En ese sentido, otro gran logro de la industria ha sido la creación de los diodos electro luminiscentes (LED), que transforman electricidad en luz dentro de un cristal sólido de material semiconductor. A pesar de que desde 1927 ya había observaciones sobre la posibilidad de generar luz de esta forma, fue solamente en 1962 cuando el científico de GE, Nick Holonyack, logró producir el primer espectro visible de LED para aplicaciones prácticas. El continuo interés por parte de la empresa en desarrollar las revolucionarias y energéticamente eficientes fuentes lumínicas del futuro también llevó a GE a invertir en el perfeccionamiento de los OLEDs (Organic Light-Emitting Diodes), finos materiales orgánicos colocados entre dos electrodos -al igual que en una ampolleta- que se iluminan como resultado de una diferencia de tensión, otorgándole al OLED sus propiedades características. Por ser una fuente de luz flexible, eficiente energéticamente, delgada como el papel y capaz de alumbrar vastas superficies, los OLEDs ofrecen grandes posibilidades de diseño y tienen el potencial de mostrar niveles de eficiencia y calidad de iluminación similares a los que se pueden encontrar en los sistemas de LED tradicionales. Algunas de sus posibles aplicaciones son la iluminación oculta para vitrinas, anuncios luminosos flexibles para uso publicitario, escaleras con luz propia, papel mural lumínico para decoración, pantallas portátiles del tamaño de un poster, prendas de vestir iluminadas para personal de servicios de emergencia o ropa para hacer footing; ya que no necesitan estar conectados a una fuente de energía. Sus baterías no contienen sustancias químicas cáusticas, no son tóxicas ni inflamables y no pueden sobrecalentarse, explotar o causar quemaduras o descargas eléctricas. Pueden ser cortados, doblados, envueltos alrededor de las esquinas e impresos en rollos al igual que un periódico. Además, pueden ser de diversos colores. A futuro, los OLEDs podrán reemplazar las pantallas de corriente, llegando a reproductores de MP3, equipos médicos y hasta los relojes de buceo. Las pantallas de LED tienen un bajo consumo de energía, lo que las hace tan atractivas para los dispositivos portátiles; sin embargo, el OLED llegará a ser aún más eficiente en el ahorro de energía porque, al contrario de los cristales líquidos en las pantallas LED, los OLED no necesitan luz de fondo. Además, una pantalla OLED tiene un ángulo de visión mucho más grande. |