En relación a la administración de cables de comunicación, la ANSI/EIA/TIA ha desarrollado dos estándares bastante precisos que facilitan en gran medida esta tarea. El primero, conocido como grupo de tarea ANSI/EIA/TIA-569, genera la regulación de los espacios, ductos y canalizaciones. Asimismo, este estándar recomienda que esta solución debiera estar construida al interior del edificio, para permitir al sistema de cableado garantizar las tasas de transferencia comprometidas. Los lineamientos generados por el estándar 569 permiten generar una infraestructura ordenada, entendible por los participantes del proyecto, de fácil mantenimiento, y mejoran en definitiva los costos totales de operación.
En particular, este estándar reconoce tres conceptos fundamentales relacionados con telecomunicaciones y edificios:
Los edificios son dinámicos: Durante la existencia de un edificio, las remodelaciones son más la regla que la excepción.
Los sistemas de telecomunicaciones y de medios son dinámicos: Durante la existencia de un edificio, los equipos de telecomunicaciones cambian dramáticamente. Este estándar reconoce este hecho siendo tan independiente como sea posible de proveedores de equipo.
Telecomunicaciones es más que datos y voz: Telecomunicaciones también incorpora otros sistemas, tales como control ambiental, seguridad, audio, televisión, alarmas y sonido. De hecho, Telecomunicaciones incorpora todos los sistemas de bajo voltaje que transportan información en los edificios.
Por su parte, la norma ANSI/EIA/TIA-606 es vital para el buen funcionamiento y ordenamiento del cableado, ya que define claramente cómo deben ser identificados y documentados cada uno de los subsistemas, basados en etiquetas, códigos y colores, con la finalidad de que se puedan identificar cada uno de los servicios que en algún momento se tengan que habilitar o deshabilitar.
Cabe destacar la importancia de esta práctica, pues en la documentación que se debe entregar al usuario final, el estándar exige que se especifique la forma en que está distribuida la red, por dónde viaja, qué puntos conecta y los medios que utiliza (tipos de cables y derivaciones).
En 2002, se dio a conocer la ANSI/TIA/EIA-606-A-2002: "Administration Standard for Commercial Telecommunications Infrastructure" (Norma de Administración para la Infraestructura de Telecomunicaciones Comerciales), que especifica cuatro clases de sistemas de administración para un rango de infraestructura de telecomunicaciones:
Clase 1: Edificios sencillos que se sirven desde un único cuarto de equipos.
Clase 2: Edificios sencillos con un cuarto de equipos y varios cuartos de telecomunicaciones.
Clase 3: Campus con varios edificios interconectados.
Clase 4: Ambientes multicampus.
Es vital que el cableado de comunicaciones sea capaz de soportar una variedad de aplicaciones, y que dure lo que dura la vida de una red.
Si es parte de un sistema bien diseñado de cableado estructurado, está adecuadamente instalado, ordenado e identificado, será más fácil su administración, traslados, adiciones y cambios, así como una migración transparente a nuevas topologías de red. En cambio, los sistemas que crecen anárquicamente, bajo el desorden y sin la documentación adecuada, generan una problemática adicional para los cambios, reconfiguraciones y nuevos trazados, los que son bastantes frecuentes en la vida útil del sistema. Los problemas con la red son más difíciles de localizar y tardan más en resolverse. Cuando las comunicaciones de los sistemas fallan, los empleados y los activos de las empresas se paralizan, causando pérdidas de ingresos y ganancias. Aún peor, la imagen ante clientes y proveedores puede verse afectada adversamente.
Cada día, la comunicación en redes se hace más compleja: más usuarios comparten dispositivos periféricos, más tareas de misión crítica se efectúan sobre estas redes, y crece la necesidad de un acceso más rápido a la información. Entonces, se vuelve más importante un buen ordenamiento de la infraestructura que sirve de plataforma para el transporte de datos, bajo severos estándares internacionales, que puedan garantizar la adaptabilidad, flexibilidad, y longevidad de los sistemas de cableado actuales.