Retrofit en la Industria: Extendiendo la vida útil de los equipamientos

Por Equipo de Prensa Revista ElectroIndustria

Casi cualquier profesional y técnico de la industria nacional, se ha enfrentado en algún momento de su vida profesional al dilema de qué hacer con una máquina o equipamiento cuya vida útil está llegando a su fin, cuyos repuestos son difíciles de encontrar o que está listo para irse al museo de la historia industrial del país. Una alternativa es asumir los costos de reemplazar totalmente el equipamiento. La otra opción, preferida por una importante cantidad de empresas en el país, es el Retrofit del equipo. En este reportaje, revisamos la práctica del Retrofit en la industria nacional, sus beneficios y los criterios a evaluar al decidir emprender un proyecto de este tipo.

Cada año, nuevos avances se revelan en el mundo de las tecnologías industriales, ofreciendo nuevos dispositivos, más eficientes y confiables que la generación anterior, empujándola un poco más cerca de la obsolescencia. En un mundo ideal, todos cambiarían sus actuales equipos de proceso por las últimas versiones, pero muchas veces un cambio total de un equipamiento no es recomendable por sus costos. En este escenario, el Retrofit surge como una alternativa que permite actualizar algunos componentes del equipamiento antiguo para obtener una mejor performance. Al respecto, René Tello, Ingeniero de Estudios y Aplicación Sistemas de Potencia de Schneider Electric Chile, indica que "el objetivo de un proyecto de retrofit es conseguir una renovación tecnológica de las partes activas de un equipamiento eléctrico para mantener o mejorar sus prestaciones, aumentar su confiabilidad para evitar interrupciones imprevistas y optimizar las condiciones de seguridad". Coincidiendo con lo anterior, Jorge Quinteros, Post Venta y Servicios Sistemas de Accionamientos de Siemens Chile, agrega que "un retrofit viene principalmente motivado por un cambio tecnológico en la aplicación. Las tecnologías nuevas pueden hacer lo mismo que la antigua ocupando un espacio menor, con configuración más sencilla y aumentando la eficiencia. Asimismo, se busca disponibilidad y confianza en la operación de los equipamientos, ya que los equipos obsoletos cuentan con poca existencia de repuestos o, si éstos llegasen a existir, con un largo tiempo de entrega. También los retrofits ocurren cuando las aplicaciones se vuelven más complejas y los equipos antiguos no tienen las prestaciones para responder". Para ejemplificar los puntos mencionados, Marc Van Overbeke, Jefe de Negocio de SHH Electrónica Industrial, ofrece el ejemplo de las máquinas que fabrican bolsas tipo "camiseta" (típicamente usadas en los supermercados). "Todas estas máquinas llevan un desbobinador generalmente motorizado, en donde se instala la bobina a cortar. Los modelos más antiguos cuentan con un motor que mueve un cabezal de corte y sello, con un movimiento vertical de 360º, y acciona el sistema de arrastre. Para controlar el largo de la bolsa a cortar, este sistema de arrastre consta de un volante, cremallera, platos electromagnéticos de freno y embrague y muchas piezas más mecánicas. Hoy en día, se puede eliminar todo ese sistema mecánico utilizado para el arrastre de la bolsa a cortar, instalando en reemplazo sólo un servomotor, mejorando la eficiencia de la máquina en rendimiento y calidad". Muchas veces, el retrofit responde, además, a otro tipo de consideraciones. Al respecto, Pedro Toledo, Gerente de Marketing de CLAS Ingeniería Eléctrica S.A., explica que "en nuestro medio, la razones más frecuentes para hacer un proyecto de este tipo son tanto económicas como prácticas. Económicas, por cuanto se extiende la vida útil de equipos que normalmente son de alto costo, recuperándolos por una fracción de su costo original. Y prácticas, por cuanto el reemplazo de una máquina o equipo conlleva otros gastos por concepto de adecuación de sistemas anexos al equipo nuevo (canalizaciones, alimentaciones, espacios físicos, etc.), así como los tiempos de ejecución de estas adecuaciones, que muchas veces superan en costo al valor de los propios equipos. Con un retrofit, estamos instalando el mismo equipo, en su mismo lugar, con sus mismas dimensiones, etc.". Otros aspectos que pueden impulsar un retrofit -como sostiene Adolfo Aliste, Gerente de Servicios de la división Power Automation de ABB en Chile- es "la disminución de los tiempos de detención, disminución del impacto ambiental, aumento de la eficiencia y/o productividad, la disminución de costos de repuestos, etc.". Para este ejecutivo, la disponibilidad de mano de obra calificada es también un tema a considerar, en un mercado donde la demanda por profesionales y personal calificado es alta. "Otro punto a considerar es la extinción de los especialistas que dan soporte técnico a esta tecnología. A nivel interno, la gente que recibió los cursos de capacitación ha ascendido o se ha cambiado de compañía después de 20 años. Esto sucede de igual manera en las empresas que suministraron los equipos, haciendo cada vez más difícil seguir brindando soporte al proceso", añade. El Retrofit en Chile A juicio de los especialistas consultados, Chile es un excelente mercado para los proyectos de retrofit. "En el país, existen empresas que tienen 50 o más años de existencia, por lo que cuentan con toda una gama de tecnologías, muchas de las cuales ya se encuentran obsoletas", afirma Quinteros. Asimismo, Toledo recuerda que "existe un gran número de máquinas y equipos -tanto en la industria como en la minería- de gran calidad y robustez, que ameritan un ‘upgrade’ o repotenciamiento, mediante retrofits". "Tal como lo mencionamos, Chile es un mercado con demanda y potencial considerables para los proveedores de soluciones de retrofit. En la industria nacional se suele importar maquinaria de segunda mano desde Italia, Brasil y EE.UU, entre otros, que hoy requieren la actualización de sus accionamientos y equipos de control. Los dueños y mantenedores pueden beneficiarse de variadas alternativas para volver a hacer funcionar sus máquinas con menores costos financieros y productivos, del mismo modo que se puede aumentar la productividad y la eficiencia de máquinas en funcionamiento", indica Cristián Vera, de Neodrive. Por esta razón, Tello recomienda realizar un retrofit, "cuando la vida útil de los equipos está por cumplirse, cuando éstos se encuentren en condiciones inseguras y cuando su fabricante ya no tenga la capacidad de asegurar una reparación oportuna (fin de la disponibilidad de los repuestos)". A esto, Van Overbeke agrega que también se debe evaluar este tipo de actualizaciones cuando se busca la mejora de la calidad del producto que se esté fabricando o el aumento de la producción. "El momento ideal para hacer un retrofit es cuando los equipos electrónicos que le dan vida a la máquina cumplan alrededor de 10 años de antigüedad y que, de acuerdo a las recomendaciones del fabricante, tengan que ser reemplazados por versiones o alternativas vigentes. También es absolutamente recomendable que la máquina esté funcionando en buenas condiciones y a distintos niveles de carga, de modo que se pueda trabajar con diferentes parámetros de producción, que sea posible medir magnitudes eléctricas y se conozcan los detalles de su funcionamiento y del proceso. La cantidad de tiempo que requerirá el retrofit y la calidad del resultado están directamente relacionadas con la cantidad y calidad de documentación disponible: especificaciones, manuales, planos, diagramas y sus modificaciones", acota Vera. Por su parte, Marcelo Bustamante, MV Sales Service Responsible, Power Product Division de ABB en Chile, acota que, "específicamente, en el caso de interruptores, el más importante es que el cliente tenga en cuenta el gran ahorro en tiempo de parada que implica el concepto plug & play de un retrofit". Al respecto, Quinteros sostiene que "siempre hay que considerar si la nueva tecnología satisfacerá las necesidades del cliente y, si es así, si la instalación de la nueva tecnología es factible (técnica y económicamente) en la máquina existente, pues puede resultar más barato cambiar la máquina o dejarla como un back-up". A juicio de Aliste, se debe analizar la tasa de retorno como en todo proyecto industrial, tomando en cuenta los siguientes factores: • ¿Cuánto me cuesta la detención por falla por unidad de tiempo? • ¿En cuánto espero reducir estas detenciones? • ¿Cuál es la eficiencia esperada luego del retrofit? • ¿Es la disminución del riesgo significativa? • ¿Existe un mejoramiento en la merma al impacto ambiental? • ¿Mejora la competitividad de la compañía? • ¿Qué significa en términos de ahorro de repuestos? Y compararlos en relación a: • Costos de la solución disponible. • Costos de producción para hacer el cambio. • Costos de capacitación de la nueva tecnología.

¿Qué se debe buscar en la empresa que realice el retrofit? En este aspecto, todos los entrevistados coincidieron en que la experiencia previa, el conocimiento de la problemática técnica involucrada en la aplicación, y un soporte postventa a largo plazo, son los principales criterios a tener en cuenta al elegir el proveedor para realizar un retrofit. Además, se recomienda tomar en cuenta si el proveedor tiene claro el ciclo de vida del producto, de modo de asegurar continuidad al proceso productivo, y la capacidad de brindar capacitación para el personal de mantenimiento y operación de planta.