Normalmente, cualquier industria requiere de calentamiento de fluidos, bien sea agua u otro líquido, y por lo general, los proyectos que desarrollamos se orientan a la entrega de energía para los procesos industriales. En cuanto a las diferencias que presenta con el proceso del calentamiento para consumo humano, conceptualmente se trata de lo mismo (calentar fluidos), pero hay varias diferencias esenciales; por ejemplo, los horarios de demanda industrial pueden ser 24 horas al día, mientras que las personas usan agua caliente en las mañanas y en las noches antes de acostarse. Otra diferencia es que en la industria puede haber presencia de elementos corrosivos, etc.
En términos generales y salvo excepciones, las aplicaciones industriales superan en dificultad y envergadura a los usos residenciales. Existen aplicaciones industriales en las que se requiere concentrar toda esa energía en un solo punto, por ejemplo, a la entrada de las calderas convencionales que tienen los clientes, ahorrándose una buena parte del gasto en calentamiento de agua industrial. En otros casos, se puede distribuir la energía en diferentes puntos del proceso productivo, aunque, por razones de costo, regularmente sólo se aplica en instalaciones de gran envergadura.
En particular, el aporte que pueden obtener las empresas mineras se encuentra principalmente en el proceso de lixiviación.
El caso de la Minería
En palabras simples, la lixiviación es un proceso hidrometalúrgico que permite obtener el cobre de los minerales oxidados que lo contienen, aplicando una disolución de ácido sulfúrico y agua, y se basa en que los minerales oxidados son sensibles al ataque de soluciones ácidas. El proceso se realiza en cuatro etapas:
1) Chancado: el material extraído de la mina es fragmentado en pequeños trozos.
2) Formación de la pila: el chancado se apila en un terraplén de 6-8 metros de altura, sobre el cual hay un sistema de aspersores de riego.
3) Regado: se aplica riego a la pila de lixiviación, durante 45-60 días, con una solución de agua y ácido sulfúrico, la cual extrae el cobre en forma de sulfato (CuSO4), el que decanta en un sistema de drenaje que lo transporta a un sistema de estanques donde se limpia de impurezas que pueda haber arrastrado en el proceso.
A nivel productivo, el aporte calórico que se puede obtener de la Energía Solar es especialmente relevante en este proceso, pues entrega la energía requerida para permitir que la solución de ácido sulfúrico y mineral ingrese a los estanques de concentración. Adicionalmente, como en cualquier industria, la energía solar se puede usar también para el calentamiento del agua caliente sanitaria que se requiere para las duchas de los empleados.
Finalmente, el aporte país que significaría la inclusión de Energías Renovables No Convencionales en el sector minero sería sin duda extraordinariamente alto. Basta considerar que el PIB chileno responde en un 55% a la industria minera (básicamente Cobre), y que las zonas geográficas donde se encuentra este material es el Norte chileno, lugar en el que no hay producción hidroeléctrica y donde la irradiación solar es la mayor del mundo. Es decir, convergen las mejores condiciones para el desarrollo extenso de la energía solar.