En una instalación media, el 70% del aire comprimido generado se usa en aplicaciones de soplado de aire, el 10% en actuación, mientras que el 20% restante se pierde debido a las fugas. La mayoría de los usuarios de aire comprimido no es consciente de que sus sistemas ofrecen una escasa eficiencia energética y de que, si se centraran específicamente en estos sistemas, podrían conseguir fácilmente un ahorro de entre un 5 y un 50%. Si esto lo extrapolamos a una planta promedio de Chile, que gasta $100 millones en energía eléctrica mensual, alrededor de $20 millones serán para producir aire comprimido; de esto $4 millones, por regla general, sólo alimentan las fugas, con un gasto anual de $48 millones. Entonces, de los $14 millones que se gastan para soplar, según datos obtenidos en estudios, alrededor del 50% de este aire se puede ahorrar mensualmente ($7 millones), lo que suma un total anual de $84 millones. Sumando ambos ahorros anualmente este monto puede alcanzar más de MM $130 anuales. Los 10 consejos en diseño de sistemas de aire comprimido Reduzca la presión de aire al mínimo necesario. Adecúe el tamaño de los componentes neumáticos a las necesidades reales de rendimiento. Filtre y seque el aire de forma apropiada. Use únicamente productos de calidad. Aísle la planta cuando no la utilice mediante el uso de válvulas de 2 vías. Detenga el soplado de aire cuando no lo necesite. Genere vacío usando eyectores multietapa con vacuostatos. Cuando sea posible, seleccione componentes de bajo consumo energético. Compruebe periódicamente el consumo de aire. Evite y reduzca las fugas de aire. |