A poco más de un año del seminario "Aceites corrosivos en transformadores de poder", organizado por el Comité Chileno del Consejo Internacional de Grandes Redes Eléctricas (CIGRE), que se llevó a cabo en Santiago, se continúan despejando algunas dudas relacionadas con esta materia. Mirando en retrospectiva podemos advertir que 2006 fue un año clave en el que comenzaron a ocurrir fenómenos que afectaron directamente a los transformadores y reactores de poder, pues se presentaron distintos niveles de siniestros a nivel internacional. Esta situación provocó problemas de cortes de suministro eléctrico a vastos sectores de la población y, como consecuencia, importantes pérdidas económicas para las compañías afectadas, además de una serie de alarmas en la industria global.
Al investigar los equipos siniestrados, se detectó en el aceite la presencia de azufres corrosivos, los cuales atacaban al conductor de cobre del transformador; esto, mediante la existencia de sulfuros de cobre, los cuales se van depositando en los conductores del transformador o atacando el papel aislante y, por ende, generando potenciales desperfectos. Estos sulfuros de cobre provocan que se pierda el poder aislante que tiene el transformador.
En la actualidad, las investigaciones continúan centradas en detectar este fenómeno; por ello, se están realizando pruebas científicas que contribuyen a identificar en los aceites -que llevan años en estos equipos- la presencia de azufres corrosivos, y si los aceites nuevos son potenciales generadores de estas amenazas.
Acciones preventivas
Hoy en día los responsables por velar por el buen funcionamiento de estos transformadores están en una gran disyuntiva: cambiar el aceite contaminado o pasivar el aceite con presencia de azufres corrosivos.
Tomemos como ejemplo un estudio realizado por CIGRE, en agosto de 2005, con 21 transformadores: a 5 de ellos se les realizó cambio de aceite y los 16 restantes fueron pasivados, es decir, se les aplicó aditivos. De estos últimos después de un año, 8 fallaron (50%), mientras que aquéllos a los que se les cambió el aceite se mantuvieron en perfectas condiciones.
Gracias a este estudio, se pudo advertir que la solución de pasivar los transformadores no es totalmente confiable, pues los aditivos evidenciaron debilitamiento. Por ello, la mayoría de los expertos en esta materia considera que la solución más segura es cambiar el aceite. Por lo tanto, surge la interrogante: ¿cambiar el aceite o usar pasivador?
Las opiniones al respecto están divididas. Por un lado, hay expertos que por seguridad recomiendan que al detectarse la presencia de azufres corrosivos en el lubricante, se cambie el producto. Y, por otro lado, está el uso de pasivador, que a pesar de necesitar una renovación constante y un control de manera periódica, es de todos modos una práctica utilizada en el sector.
Más allá de la solución elegida por cada compañía, es importante no olvidar que los azufres corrosivos son una constante amenaza en los transformadores de poder, lo cual puede significar grandes pérdidas en una compañía. Entonces, la invitación es a evaluar costos y riesgos, como también a trabajar por incorporar mejores prácticas en el quehacer del sector eléctrico nacional.