La necesidad de evaluar las características y efectividad de los servicios prestados es el motor que impulsa a las empresas a asegurar una buena calidad y flujo de la información entre los distintos entes involucrados en los procesos, ya sean éstos internos o externos.

Hoy podemos destacar 5 claves a tener en cuenta respecto a la integración informática como apoyo a la gestión y operación de las empresas:

Clave 1: Considerar la integración en todas direcciones

Para garantizar el correcto flujo de las operaciones, es necesario el traspaso de información entre los distintos actores involucrados en el proceso.

Muchas de las empresas del sector ya han apostado por un sistema ERP para la gestión de sus procesos logísticos y financieros. Sin embargo, existen otros procesos en el sector que son cubiertos por otras herramientas y sistemas. En las distribuidoras, principalmente, los procesos de negocio orientados al cliente final son cubiertos por las llamadas "soluciones de industrias", que incluyen soluciones para poder controlar procesos como medición, facturación, cuenta corriente y otros procesos de atención a clientes.

Por último, los entes regulatorios, generadoras, transmisoras y distribuidoras requieren un constante intercambio de información para mantenerse al día acerca del comportamiento de mercado y de la situación, siempre cambiante, de la matriz energética existente.

Clave 2: Calidad de información - Ingrediente base para un buen indicador

Pensando en la industria energética, y la multiplicidad de información que debe ser agrupada, procesada y ordenada, pensar en instalar una solución ERP es un primer paso. El siguiente es generar indicadores de gestión confiables, que apoyen el proceso de análisis en la integración de información necesaria.

En el sector energético es importante mantener una base fidedigna que individualice cada uno de los activos relevantes de la empresa, desde las plantas de generación y sus distintos componentes, hasta el tendido eléctrico que llega hasta los domicilios de los clientes. El contar con esta información es crucial para estructurar planes de mantenimiento preventivo, que resulten efectivos y que permitan adelantarse a problemas que pudiesen terminar por impactar el proceso continuo de distribución energética. Nuestro país ya ha sido testigo del impacto que genera la interrupción de distribución de energía para el normal funcionamiento de las actividades cotidianas.

Resulta fundamental asegurar la calidad de la información desde el origen hasta la base y esto se logra a través de la integración, el control y el flujo de la información a todo nivel, a través de un modelo definido y consensuado entre los distintos actores del negocio.

Clave 3: Considerar las distintas herramientas disponibles en el mercado y su alcance

Una vez analizadas las falencias en la integración de información, establecidos los objetivos y procesados los indicadores de gestión relevantes, se debe tomar la siguiente gran decisión: ¿qué sistema ERP se debe implementar? Luego, la decisión se centra en determinar si acaso debiera implantarse sólo para los procesos de apoyo a la gestión o también para los procesos comerciales o de cara al cliente.

Dentro de las soluciones del sector, existen otras herramientas especializadas, donde la mejor opción es generar interfaces de comunicación entre ambos sistemas, para asegurar una cobertura más eficiente de los procesos. Los ejemplos más claros son los sistemas GIS, SCADA y aplicaciones para capturadores o dispositivos móviles.

Clave 4: Estabilizar, mejora continua, mantenerse actualizado

Una vez que se implementan las distintas soluciones, siempre resulta necesario invertir recursos en su estabilización. Las herramientas tecnológicas, en muchos casos al ser utilizadas a nivel mundial, van incorporando nuevas funcionalidades día a día, por lo que es importante estar al día en las actualizaciones de sus herramientas tecnológicas.

Clave 5: Apunte la mirada hacia el futuro

El escenario global energético ha cambiado bastante en los últimos años, y si bien existen particularidades en cada país, las tendencias en otros mercados apuntan a la desregularización del sector.

Si bien aún falta tiempo para que algo así se presente en nuestro país, debido a las nuevas exigencias, las herramientas tecnológicas han evolucionado para adaptar los sistemas apuntando a cubrir estas nuevas condiciones, como el constante intercambio de información, el asegurar la calidad y consistencia de la misma, y el aumento de las variables a ser consideradas en los distintos procesos.

En la medida en que nuevos actores se incorporan a la generación de energías renovables, y en la medida en que se produzcan cambios regulatorios que den mayor flexibilidad al mercado, se van configurando nuevas formas de facturar la energía, lo que necesariamente termina en los sistemas que realizan el cálculo de las distintas tarifas a ser aplicadas. Vemos cómo las tecnologías apuntan fuertemente a configurar las llamadas "smart-grids" o redes inteligentes, donde se hace realidad la facturación en línea a partir de una medición en el momento, o bien la suspensión o reactivación instantánea del suministro si se cumplen las condiciones establecidas en el sistema y modeladas por cada empresa. Los usos de estas tecnologías son muchos y es probable que en poco tiempo podamos considerar posible el caso de que un cliente se contacte con la distribuidora, notificando una mudanza, para lo cual se le tome una lectura en el momento, se le emita una factura final y, posterior a su pago en línea, la distribuidora proceda inmediatamente a cortar el suministro.