A fines del año 2009, González fue contratado por el holding para hacerse cargo de todo el tema de eficiencia energética al interior de la organización. Fue así como al poco tiempo, comenzó a buscar soluciones energéticas para el área de iluminación. Su propósito era aplicar un sistema para las diferentes unidades de negocios del grupo, entre ellas, la zona de estacionamientos cubiertos. "Lo que buscaba era un producto que no sólo generara mayor eficiencia y ahorro energético, sino que, además, permitiese una mayor luminosidad y durabilidad", explica el ejecutivo. "Esto último era muy importante, porque es un problema tener que estar cambiando constantemente las lámparas en altura o en grandes extensiones", agrega.
Una de las alternativas que tenía en mente correspondía al sistema de inducción electromagnética, una opción económicamente atractiva y cuyo uso se está masificando a nivel global, según señala González. "Justamente, me tocó la casualidad de ver un programa de TV de un canal reconocido y serio donde hablaban de la marca LVD, y ahí explicaban las bondades de su producto. De inmediato me llamó la atención su tecnología innovadora", recuerda.
Por tal motivo, el profesional decidió contactar a su representante en Chile, la firma Enersol, que se encarga no sólo de la distribución, sino también del armado de los productos a nivel local. "Probamos con otras tecnologías, como la LED, pero resultó más eficiente este sistema innovador para reemplazar los tubos fluorescentes tradicionales de 2x36 W", aclara.
De acuerdo a lo que señala González, la solución, que incluyó ampolletas de 40 watts, cumplía plenamente con las normas exigidas por la SEC, como el parámetro de distorsión de armónicos y otros, pero también con todas las exigencias planteadas por Cencosud.
Cabe consignar que las lámparas de inducción son una evolución de las lámparas fluorescentes, pero que no utilizan un electrodo para inducir una corriente en el interior, siendo la rotura o desgaste de éste la principal causa de fallo de las lámparas de descarga, ya sean de halogenuros, vapor de sodio o fluorescentes. Finalmente, esta diferencia es la que explica la notable mayor vida útil que presenta la tecnología de inducción.
Durabilidad y eficiencia
En una primera instancia, el holding llevó a cabo una prueba piloto en los estacionamientos del supermercado Jumbo Bilbao, donde existía un serio problema de iluminación y donde ya se había hecho un proyecto sin éxito. "La óptica no era la adecuada, ya que dicho sistema iluminaba de manera muy puntual hacia el piso, dejando casi en penumbras el área del techo", sostiene González. "El equipo de LVD, en cambio, tenía una distribución de luz muy eficiente en un espacio donde lo que se busca es darle seguridad al cliente", sostiene.
El sistema LVD (Low Voltage Diferential) utiliza una bobina de ferrita alrededor de la cual se enrolla un cable. Una de sus principales ventajas radica en un mayor ahorro de energía -desde un 40% a un 80% (dependiendo de la tecnología preexistente)-, manteniendo o mejorando la iluminación primitiva. "En el caso de Jumbo Bilbao, el ahorro ha llegado a niveles cercanos al 50%", afirma González.
"Claramente, una de sus principales ventajas radica en su gran durabilidad. Además, presenta una alta eficiencia en cuanto a la distribución de luz y también en cuanto al tubo mismo. Es fácil de limpiar, proyecta una luz homogénea, no parpadea y constituye un sistema electrónico, que permite un encendido y apagado instantáneo", explica.
El equipo que comercializa Enersol posee una vida útil por sobre las 100 mil horas (más de 20 años con 13 horas diarias de uso los 365 días del año) y, a diferencia de tecnologías tradicionales (haluro y sodio), tiene muy baja degradación lumínica. Junto con eso, no genera un efecto estroboscópico para el ojo humano y posee un muy buen índice de reproducción cromática, lo cual incrementa la seguridad debido a la mejor percepción de los colores.
Proyectos exitosos
Respecto a las ventajas logradas por la empresa, el Coordinador de Proyectos Energéticos de Cencosud afirma que los beneficios van más allá de lograr ahorros energéticos y obtener mayor eficiencia lumínica. "Hemos podido generar una alianza estratégica con un proveedor capaz de ofrecer un servicio eficiente. Junto con eso, nos otorgan una garantía por un plazo de cinco años por cada producto, lo cual aporta mucha confianza y seguridad".
A su vez, González afirma que Enersol aporta buen servicio, empatía y seriedad tanto en el plano de respaldo como de los tiempos de entrega e instalación. "Me parece que el fabricante que representa Enersol es serio y ofrece buenos productos, siendo un aporte tecnológico muy importante", afirma. "Existen diversos fabricantes de la tecnología de inducción, pero me dio más confianza la que representan y hasta el momento no han fallado", aclara.
Tras la exitosa prueba piloto, esta tecnología fue implementada utilizando otro tipo de luminarias en el área de estacionamientos de motocicletas en el Alto Las Condes, el cual ha operado sin problemas desde hace más de un año. "Mejoró la iluminación y logramos mayores ahorros energéticos", concluye el ingeniero.
Luego fueron incorporados en el Portal Ñuñoa cerca de 900 equipos, en el cual los resultados también han sido positivos hasta la fecha. Actualmente, se están instalando 6.000 equipos en los estacionamientos del mall Costanera Center y se está estudiando la opción de instalar en el corto plazo la misma tecnología en diferentes potencias en otros recintos según sea la necesidad.
