| Cada año se baten récords de consumo eléctrico y se advierte y recomienda de manera pública a los consumidores que reduzcan su consumo. La potencia que se extrae de una única toma durante la recarga de un vehículo eléctrico es equivalente a la que consume una vivienda funcionando a plena carga. En el siglo XX, cuando la energía era de fácil acceso y económica, se la consumía sin mayor reflexión. Con la creciente escasez de combustibles fósiles y el incremento en la demanda proveniente de las economías emergentes, el sector de la energía enfrenta desafíos sin precedentes, como la integración de fuentes de energía renovable y la necesidad de posibilitar altos niveles de eficiencia energética. El sector va a invertir más en los próximos 25 años de lo que invirtió desde que nació a principios del siglo XX. Los vehículos eléctricos son parte de la respuesta al problema del consumo eléctrico. Su uso generalizado representará una nueva exigencia respecto de la red eléctrica, que no fue concebida para alimentar vehículos eléctricos. Para minimizar el impacto e integrar los vehículos eléctricos como elemento permanente, será necesario incorporar nuevas funciones a la red eléctrica que la conviertan en una red inteligente.
Soluciones de infraestructura de recarga
Las nuevas soluciones de infraestructura de recarga deberán responder a los desafíos de una adopción cada vez mayor, como: • Garantizar la seguridad de usuarios e instalaciones. • Asegurar que las estaciones de recarga resulten accesibles y fáciles de usar dentro de la infraestructura existente. • Ofrecer sistemas de administración inteligente de la Energía que permitan la integración de los vehículos eléctricos en una smart grid.
Además de garantizar la recarga segura, las soluciones de infraestructura optimizan la carga en función de las necesidades de los vehículos y de la energía disponible en la red. Asimismo, los cargadores pueden informar al usuario la disponibilidad de energía y el estado de carga, e incluso avisarle al propietario del vehículo cuando se completa el proceso de recarga. Con el tiempo los cargadores podrán identificar y seleccionar las fuentes de energía renovable disponibles en la red eléctrica.
Una importante diferencia entre los autos tradicionales con motor a combustión y los vehículos eléctricos es que estos últimos se recargan cuando están detenidos o estacionados, y en el caso de los primeros, en cambio, es necesario detenerlos para cargar combustible. Eso significa que la infraestructura de recarga debe responder a los nuevos hábitos de los usuarios. El vehículo eléctrico puede recargarse por completo en seis horas desde un dispositivo doméstico o estación especializada cuando se lo estaciona durante la noche al regresar al hogar o durante el día cerca del lugar de trabajo.
Para una mejor y más fácil adaptación de los usuarios, Schneider Electric está implementando una serie de proyectos piloto para poner a prueba diferentes soluciones de movilidad eléctrica, de recarga y el grado de aceptación de los usuarios y a fin de generar y reunir feedback sobre la implementación de infraestructuras de recarga. | 
