¿Qué se entiende por "iluminación por inducción magnética"?
Básicamente, consiste en que el bulbo de una luminaria -que no tiene filamentos sino que sólo gas- posee una bobina que genera un campo electromagnético que permite "excitar" a los electrones para que éstos generen la incandescencia o luminosidad.

Este proceso posee innumerables aplicaciones, ya que actualmente es posible encontrar distintos formatos que utilizan este tipo de tecnología, como alumbrado público, campanas, proyectores o ampolletas compactas de distintos tamaños.

¿Cómo aporta esta solución a la Eficiencia Energética?
Primero que todo hay que destacar que la inducción magnética es una alternativa que está direccionada al sector industrial, ya que gracias a su rango de potencia -de 40 a 300 Watt- se puede lograr la misma luminosidad que otros productos que encontramos en el mercado, pero consumiendo entre un 50% a 60% menos de energía.

Cuando hablamos de EE, lo que estamos diciendo es que "a un menor esfuerzo, consigo mejores resultados"; por eso junto con apuntar a ahorrar energía con buena iluminación, la inducción magnética también genera menos temperatura, disminuyendo el calor en el ambiente y, por ende, el uso de menos energía destinada al aire acondicionado donde se requiera.

Entonces, sus ventajas radican en sus cualidades técnicas…
Exacto. El diseño, eficiencia y duración de este tipo de luminarias favorece mucho la proyección de luminosidad, obteniendo excelentes resultados en bodegas, pasillos o empresas que operan con turnos de 24 horas.

Importante es destacar su duración y baja mantención. En el primer caso, actualmente encontramos luminarias compactas que tienen una vida media de 60 mil horas, mientras que en formatos donde el ballast está separado de la lámpara, la vida media alcanza las 100 mil horas.

Respecto a la mantención, y debido a que no tiene filamentos en su interior, su degradación es muy lenta, manteniendo sus condiciones de luminosidad por mucho tiempo; por lo tanto, sólo bastaría con hacer una buena limpieza del equipo periódicamente (al año o cuantas veces sea necesario).

Pero está la sensación de que la industria ahorra en procesos y no en iluminación…
Este nicho de negocio requiere disminuir todos sus consumos de energía para abaratar costos y cuidar el medioambiente. Es cierto que algunos prefieren llevar esta exigencia a los procesos, pero cualquier operario que necesite desarrollar un proyecto de iluminación puede usar esta tecnología.

La industria tiene un déficit en el ahorro de energía en iluminación, ya que le cuesta mucho lograr altos estándares y grandes bajas en el consumo energético, pese a que encontramos tecnología en el mercado que evita generar un sobreconsumo en este ítem, lo que finalmente redunda en un mayor pago a fin de mes o en multas por sobrepasar el límite permitido.