En términos teóricos, un accionamiento eléctrico puede ser definido como "la técnica a través de la cual se da arranque a un conjunto: motor eléctrico-impulsor, acoples y una carga determinada". En la práctica, cuando hablamos de accionamientos eléctricos, nos referimos a aquellos equipos que facilitan, optimizan y controlan la operación de una máquina eléctrica rotatoria, a través de elementos de electrónica, comunicación y potencia.

Cuando pedimos un accionamiento eléctrico, dependiendo del contexto y la aplicación, hablamos de sistemas de partida estrella-triángulo o de equipos como partidores suaves, variadores de frecuencia, convertidores de corriente continua y convertidores de corriente alterna, entre los más comunes.

Dada la presencia masiva que poseen los accionamientos eléctricos en los procesos productivos, habitualmente nos vemos inevitablemente enfrentados a la situación de compra y/o mantenimiento, muchas veces sin tener un conocimiento acabado respecto de qué estamos enfrentando y, por lo tanto, qué necesitamos. En este contexto, la adquisición y el mantenimiento de un accionamiento se tornan en operaciones más complicadas de lo que quisiéramos.

Variables a considerar al adquirir un accionamiento de CA

En primer lugar, debemos identificar variables como aplicación o uso que se le dará, potencia, corriente de carga, tensión de entrada, torque de la carga y revoluciones por minuto del motor. Estas variables son necesarias para pedir y dimensionar adecuadamente un accionamiento.

• Potencia eléctrica: Cantidad de energía eléctrica o trabajo que se transporta o que se consume en una determinada unidad de tiempo (está determinada por la carga a conectar).

• Corriente de la carga conectada: Flujo de corriente por unidad de tiempo que recorre un material (en este caso, conductores de cobre). Se debe a un movimiento de los electrones en el interior del material.

• Tensión de entrada: Es el nivel de voltaje o diferencia de potencial que proviene desde la acometida eléctrica. Para Chile, en baja tensión, ésta puede ser de 220 ó 380 Vac.

• Torque de la carga: Es la fuerza que se debe aplicar en el eje del rotor del motor para poder mover la carga deseada (se puede calcular a partir de la potencia).

• Revoluciones por minuto: Es la unidad de frecuencia usada para medir la velocidad angular. En este contexto, una revolución es una vuelta de eje del motor. Este parámetro depende de los pares de polo del motor y de la frecuencia del sistema (en Chile, 50 Hz).

Mantenimiento

La preocupación por los accionamientos eléctricos no debiese concluir con la compra adecuada a los parámetros antes descritos, sino también considerar que todo producto posee un ciclo de vida y un desgaste asociado al uso. Este debe ser asistido por un periódico sistema de mantenimiento especializado, ya que estos dispositivos son costosos, debido a que son fruto de importantes desarrollos e innovaciones en el ámbito de la electrónica de potencia, pero han complejizado sus circuitos, diseño y elementos constructivos. Por ende, una avería puede causar cuantiosas pérdidas operacionales y de la reparación misma, por lo que si no existe una especialización en el área de accionamientos, es mejor contratar servicios externos para realizar este tipo de trabajo, considerando que un error en la reparación o mantenimiento puede resultar muy caro.

¿Cómo programamos este mantenimiento? Sin duda es fundamental atender a factores propios de cada equipo, tanto en potencia como en complejidad. Por ejemplo, en una planta en que el parque de accionamientos eléctricos es abundante, es mejor programar equipos menos complejos, como partidores suaves y drives de baja potencia, los cuales podrían ser fácilmente reemplazables en caso de presentar problemas, para luego continuar con equipos de mayor potencia, que requieren repuestos escasos en el mercado y mantenimientos más prolongados.

Si a pesar del mantenimiento o reparación la falla persiste, siempre existe la opción de adquirir un equipo nuevo. Por lo tanto, hay que evaluar que el equipo ofrecido sea compatible con las características del dispositivo a reemplazar. En este sentido, asesorarse con gente especializada es una responsabilidad.

Por último, y como consecuencia de lo mencionado, cuando se eligen apropiadamente los distintos componentes de un accionamiento y su mantenimiento, se consigue una operación armónica del conjunto, sin que ninguno de sus componentes constitutivos resulte sobrecargado o sub-dimensionado, con una operación óptima con menores tiempos medios entre falla y con el consiguiente beneficio económico-energético para la industria.