquinas y procesos se detienen por fallas, ajustes, pruebas, cambios de turno, accidentes, etc. Todas estas variables no controladas afectan la producción de la máquina, por lo que es recomendable realizar mantenciones preventivas y predictivas en vez de correctivas. En este sentido, existen varias otras medidas para reducir la aparición e influencia de estas variables no controladas, como: Realizar grandes lotes de productos para reducir los ajustes previos para, de este modo, no perder tiempo de producción y evitar la variabilidad del proceso. Capacitar al operador con su máquina y hacerlo experto, para evitar errores de manipulación que pueden llegar a producir incluso accidentes laborales. Software especializado Para calcular la mejor combinación a procesar en cada máquina para una determinada producción, existen software especializados que ofrecen una visualización dinámica de las máquinas y del plan de trabajo (tipo Carta Gantt). Estas sofisticadas herramientas computacionales buscan la mejor combinación y rendimiento posibles, pero lamentablemente son aún muy costosas y, por ello, fuera del alcance de muchas empresas. Por lo tanto, muchas de ellas siguen planificando con planillas electrónicas o, en el peor de los casos, no planifican y producen día a día sin ningún control. Por su parte, los sistemas de gestión recogen información, la procesan y la entregan a la gerencia para establecer medidas significativas de producción que van más allá de un mejor indicador OEE (Overall Equipment Effectiveness o Eficiencia General de los Equipos), que ayudan a mejorar la productividad, así como a reducir los costos y tiempos de inactividad. La buena noticia es que la automatización moderna, tanto de las interfaces hombre-máquina (HMI) y PLCs como software especializados de control y gestión de la producción en línea, manejan suficiente información de los procesos productivos y de por qué se detienen, siendo estos datos de gran ayuda al planificar la producción y estimar los tiempos. Con esta información en línea, proveniente directamente de la planta, se hacen líneas de producción más eficientes que permitirán producir más, sin contrataciones o inversiones adicionales. Incluso, estos datos han permitido descubrir que existen líneas innecesarias o reducir las horas extras, entre otros beneficios. Para mejorar la productividad, se necesita medir, controlar y administrar la información de los procesos de la manera más exacta posible, por lo que se hace necesaria la adquisición de la información en línea y directamente desde la planta. |