| Frente al desafío de abastecimiento energético que enfrenta Chile, la energía termoeléctrica continúa jugando un rol relevante dentro de la matriz nacional, lo cual obliga a elevar los estándares tecnológicos en los proyectos. En el 2010, la termoelectricidad superó a la fuente de abastecimiento hidroeléctrica con un 50% frente a un 48% y un 2% procedente de otras fuentes energéticas. Actualmente, la mayoría de los procesos de generación termoeléctricos contemplan enfriamientos mediantes grandes volúmenes de agua que se captan desde el mar u otros cursos de agua naturales, matando una gran cantidad de vida marina en el proceso de succión, para posteriormente ser devueltos a altas temperaturas y causando polución térmica que conlleva graves daños medioambientales y alteran el delicado equilibrio de los ecosistemas. Una segunda alternativa es la instalación de gigantescas torres de enfriamiento, que conllevan un alto costo estético y económico. Ambas opciones desperdician energía valiosa que se transmite al ambiente en forma de calor y que contribuyen a que hoy la energía que se pierde a nivel mundial represente un 80% de la energía eléctrica que efectivamente se consume en todo el planeta. El enfriamiento directo de las centrales termoeléctricas es el más utilizado tanto en Chile como a nivel internacional, causando fuertes polémicas medioambientales. Actualmente, el 80% de las centrales energéticas corresponde a centrales termoeléctricas y sólo en Estados Unidos hay alrededor de 5.500 de éstas que utilizan el sistema de enfriamiento directo, las cuales utilizan más de 170.000 millones de litros de agua al día para el enfriamiento de centrales -más de tres veces el volumen de agua de riego en Australia-, generando intensas polémicas, ya que representan la mayor fuente de utilización de agua de esa nación. El conflicto no ha sido abordado por la institucionalidad medioambiental chilena y tampoco subsanado mundialmente. Sin ir más lejos, en Chile todas las termoeléctricas se ubican en las costas, impactando los ecosistemas marinos. En todo caso, se pueden recordar diversos desastres ecológicos causados por estas prácticas, como fue la muerte de millones de peces captados por ocho centrales que operaban con enfriamiento directo al sur de California. El fuerte impacto y protestas asociadas impulsaron la prohibición en el estado del uso de este sistema en nuevas centrales.
Tecnología de enfriamiento sustentable
Frente a esta situación, la empresa nacional Crystal Lagoons desarrolló una aplicación industrial de su tecnología de lagunas artificiales. Esta consiste en implementar para las termoeléctricas "Sustainable Cooling Ponds" (lagunas de enfriamiento sustentables), con superficie de 10 a 150 hectáreas, en la que recircula siempre la misma agua. Desde ellas, se capta el recurso hídrico para refrigerar la planta y se devuelve en estado limpio, sin ningún tipo de contaminación. Estas lagunas actúan como disipadores de calor, creando un circuito cerrado de enfriamiento para las plantas de generación eléctrica u otras industrias que liberen calor al ambiente. Este sistema toma agua cristalina de la más alta calidad desde la laguna, la que enfría el proceso industrial, para posteriormente devolver el agua caliente a la misma laguna, en donde se disipa el calor de forma natural. De este modo, se permite a las plantas termoeléctricas una desconexión completa del mar u otras fuentes naturales, con un menor costo de instalación, bajo consumo de agua de reposición y de energía. Además, optimiza el aprovechamiento energético porque crea una reserva de energía térmica que puede ser utilizada posteriormente en diversos procesos. Por ejemplo, estas lagunas a altas temperaturas (50°C) pueden abastecer energéticamente a otras industrias reemplazando calderas y combustión fósil, lo cual reduce la emisión de CO2, y contribuye a frenar el calentamiento global, con una fórmula viable de financiamiento a través de bonos de carbono. También podrían funcionar como reservas de energía que pueden ser utilizadas para calefaccionar viviendas o producir agua caliente, o contribuir en el proceso de desalinización del agua y varios otros usos residenciales e industriales.
También es posible utilizar la tecnología para crear lagunas recreacionales de agradables temperaturas todo el año (32°C), las cuales pueden ser utilizadas por todo tipo de personas, debido a los altos estándares de la calidad del agua presente en las lagunas que cuentan con esta tecnología. Así, es posible generar un enorme beneficio para las comunidades. |
