Sin duda alguna, la incapacidad de poder evaluar de manera adecuada los beneficios que representa para sus usuarios una suscripción en línea, se debe en gran medida a que su utilidad no es tangible ni es posible medir con exactitud. Un cuestionamiento muy frecuente dentro de las empresas que normalmente frena la posibilidad de adquirir una suscripción en línea a las normas, es el temor a realizar un gasto por anticipado en una suscripción que no se sabe con certeza si se usará. En este sentido, muchos ejecutivos, frente a este tipo de adquisiciones, se preguntan "¿para qué suscribir un paquete de normas que no sabemos si vamos a usar?".
Claramente, el temor al cambio es comprensible, ya que significa un riesgo, pero en esta era, marcada por el conocimiento como competencia fundamental para el éxito, el acceso a la información juega un papel esencial en el desarrollo e innovación.
En muchos casos, se desconoce cuál es la normativa disponible. Los sistemas de búsqueda en línea ayudan a resolver este problema, ofreciendo acceso a las normas en texto completo, las 24 horas del día y en todas sus versiones (borrador, histórica o vigente).
Los sistemas de alertas permiten recibir un aviso por correo electrónico, indicando si se ha producido un cambio en la norma, asegurando de este modo contar siempre con la versión vigente.
Suscripciones "a la carta"
Es cierto que, en muchas ocasiones, no se requiere dentro de las empresas una gran cantidad de normas y las colecciones de normas ya armadas (paquetes cerrados) no responden a sus necesidades específicas. En estos casos, la compra individual de normas parece responder mejor al requerimiento.
Por esta razón, una posible solución es la alternativa de suscripción "a la carta", es decir, una licencia de uso que permite bajar un número determinado de normas durante el curso de la suscripción anual. Al principio de la suscripción, el usuario no tiene que determinar cuáles descargará, sino que descargan los documentos cuando se requieren.
Estos tipos de suscripción contemplan perfectamente la necesidad de la empresa, ya que se paga solamente por el acceso a las normas que se requiera y se asegura contar con la norma vigente las 24 horas del día.