Alvaro Castro, Gerente de Genersys “Estamos en un nivel de incorporación primario de la energía solar”

El desconocimiento por parte de los usuarios y el uso de tecnología obsoleta por los importadores y distribuidores son, en opinión de Alvaro Castro, Gerente General de Genersys, dos de las principales barreras con las que está topando la energía solar en Chile; escollos que le están impidiendo avanzar al ritmo de otros países en vías de desarrollo. Este experto en eficiencia energética y sustentabilidad, señala en esta entrevista que es urgente informar adecuadamente al mercado, para no seguir perdiendo energía, tiempo y dinero.

¿En qué etapa está la energía solar aplicada a la industria? En una etapa inicial. En Chile los ‘early adopters’ no son más del 2,5%, principalmente por un problema cultural, porque a pesar de que el uso de la energía solar es de larga data en el mundo, en nuestro país ha habido implementaciones mal hechas que han desprestigiado la energía solar de manera bastante injusta. Por esa razón, cada sistema solar debe tener un sistema de medición, monitoreo y control. Hoy, en países desarrollados, esto no es opcional y el enfoque apunta a hacer gestión sobre las plataformas de Energía a través de un smartphone o de un tablet. Acá aún no se comienza a medir el rendimiento real. Esto es un cambio que el mercado debe exigir. A contrario sensu, un equipo con rendimiento esperado, no teme ser medido. ¿Eso a pesar de que en otros países se ha desarrollado con éxito? Muy a pesar de eso, porque la energía solar ha permitido a algunos países tener cierta independencia energética, un bien bastante deseable. En Europa se han generado sistemas de energía solar que funcionan con climas fríos, gracias al desarrollo de una tecnología que les permite obtener energía con sol, con radiación difusa, fragmentada, reflectada, o incluso con nieve. Esa tecnología, ¿llega a Chile? Ahí está el problema. La mayoría de los sistemas disponibles en el país son equipos de flujo directo, que están obsoletos en Europa. Lamentablemente éstos están muy masificados porque en Chile existen bajas barreras de entrada para su importación. En países desarrollados, los sistemas directos -aquéllos por los que pasa agua por el panel- ya no existen, ni tampoco los de tubos al vacío, que en Chile son considerados “tecnología de punta”. ¿Cuál sería la vanguardia en esta materia? Principalmente, los colectores planos, desarrollados por países como Alemania, Austria, Inglaterra y Reino Unido, que permiten obtener energía con distintas curvas de radiación. El desarrollo es tal que, incluso en fábricas como Genersys, utilizan gas criptón para mejorar el performance de los equipos; y ese desarrollo tecnológico es lo que permite tener un mercado maduro, y utilizar la energía solar para agua caliente sanitaria y para calefaccionar ambientes, lo que en Chile todavía se cree un imposible. Entonces, ¿nos queda un largo camino por recorrer? Estamos en un nivel de incorporación primario de la energía solar. Está entrando en el área de servicios de las empresas, pero aún no está presente en los procesos, principalmente por falta de confianza. Recién estamos en la etapa de derribar mitos, a través de proyectos emblemáticos como, por ejemplo, instalaciones de energía solar operando con éxito en Isla Lenox, en el extremo austral del país, que permiten entregar autonomía e independencia energética; un tema muy relevante y que representa verdaderamente un cambio de paradigma. ¿Qué otras barreras tiene que superar la energía solar? A mi juicio, por un manejo desadecuado, se ha enfocado el uso de la energía solar en la vivienda social, cuando en realidad puede utilizarse en todo tipo de empresas y viviendas, nuevas o usadas. Hacia allá deben enfocarse los incentivos tributarios. En definitiva y a pesar de estas barreras, ¿por qué preferir la energía solar? Porque cuando se incorpora la energía solar a los procesos es posible generar menores consumos en energía convencional y obtener ahorros importantes. Si hay algo cierto y con un comportamiento estable, es la radiación que tenemos durante el año, lo que permite estimar los costos de operación y presupuestar con una base cierta de gasto. Además, permite aportar a la disminución de la huella de carbono, una tarea que muchas empresas están emprendiendo porque no sólo les permite desarrollar una estrategia de “marketing verde”, mostrar sus niveles de eficiencia y su compromiso con la sustentabilidad, sino que también abrir múltiples oportunidades de mejoras internas. .