¿Es la energía eólica la ERNC de mayor futuro en Chile?
Es curioso que la energía eólica se esté desarrollando tanto. Vemos más bien otras fuentes renovables en primera línea en nuestro país, como las centrales mini hidráulicas, las centrales a base de biomasa y energías como la geotermia. Todas ellas presentan potenciales de desarrollo mucho mayores.

Entonces, ¿cómo se explica este fenómeno?
La energía eólica está tan madura en el mundo que probablemente por un tema de imagen se haya potenciado su atractivo, adicionando a esto que existe un proyecto como Canela, operando ya hace dos años en forma exitosa.

¿Hay aspectos a considerar en la inserción de la energía eólica en la red eléctrica?
Varios. Cuando en el reciente seminario realizado por la Facultad, titulado "Seguridad en la Operación del Sector Eléctrico", nos referimos a Seguridad Energética, estamos hablando en un sentido amplio, que dentro de la confiabilidad de los sistemas eléctricos incluye aspectos como la seguridad y la suficiencia. La seguridad en términos más técnicos se refiere a la capacidad de un sistema de soportar a corto plazo perturbaciones o fallas importantes, es decir, un cortocircuito en un punto o una salida intempestiva de una central, y cómo el sistema es capaz de responder sin tener que desconectarse provocando un apagón masivo. Por su parte, la suficiencia se traduce en la capacidad del sistema de responder energéticamente al abastecimiento de la demanda, que considera eventos que razonablemente pueden ocurrir a futuro.

¿La energía eólica se relaciona con ambos aspectos?
Así es. En el tema de seguridad, sin duda el hecho de que la energía eólica tenga variabilidad -es un energético intermitente- genera que el sistema tenga que prepararse con reservas de energía, para cubrir variaciones de la generación de las centrales eólicas por escasez de viento.

Asimismo, es necesario manejar modelos de pronóstico de viento (de corto, mediano y largo plazo), para prepararse y programar adecuadamente la operación del sistema.

¿Cómo se integra al sistema?
Se han definido criterios en cuanto a las condiciones de operación de diseño de las máquinas para poder integrarse al sistema.

Existen distintos tipos de tecnologías eólicas, que tienen propiedades particulares, dependiendo de cada central y, en este sentido, la Norma Técnica de Seguridad y Calidad de Suministro, dejó claro que solamente algunas tecnologías pueden entrar directamente, mientras que otras deben cumplir requisitos adicionales de equipamiento.

Es importante decir que la norma está acorde con los estándares internacionales, pero no estamos seguros de si está favoreciendo la entrada de energía eólica directamente. Más bien, podríamos calificarla como conservadora, porque busca no impactar el sistema, imponiendo costos adicionales.

¿Cómo integramos el efecto eólico a los modelos de operación?
Esa es una preocupación, porque los software y los modelos matemáticos que se utilizan no vienen hechos para unidades eólicas. Con esto no quiero decir que sea necesario rehacerlos, pero lo que no puede ocurrir es que no se integren adecuadamente y hemos trabajado en cómo las unidades eólicas deberían ser consideradas en estos modelos, lo que pasa por hacer algunas adaptaciones sistémicas.

La suma de todos estos factores permite una mejor integración de este tipo de tecnología en los sistemas eléctricos, junto con evaluar el efecto de los parques eólicos en la seguridad de los sistemas eléctricos.

¿Qué porcentaje del sistema eléctrico podría llegar a representar la energía eólica?
Podría ser alto, gracias a la condición privilegiada que tenemos con los embalses. Si en el país se implementa una estrategia de coexistencia entre las centrales eólicas y las centrales de embalses, que sea capaz de compensar de manera flexible las posibles caídas de potencia de las centrales eólicas, se puede llegar a porcentajes mayores, en torno al 40%.

¿Esa es una meta alcanzable?
Sí, pero para lograrlo es necesario permear con un espíritu de innovación a Chile y sus tomadores de decisiones en el sector eléctrico, de manera que incorporen las capacidades de la ingeniería, la economía y la regulación en forma creativa, para avanzar en el desarrollo de los sistemas eléctricos.

Naturalmente, tenemos bastante vocación por el tema renovable, pero se echa de menos un enfoque innovador y proactivo en el sector eléctrico, para introducir mejoras en los sistemas de control, en los modelos de operación y en las lógicas normativas. Lo que queremos transmitir es que existen espacios y oportunidades para que en Chile -en forma creativa y original- podamos encontrar soluciones socialmente adecuadas.