Para comenzar, debería decir que creo que los diodos emisores de luz (o, en inglés, Light Emitting Diodes, LEDs), serán la solución de iluminación más usada en el futuro, quizás en 5 ó 10 años. Pero actualmente, por sus prestaciones y costos, están relegados a aplicaciones de iluminación decorativa o de señalización. Esto se debe, en gran medida, a que los LEDs orientados a funciones de iluminación de grandes superficies, como locales comerciales o plantas libres, no han alcanzado los estándares de potencia lumínica y los costos de otras fuentes de luz más "convencionales", como las lámparas de descarga o los tubos fluorescentes. Cuando se consideran los últimos desarrollos en estas tecnologías de iluminación, esta diferencia se acentúa aún más, pues representan alternativas mucho más eficientes, tanto por la calidad de su iluminación como por su costo de instalación. En el mercado nacional, existe un gran desconocimiento sobre esta tecnología, como lo demuestra la especificación de "Tubos Fluorescentes LED de 8W" en importantes proyectos a lo largo del país. Obviamente, se refieren a una lámpara con la FORMA de un tubo fluorescente T8 de 18W, que utiliza LEDs de alta potencia (8W) como principio de funcionamiento. Aparte del detalle semántico, el problema está en que muchos de los tubos LED disponibles en el país, ofrecen una menor capacidad de iluminación a la de un tubo fluorescente equivalente. Con estas especificaciones, el nivel de iluminación de ese proyecto bajaba un 50%. De hecho, para igualar la cantidad de luz emitida por una luminaria de 3x18W, se debería duplicar la cantidad de tubos LED y una luminaria LED de 3x8W debería transformarse en una de 6x8W. Además de reducir significativamente el ahorro energético prometido por la tecnología LED, se debe considerar que el costo de estos tubos LED es mucho mayor a los tubos fluorescentes "tradicionales", lo que viene a incrementar de manera importante el costo del proyecto. Opciones a la iluminación LED Ahora bien, esto no significa que no haya alternativas más eficientes a las lámparas T8. Al contrario, existen opciones, como los tubos fluorescentes T5, que son mucho más eficientes que sus antecesores y mucho más baratos que la tecnología LED. En este sentido, y considerando los costos y prestaciones actuales de ambas tecnologías, un proyecto que incluye tubos T5 brinda una relación costo-beneficio mucho más competitiva. Si las luminarias T8 ya están instaladas, en el país ya están disponibles los sistemas de conversión a tubos T5 que permiten reducir el consumo de energía de una luminaria tradicional (aproximadamente, de 18 a 8-10W, dependiendo de la calidad de los componentes del kit), sin necesidad de grandes modificaciones (tan sólo hace falta remover el ignitor o partidor). Los ahorros brindados por estas soluciones de recambio, permiten calcular el retorno sobre la inversión en menos de 24 meses para un proyecto de unos 300 tubos. Sin embargo, es cierto que los tubos fluorescentes son contaminantes y que requieren un procedimiento especial de desecho. Afortunadamente, ya existen proyectos de empresas en Chile que reciclan estos tubos, rescatando casi todos los componentes dañinos, evitando que se transformen en un foco de contaminación. Una fuente de ahorro adicional es la que representan los sistemas de Domótica, que, por ejemplo, con sensores de luminosidad y balastos dimmeables, permiten controlar y automatizar las fuentes de luz según diversos criterios: cantidad de luz natural que existe en el lugar, hora del día, personas en la habitación, tareas a desarrollar, etc., optimizando el consumo de electricidad. El LED no está muerto Cada proyecto de iluminación tiene sus requerimientos particulares. Por ejemplo, los usuarios de una sala de clases (estudiantes), un local comercial (clientes) o un pabellón médico (cirujanos y enfermeras), tienen necesidades muy distintas, y para configurar la mejor solución, un diseñador de iluminación o proyectista eléctrico debe considerar todos los elementos a su disposición, incluyendo la iluminación LED. Creo que la tecnología LED será en unos pocos años una importante fuente de iluminación para las grandes superficies. Las capacidades de iluminación y sus costos deberían permitir su uso en este tipo de aplicaciones en 5 a 10 años y todos los grandes fabricantes están trabajando en esa línea. No obstante, no podemos desmerecer que hoy en día las fuentes de luz "tradicionales" son muy eficientes y que continúan los desarrollos en este tema. Simplemente, no hay que dejarse llevar por la innovación. |