Nicolás Zorotovic, Gerente Productos y Servicios de CONECTA.

Mauricio Alamos, Service Manager de la División Power Service de ABB en Chile.

Gonzalo Barros, Gerente de Ingeniería de Dóminet.

Luis Veloso, Gerente de Enerline.

Sergio Espinosa, Gerente General de Asesoría Energética Conelse Ltda.

Vivimos en una época en la que la competitividad impulsa a optimizar recursos, disminuir gastos y aumentar productividad. Un ejemplo de esto son las auditorías energéticas, que permiten identificar los distintos consumos de energía al interior de una instalación, de modo de analizar las soluciones posibles para aumentar los ahorros en estos consumos. Según Nicolás Zorotovic, Gerente Productos y Servicios de CONECTA, una auditoría energética debe estar compuesta por etapas claramente demarcadas, que incluyen el levantamiento de las instalaciones y recopilación documental (planos, facturas, registro de los principales equipos consumidores de energía, estadísticas de producción, etc.), una campaña de mediciones de parámetros eléctricos y mecánicos (obtención de datos en terreno), y la elaboración de un informe final, que abarque las indicaciones de consumos específicos y las acciones de ahorro recomendadas, junto al análisis económico que da cuenta de la rentabilidad de aplicar dichas recomendaciones.

En este sentido, Mauricio Alamos, Service Manager de la División Power Service de ABB en Chile, asevera que el mayor porcentaje de la auditoría se concentra generalmente en aplicaciones que contengan motores eléctricos, como compresores, ventiladores, sopladores, correas, entre otras. Además, debe considerar la evaluación de pérdidas en la carga, sistemas de transmisión, motores y accionamientos, y eficiencia del sistema eléctrico. "Todo eso permite evaluar, bajo parámetros objetivos, la eficiencia de los sistemas y mejorar tanto las instancias operacionales como de diseño; siempre considerando la función de costo global como la instancia de toma de decisiones", explica.

En este punto, el profesional indica que es muy importante la documentación y trazabilidad del modelamiento de las pérdidas a través de datos reales de cada planta, ya que "no siempre las mismas instancias de soluciones son repetibles para cada cliente. Estas dependen de muchos factores, como el nivel y tipo de carga, estacionalidad de la producción y el tipo de definición de la solución".

Beneficios de las auditorías energéticas

A juicio de Gonzalo Barros, Gerente de Ingeniería de Dóminet, estos diagnósticos energéticos pueden resultar muy valiosos en sectores intensivos en el uso de la energía, como frigoríficos, empresas agrícolas, hotelería, alimentos, mineras y fundiciones, edificios corporativos, entre otros. "En general, estas auditorías son transversales con respecto a los sectores económicos, siendo relevante aplicarlas cuando el consumo de energía representa por sobre el 10% de los costos de la empresa", afirma.

Al respecto, Luis Veloso, Gerente de Enerline, agrega que los procesos de Baja Tensión ofrecen frecuentemente mayores espacios de mejora. "Venimos de décadas en que el costo del kW/h era muy bajo, por lo que nunca se justificaba construir redes eficientes y con altos estándares de seguridad. Entonces, la mayor cantidad de ‘pérdidas energéticas’ son detectadas en los procesos de Baja Tensión, debido al diseño de las redes eléctricas y sistemas térmicos en los que se privilegió el bajo costo de una instalación por sobre la prestación eficiente", sostiene.

Además de identificar las posibles reducciones del consumo energético al interior de una planta, una auditoría energética puede brindar otros beneficios. "Entre éstos podemos mencionar que un sistema eficiente ofrece mayor seguridad en su accionar, con menos fallas y paradas de planta. Asimismo, sus componentes pasivos y activos (cables, transformadores, equipos electrónicos, luminarias, computadores, etc.), presentan una mayor durabilidad. En este sentido, una auditoría energética puede redundar en menores costos de mantención preventiva y correctiva", añade Veloso.

Para estos especialistas, gran parte de la industria nacional ignora los beneficios de las auditorías energéticas. "Aún es un tema novedoso para la industria, por lo que existe escepticismo respecto del resultado en el ahorro con tecnologías probadas. Por lo mismo, es necesario aplicar estrategias que puedan ser medidas, y aplicarlas paulatinamente por la empresa cliente, para generar confianza y lograr el éxito en los proyectos", sostiene Barros.

En este aspecto, Zorotovic afirma que "en muchos casos, estas auditorías son percibidas como un gasto y no como una inversión, por lo que resulta fundamental que la Alta Dirección de la compañía auditada conozca sus beneficios y se comprometa con esta medida".

Según Sergio Espinosa, Gerente General de Asesoría Energética Conelse Ltda., muchas empresas de gran tamaño, especialmente las mineras, ya han tomado este compromiso y están buscando vías para implementar algunas formas de ahorro. "Al ser grandes consumidores, muchas de ellas han creado dentro de sus organizaciones una Gerencia de Energía, área que tiene por objetivo visualizar mejoras en el uso de la energía, bajo cualquier forma, aplicando parámetros de medición internacionales para comparar sus resultados de toneladas producidas versus consumo de energía en pesos y en medidas equivalentes, como BTU o kW/h", atestigua.

Criterios para elegir un auditor

Según los especialistas consultados, la elección de un "auditor energético" es vital para transformar un procedimiento en un éxito. En este sentido, sostuvieron que es necesario buscar consultores que cuenten con una amplia experiencia en la realización de este tipo de procedimientos, y que tengan conocimientos del proceso a ser auditado. "El alto consumo de energía es la consecuencia de los procesos, no la causa", agrega Barros.

A juicio de Espinosa, la experiencia le otorga al profesional un conocimiento práctico, el que sumado a los estudios teóricos permite visualizar rápidamente los puntos ineficientes en cada proceso. "Además, el haber visto y analizado el resultado en otros lugares, realizado por otros profesionales, incrementa su batería de soluciones probadas", explica.

ESCO: Una alternativa para realizar auditorías energéticas

Una opción para llevar a cabo una auditoría energética (y las posteriores recomendaciones), son las empresas de servicios energéticos o ESCO (por sus siglas en inglés). El tema no es desconocido para la industria nacional, pero no existe actualmente una legislación que ampare las actividades de estas compañías.

“Normalmente, un conjunto de empresas expertas en diferentes especialidades se asocian para proyectos de este tipo, asumiendo los riesgos técnicos y económicos incorporados”, explica Marcelo Hormazábal, Gerente de Ingeniería de EECOL Power. “De este modo, los consumidores de energía continúan enfocando sus recursos a su actividad principal, mientras que la ESCO se encarga de la modernización de los equipos e instalaciones mediante la integración de proyectos con ahorros energéticos y económicos garantizados”.

En este sentido, las ESCO ofrecen el desarrollo, diseño y financiamiento de proyectos, además de instalar y mantener el equipamiento asociado a las soluciones de ahorro energético. Al asumir los riesgos del proyecto, también se hacen responsables de la medición, monitoreo y verificación de los ahorros generados.