Hace cinco años se inició este proyecto para determinar la factibilidad de industrializar la producción y obtención de biodiesel, biogás y biomasa, así como diversas materias primas para la industria alimentaria y cosmética, a través del cultivo de microalgas en fotobiorreactores que operan con los gases que hoy la industria pesada emite a la atmósfera. Las microalgas se alimentan del carbono contenido en los gases emitidos por los procesos industriales, como los que generan las plantas térmicas. Así, se libera oxígeno en el proceso. Múltiples usos Al multiplicarse, las microalgas generan biomasa apta para producir diversos biocombustibles, desde biodiesel y bioetanol (para mezclar con gasolinas), biomasa (para remplazar al carbón) e incluso biopetróleo, que tiene las mismas características del petróleo fósil y que se puede usar para producir combustibles, plásticos y otros materiales petroquímicos. En este sentido, investigaciones asociadas al proyecto estiman que un cultivo microalgal de 100 hectáreas podría producir unas 5.400 toneladas anuales de biodiesel y reducir las emisiones de CO2 entre un 6% ºy 7% (unas 108 mil toneladas anuales). Después de todo, estos organismos unicelulares se nutren de éste como de otros gases de efecto invernadero, como el óxido nitroso. La conversión de microalgas en biocombustibles se viene investigando desde la década de los 70, y varios estudios aseguran que las algas son sustantivamente más eficientes para la producción de biodiesel que muchos de los cultivos hoy utilizados. Por ejemplo, se estima que una planta industrial podría producir más de 100 mililitros de biodiesel por día, lo que equivale al 5% del consumo diario de combustibles fósiles de una central termoeléctrica. Planta piloto Con los objetivos de confirmar estas cifras y de explorar cepas más eficientes de microalgas, Clean Energy construyó y actualmente opera una planta piloto en la central termoeléctrica de AES Gener en Ventanas, Región de Valparaíso. En este proyecto, se están usando microalgas locales, en condiciones muy exigentes para determinar así el rendimiento mínimo de estos organismos. "Con esta instalación, esperamos establecer los parámetros que nos permitan hacer el escalamiento de una planta industrial. Para ello, hemos diseñado y fabricado un sistema completo que va desde el sistema de extracción de gases hasta el fotobiorreactor en que se cultivan las microalgas, actualmente en proceso de patentes. Además, hemos aislado y seleccionado distintas cepas de microalgas que tienen la capacidad de consumir altas cantidades de CO2 y otros gases de efecto invernadero", explica Andrea Irarrázaval, Vicepresidente Ejecutiva de Clean Energy. Según la ejecutiva, los costos de producción (medios y sistemas de cultivos) son muy altos, y los procesos de conversión consumen mayor energía que la que pueden producir (hasta 2.400 veces en algunos casos). "En cambio, el proyecto de Clean Energy cuenta con un sistema de cultivo y de extracción de gases con un consumo energético muy eficiente, usando aproximadamente el 10% de la energía que potencialmente puede producir. Además, es muy importante la disminución de GEI, que permitirá al proyecto lograr ingresos adicionales para la obtención de Certificados de Reducción de Emisiones (CERs o bonos de carbono)", indica la ejecutiva. |