Al diseñar e implementar un quirófano siguiendo una normativa como la analizada en este texto, se puede garantizar: La continuidad del servicio eléctrico. La seguridad del paciente contra shock eléctrico. Minimizar los riesgos de explosión e incendio. La falta de continuidad del suministro eléctrico se puede deber a la interrupción del suministro eléctrico por parte de la red pública. En este caso, la Reglamentación de la AEA prevé la entrada en servicio de un grupo electrógeno (como mínimo), que trabajando en forma conjunta con un sistema ininterrumpido de energía (UPS) garantice la continuidad del servicio eléctrico a la sala, según se muestra en la Figura 1. De ella se desprende que el grupo electrógeno está destinado solamente a la alimentación de las cargas esenciales, dentro de las cuales están incluidas las salas de cirugía. Dado que estos grupos motogeneradores no entran en servicio en forma instantánea, durante el tiempo que demande la maniobra (no mayor a los 15 seg.) es necesario mantener la continuidad del servicio eléctrico en la iluminación scialitica y los equipos que son sostén de la vida (en caso de que éstos carezcan de batería incorporada o que las mismas estén fuera de servicio). Por lo tanto, es necesario complementar el grupo electrógeno con una UPS de doble conversión online, lográndose la no interrupción de la línea de alimentación prioritaria (a) a la sala, según se detalla en la Figura 1. Figura 1. En caso de que la entrada en servicio del grupo electrógeno falle, la continuidad del servicio eléctrico estará garantizada por la UPS en un tiempo que dependerá de la autonomía de las baterías. La continuidad del servicio eléctrico también se puede ver amenazada por la salida de servicio de uno o más tableros por fallo eléctrico, incendio, o una falla de causa común. En caso de que la línea prioritaria (a) sea afectada, por ejemplo, por un incendio en la montante en la que se aloja, un sistema de transferencia automático (previsto para tal fin) debe realizar la conmutación a la línea alternativa (b). Dado que se debe evitar la falla de causa común, el alimentador alternativo (b) debe estar tendido por otra montante ubicada en un área de fuego distinta a la montante que dejó fuera de servicio al alimentador prioritario (a). El mismo razonamiento vale para una falla en las barras de cargas esenciales del tablero general del hospital, con lo cual, una vez superada la autonomía de las baterías de la UPS, se deberá conmutar al alimentador (b), el cual toma alimentación de las barras destinadas a la alimentación de cargas no esenciales hasta que sea liberada la falla señalada. Para garantizar la seguridad del paciente contra shock eléctrico (Macro y Micro Shocks) y mantener la continuidad del servicio ante el primer fallo a tierra, se deben utilizar en los quirófanos los sistemas aislados, los que en forma conjunta con la tierra de protección en forma radial de todas las masas metálicas circundantes al paciente y de la tierra de protección de todos los tomas de uso médico, brindan el grado de seguridad requerido en una sala de cirugía, según se detalla en la Figura 2. Figura 2. Como se aprecia, el sistema aislado está compuesto por el transformador separador y el monitor de aislación asociado. Los sistemas aislados detallados en la Figura 2, minimizan las corrientes de falla a tierra a valores tan bajos que no son capaces de producir ante el fallo una chispa como para provocar la ignición de una mezcla explosiva en la sala de cirugía. No obstante, los agentes anestésicos que se utilizan hoy en día, ya no son explosivos y, por lo tanto, este tema no es relevante, salvo cuando se utilicen agentes desinfectantes, a los que todavía no se ha podido renunciar y que puedan ser de riesgo, o en aquellos quirófanos de algunas universidades donde se utilicen agentes anestésicos inflamables del tipo experimental.
|