¿Qué avances marcan el desarrollo actual de la Eficiencia Energética?
No hay avances fundamentales. Las fuentes de energía que existen son muy similares a las usadas desde hace algún tiempo. Sin embargo, podemos afirmar que se ha dado un paso cuántico en el ámbito de la electrónica de potencia, producida masivamente en la actualidad, con una relación costo-efectividad más conveniente. Estamos frente a una revolución en este campo, sin embargo, no está siendo aprovechada a plena capacidad.

¿Esto podría mejorar la eficiencia de una empresa?
Por supuesto. Sólo para poner las cosas en contexto -y darles la magnitud que tienen- cerca de un 65% de la energía eléctrica que consume la industria mundial es utilizada por los motores eléctricos y sólo un 5% de ellos están controlados por accionamientos de velocidad variables. Si consideramos que la mayoría de las aplicaciones requieren de algún grado de control, entonces, existe un enorme potencial de mejora en la eficiencia del uso de la energía eléctrica.

Hay un potencial de ahorro que se está desperdiciando…
Así es. El potencial en ahorro de energía para un motor controlado por un convertidor de frecuencia es del orden de 50%, especialmente en aplicaciones de bombas o ventiladores que trabajan controlados con métodos mecánicos, lo que significa que la pérdida es enorme.

Ahí hay un gran derroche del que tenemos que hacernos cargo. Los requerimientos de energía eléctrica son siempre crecientes. La demanda debería duplicarse en el 2020, y si multiplicamos esa cifra por el requerimiento de los demás países, llegamos a una demanda energética mundial futura enorme; entonces, lo que nos queda es cubrir parte de esa demanda a través del ahorro, como una especie de generación negativa. Ese es un concepto del que ya estamos escuchando y que tiene que sumarse al aporte de las nuevas y múltiples fuentes de energía, entre ellas, las energías renovables, la nuclear, la hidroelectricidad y la proveniente de combustibles fósiles, que a su vez tienen que estar caracterizadas por un factor común: la eficiencia.

¿Se trata de alcanzar un equilibrio entre ahorro y nuevas fuentes de energía?
Sí, porque ahorrar significa tener un costo marginal menor que construir nuevas plantas de generación. En Chile el Gobierno está dando pasos en ese sentido, pero es necesario apurar el tranco. Lograr ser más eficientes en el uso de la energía no significa eliminar la necesidad de nuevas fuentes de energía, pero es un aporte vital para cubrir la demanda. También existen ahorros potenciales en las actuales plantas de generación térmica, que son responsables de más del 50% de la energía producida en Chile.

¿Qué ahorros pueden obtenerse en estas plantas?
Ahorros muy importantes, porque sólo en el SING el 100% de la energía es producida en forma térmica y en el SIC el 47% es termoeléctrico. Muchas de esas plantas pueden ser mejoradas en torno a un 6% ó 7% en términos de eficiencia si se incorporan tecnologías de accionamiento de velocidad variable en sus equipos auxiliares. ¿No es lógico que en un país como el nuestro, que no produce combustibles fósiles, seamos los más interesados en usarlos de la forma más eficiente posible?

¿Se está gestando un cambio en ese sentido?
Creo que sí. Mucha gente está analizando alternativas como éstas, porque debido a que el costo de la energía se está incrementando, los proyectos de recambio tecnológico presentan retornos de inversión muchísimo más favorables que antes. Se habla de lo importante que es para Chile aumentar la productividad para incrementar los niveles de crecimiento y disminuir la pobreza, y justamente uno de los factores determinantes en la productividad son los costos de la energía.

Entonces, ¿el mensaje para las empresas es comenzar cuanto antes?
Sí. Es necesario que nos enfoquemos -como dice el dicho- "en la fruta que está colgando bajo", porque tenemos muchas alternativas para ser más eficientes energéticamente que están a nuestro alcance y que no requieren de grandes esfuerzos. Donde quiera que haya una válvula de control es preciso que las empresas instalen un convertidor de frecuencia.

Es necesario hacer los cambios, porque son fáciles y rápidos de hacer, y tienen un retorno de la inversión prácticamente inmediato. Es decir, emprender acciones de Eficiencia Energética no sólo es bueno para el país y para el mundo, sino que también es un gran negocio para las compañías.