¿A qué se dedica TLV International?
Principalmente fabricamos válvulas trampas de vapor, que permiten extraer el condensado sin perder vapor desde estos sistemas. Si bien es un dispositivo que se emplea en lugares específicos de estos sistemas alimentados por vapor, su utilización está muy vinculada con la eficiencia energética.

En este sentido, nos dimos cuenta que, más que sólo ofrecer estos productos, lo importante era entregar el conocimiento de cómo usar eficientemente estos productos y el vapor en general. Para esto, no solamente vendemos los equipos, sino que también visitamos la planta para hacer un diagnóstico general de su situación en términos de eficiencia energética. Fue eso lo que hicimos con dos empresas chilenas durante el mes de julio.

¿Por qué no hay más interés en la eficiencia energética?
En forma general, la persona que trabaja en la planta de producción sabe muy bien cómo fabricar sus productos, pero no tanto sus equipos. Después de todo, éstas y las utilities no son su objetivo, sino sólo un medio para producir, un mal necesario, porque aumentan los costos. Entonces, se fijan mucho en la producción, pero no prestan mucha atención en los equipos. Una empresa puede producir los mejores productos, pero no usar de manera óptima sus equipamientos.

Al no poseer grandes reservas naturales de energía, las compañías japonesas se han preocupado mucho de la eficiencia energética, pues una pequeña reducción de sus costos de energía puede reflejarse positivamente en sus ingresos.

Según su experiencia, ¿cuáles son los principales problemas vinculados al uso del vapor?
Podríamos resumirlo en dos categorías: un mal uso del vapor y el mal mantenimiento de los equipos, lo que puede causar grandes pérdidas. En nuestra visita a plantas chilenas detectamos estos problemas y, en especial, hace falta mantenimiento, pues por ejemplo, se siguen usando válvulas con defectos que ocasionan pérdidas de vapor.

Algo similar sucede con el aire comprimido: al considerarse como muy barato de producir, no importa una pequeña fuga. Es decir, es conocido por todos en la planta que existe una fuga de aire, pero nadie conoce la envergadura de esa fuga. Entonces, nuestra empresa puede medir esa pérdida y presentarla en términos anuales, lo que permite al gerente de planta o de mantenimiento solicitar a la alta gerencia los recursos necesarios para hacer las mejoras pertinentes.

¿Hay que cambiar la cultura para resolver estos problemas?
Es necesario que la empresa que desea mejorar la eficiencia energética de sus procesos, persiga este objetivo con toda su estructura corporativa. Muchas veces conversamos con la persona encargada de los equipos, pero realmente es necesario hablar con los ejecutivos que saben de inversión y de ganancias.

Este tipo de mejoras tiene una tasa de retorno mucho más rápida que otras inversiones.