A pesar de que hace mucho tiempo se habla de Gestión de Energía, las políticas de eficiencia energética generadas por el Estado, sin lugar a dudas, a juicio de José Eduardo Muñoz, Gerente de Negocios de ATAR Chile, han hecho más palpable la búsqueda de soluciones en esta materia. Pero, paralelamente, según Gonzalo Barros, Gerente de Ingeniería de Dominet Eficiencia Energética, la Gestión de Energía en Chile también se ha visto impulsada por la necesidad de registrar la calidad de servicio y mantener información de costo, por centros de costo.

En este sentido, la afirmación "Lo que se puede medir se puede controlar" viene como anillo al dedo. Como explica Nicolás Zorotovic, Gerente Comercial de CONECTA, "lo que se controla se puede administrar y lo que se administra se puede corregir y mejorar. Y es así como el concepto de Gestión de la Energía ha evolucionado a partir de equipos simples y metodologías básicas de medición y manejo de la información, hacia la incorporación de equipos y SCADAs, que utilizan las últimas innovaciones tecnológicas para simplificar y mejorar la gestión".

Para Raúl Cobo, Gerente General de Fabelec, la Gestión de Energía como una estrategia a seguir por parte de las empresas, tiene mucho más que ver con la medición de costos de manera segmentada dentro de una empresa que con eficiencia energética. "La eficiencia energética, que se entiende como usar menos energía para el mismo proceso, no es un gran impulsor, ya que en general los beneficios por este concepto no son relevantes y muchas veces no pagan la inversión en los procesos industriales. Al contrario, tener oportunamente datos sectoriales permite tomar decisiones que conllevan a un ahorro de costos. En muchos procesos industriales, la gestión de la demanda eléctrica sí es un gran impulsor, ya que la inversión se recupera rápidamente al disminuir los cargos por demanda que cobran las compañías eléctricas", afirma.

Ahorro, optimización y beneficios

De acuerdo a la opinión de Claudio Serrano, Product Line Manager de ROLEC S.A., gracias al gran consumo de energía que demanda un país para asegurar niveles de crecimiento interesantes, el mercado en general ya no está mirando la energía eléctrica tan solo como un insumo más, sino que está valorándola como un recurso que debe ser claramente controlado y optimizado, y para esto es de vital importancia la información que entregan los sistemas de gestión.

Claramente, analizar y gestionar la energía tiene beneficios evidentes para las empresas. A juicio de Nicolás Zorotovic, entre ellos, reducir costos de energía determinando dónde abocarse prioritariamente al analizar variables de calidad de la energía y demanda; identificar los costos en energía de cada área de producción, departamento o línea de producto, distribuyendo el consumo total por centros de costo; monitorear de forma remota y en tiempo real la calidad de la energía para proteger inversiones, previniendo posibles daños en equipos; reducir la factura de electricidad al poder prevenir exceder la potencia contratada; verificar los consumos facturados por un proveedor y poder -además- renegociar contratos más convenientes.

Como explica José Eduardo Muñoz, las empresas deberían saber que las soluciones en Gestión de Energía conllevan ahorros reales, con plazos de recuperación de la inversión de 8 a 18 meses, y que existen a su alcance instrumentos de financiamiento estatal que son un claro aporte a la inversión privada, con una oferta disponible de productos y servicios que es cada vez más competitiva e innovadora.

Para obtener resultados y beneficios, Denise Fonck, Ingeniera de Dominet Eficiencia Energética, asegura que lo primero es identificar los problemas energéticos y luego disponer de soluciones. En Chile se da permanentemente por descontado que el problema existe o está identificado, y es así como se llevan a cabo prestigiosos proyectos en el tema energético y de gestión, sin tener una base adecuada de evaluación de la problemática. "Por ejemplo, se venden motores eficientes, sin tener previamente un registro del consumo del motor, ni las horas de uso anuales, lo que impide verificar si esa inversión va a ser rentable", indica.

Según Emilio Vega, Service Automation Products Manager ABB en Chile, empresas productoras de diversas industrias como minería, pulpa y papel, cemento, están en la dirección correcta, es decir, están haciendo cosas concretas al respecto. Pero, el país necesita que siga aumentando el número de organizaciones de diferentes ámbitos en torno a ello. Vemos cómo en otros países las inmobiliarias o constructoras tienen proyectos de edificios para oficinas o de vivienda autónomos en consumo de energía; o realidades europeas donde el consumidor final particular vende energía a la empresa distribuidora a través de sistemas domésticos de paneles de generación solar.

Así como, de acuerdo a la opinión de John Olobri, Director de Ventas y Marketing de AEMC, en el mercado americano el sector industrial lleva la delantera en cuanto a implementación de estrategias de Gestión de Energía, seguida por grandes complejos comerciales, en Chile el panorama es similar. Como indica Juan Aguedo, Gerente de Marketing de Schneider Electric, "los pioneros en la implementación de políticas de Gestión de Energía son los sectores industriales, principalmente minería y algunas compañías de papel y celulosa. ¿Quiénes aún no lo están haciendo? El sector terciario, que puede mejorar mucho en lo que a Gestión Energética se refiere, porque su participación en el consumo global es alta. También la iluminación pública y las instituciones gubernamentales, que ya han avanzado con iniciativas como el Programa País de Eficiencia Energética y la Comisión Nacional de Energía, CNE", afirma.

Tecnologías para medir y controlar

Nunca ha sido mejor momento para implementar planes de gestión y ahorro de energía. Así lo indica Pablo Estremadoyro, Solution Business Driver de Endress+Hauser Chile, ya que los últimos avances disponibles basados en tecnología web y adquisición remota de datos, indican que la medición manual debiera ser un asunto del pasado. A su juicio, son tres los componentes claves que conforman un sistema moderno de ahorro de energía: medidores que entregan los datos, equipos de adquisición de datos y software de análisis.

Para hacer gestión de energía, lo primordial es medir adecuadamente la energía consumida y para eso, según explica Claudio Serrano, son fundamentales las tecnologías de registro de información (históricos, formas de onda y eventos), comunicaciones (protocolos y medios), visualización (web Server incluido) y señalización (contactos de entradas y salidas). "Si pensamos que la barrera principal para la implementación de estos sistemas es el costo inicial de implementación, éste depende del número de dispositivos a monitorear y controlar, el costo de los equipos de medida, software de monitoreo, desarrollo, implementación y las redes de comunicación", aclara.

Sin embargo, a juicio de Juan Aguedo, dependiendo del área, las tecnologías son diferentes. "Por ejemplo, si pensamos en eficiencia, desde hace años el país sabe de filtros y compensación de reactivos y también de medida, no obstante, poco se ha hecho en cuanto a mejoramiento continuo de una instalación, es decir, considerar que una instalación es un organismo evolutivo que requiere ajustar su línea de base constantemente y con un feedback permanente. Luego de la implementación de tecnologías eficientes (luminarias, motores, etc.), debemos avanzar hacia la automatización de la gestión energética y su monitoreo permanente. En este dominio, las tecnologías deberán ser sistemas abiertos multiprotocolo; dispositivos más inteligentes para distribuir las decisiones de ahorro sin afectar la ergonomía y confiabilidad de los procesos", asegura.

Normas y estándares para la Gestión de Energía

Para diagnosticar el estatus energético de una empresa y luego establecer plataformas de gestión, en el mundo se han establecido una serie de estándares y guía. Todas ellas, según Raúl Marmolejo, Ingeniero de Dominet Eficiencia Energética, apuntan a realizar en primera instancia una auditoría energética; un modelo de optimización energética que -aplicado por profesionales capacitados-permite identificar las oportunidades de mejoras energéticas. Luego viene la fase de implementación de soluciones, donde la Gestión de Energía debe ser verificada con sistemas de monitoreo permanente.

Como comenta Gonzalo Barros, en Chile, la CNE, a través del Programa País Eficiencia Energética, ha impulsado las auditorías energéticas, co-financiándolas hasta en un 70% a través de CORFO. "Para las implementaciones, el estándar de facto ha sido emplear plataformas webserver para acceso a la información vía Internet", asegura.

Según Nicolás Zorotovic, la futura norma ISO 50001 de Sistemas de Gestión de la Energía apunta justamente en esta materia, ya que establecerá un marco internacional para la gestión de todos los aspectos relacionados con la energía, incluidos su uso y adquisición por parte de las instalaciones certificadas. "Al mismo tiempo, se prevé que la futura norma proporcione un marco reconocido para la integración de la eficiencia energética en las prácticas de gestión de las organizaciones y empresas", explica.

Lentamente, la industria ha conocido e incorporado el concepto de Gestión de Energía dentro de sus procesos y negocios, pero de acuerdo a Emilio Vega falta camino por recorrer. "Probablemente en 5 ó 10 años habrá sido adoptada esta nueva filosofía por parte de la sociedad en su conjunto, vale decir, industria, gobierno y el ciudadano promedio, ya que Gestión de Energía como forma de administrar nuestros recursos es aplicable transversalmente. ¿Qué falta para que esta visión sea viable en términos económicos? Que exista como base dentro de las empresas un modelo de negocios funcional a eso", explica.

Para el ejecutivo de Schneider Electric, no cabe duda de que seguir avanzando implica -como requisito fundamental- auto convencerse de que dentro de la Gestión de Energética, la eficiencia y el ahorro son otras fuentes más de energía.