La reducción en el tamaño, entre un 40% y un 50% para la subestación aislada en aire (AIS, por sus siglas en inglés) de interior y entre un 70% y un 80% para la aislada en gas SF6 (GIS) de interior, ha simplificado enormemente este proceso, y a los beneficios estéticos se han sumado otros que contribuyen a tomar la decisión de optar por este tipo de soluciones.

Al montar los equipos bajo techo aumenta la confiabilidad de la subestación y se reduce la necesidad de mantenimiento, puesto que el riesgo de falla por contaminación ambiental o la consecuencia de la presencia de animales, disminuye considerablemente en el caso de la AIS y por completo en el de la GIS. Además, es posible monitorear la subestación en forma remota y el ruido de los transformadores se atenúa notablemente.

En el caso de la GIS, existen subestaciones subterráneas sobre las cuales se instalan áreas verdes e incluso juegos de agua que permiten reducir aún más la percepción del ruido que generan los transformadores.

Otro de los beneficios que acarrean las subestaciones Indoor, al ser más compactas, es que utilizan mucho menos terreno que las Outdoor, aspecto importante considerando el alto costo de los suelos urbanos.

Tipos de Subestaciones Indoor

De acuerdo a lo que se requiera para las diferentes aplicaciones existen varios tipos de subestaciones Indoor, siendo una de ellas las modulares de hasta 170 kV. Gracias a su diseño, el número de interfaces se reduce significativamente, pues muchas de sus funciones están combinadas en un solo módulo. Además, el proceso completo desde la planificación a la puesta en servicio puede acelerarse significativamente.

También las hay completamente prefabricadas, permitiendo una instalación rápida y fácil en el lugar de destino, minimizando los impactos para el vecindario. Al mismo tiempo, la calidad del suministro es mayor, ya que es posible hacer todas las pruebas en fábrica antes del envío. Dentro de éstas están las subestaciones de distribución con transformadores de hasta 16 MVA. En ellas el cableado primario y el secundario situado entre los módulos se prepara de modo que permita una conexión rápida.

En las subestaciones prefabricadas, el montaje y las pruebas en el emplazamiento se pueden hacer en tan sólo un par de semanas, quedando en un breve período de tiempo listas para su puesta en servicio.

Este tipo de complejo eléctrico requiere de unos 100 mt² para su instalación, es decir, menos del 30% de una subestación AIS de exterior, y está compuesta de tres módulos:

• Módulo transformador de potencia: Incluye el transformador principal, una cimentación prefabricada -que hace las veces de depósito de aceite-, los muros y una cubierta.

• Módulo de Alta Tensión: Provisto de un interruptor extraíble COMPACT de 52 kV.

• Módulo de Media Tensión: Cuenta con equipo CC/CA auxiliar, de relés y control para el conjunto de la subestación. Al igual que el de Alta Tensión, va articulado al módulo del transformador.

Todas estas características permiten que la subestación, incluidos los cimientos, puedan desmantelarse y trasladarse con rapidez.

En Chile, este tipo de subestaciones son especialmente demandadas por las compañías de distribución de energía y por las mineras a causa de su nula necesidad de mantenimiento y capacidad de operar en condiciones adversas de contaminación y a grandes alturas. Un ejemplo de ello es la subestación que se suministró a la Compañía Minera Doña Inés de Collahuasi y que ostenta el récord de ser la de mayor altitud instalada en el mundo.