¿Cómo se ha gestado este proceso?
V. Ballivián: El interés por formar parte de IEC existe hace por lo menos una década y, por diversas razones, esto nunca pudo concretarse. A mi juicio, la principal razón era que, a diferencia de otras instituciones internacionales donde participa nuestro país, IEC exige a sus miembros la máxima representatividad posible de todos los actores de la industria. Y, hasta ahora, había sido muy difícil convocar a los distintos sectores bajo este interés común.

Hace un año, la Asociación Gremial de Empresas Internacionales de Productos Eléctricos (EPEI) y el Instituto Nacional de Normalización, reconocimos la necesidad del país de contar con estándares del área electrotécnica, por lo que comenzamos este proceso y convocamos a otros estamentos, logrando el apoyo de AIE, de la Universidad de Santiago y de Empresas Eléctricas A.G., que son los otros miembros fundadores del Comité Nacional de IEC. Actualmente, con el apoyo del Centro Regional del IEC, estamos terminando de inscribir la corporación privada sin fines de lucro que será el "vehículo" legal del IEC Chile, y deberíamos comenzar a operar a partir de enero próximo.

¿Qué ventajas ofrece al país ser miembro pleno de IEC?
V. Ballivián: En primer lugar, deberíamos considerar qué objetivos persiguen los estándares internacionales, como facilitar el comercio entre países. Al crear una norma, los fabricantes tienen una plataforma común respecto a las características de los productos para comercializare entre distintos mercados sin dificultad. Asimismo, una norma garantiza que un producto tiene los grados de calidad y seguridad que requiere el mercado.

Además, nuestro país está obligado, como miembro de importantes instituciones económicas internacionales, a mejorar el cumplimiento de la conformidad, lo que tiene que ver con el acuerdo entre los distintos países para comercializar productos entre ambos países, sin mayores trabas, por estar bajo los mismos estándares. De igual modo, cabe recordar que como miembros plenos de IEC, podremos participar en la generación y revisión de nuevas normas, haciendo valer en dicho foro internacional la opinión de los actores del mercado nacional.

¿Y cómo se verán beneficiados los usuarios?
V. Ballivián: La adopción de normas IEC les entregará la seguridad de que los productos que ingresen están en conformidad, porque la autoridad velará por su cumplimiento. Además, hay fabricantes en Chile, sobre todo Pymes, que producen equipamientos electrotécnicos muy especializados, que cuando quieren exportar, deben superar la barrera de certificación. Al no pertenecer a IEC, no podemos certificar en el país y dichos productos quedan "huérfanos".

Además, los estándares internacionales evitan las llamadas barreras para-arancelarias. Por ejemplo, el no pertenecer a IEC encarece varios productos de manera innecesaria, pues se deben repetir pruebas que ya se han hecho en fábrica bajo norma internacional, dejando los productos en bodega por mucho tiempo mientras se recertifican.

¿Pasarán los estándares IEC a ser la nueva "normativa" nacional?
V. Ballivián: No, y debería aclarar que IEC genera estándares internacionales, no reglamentación. En este sentido, el seguimiento de los estándares es voluntario para cada país. A pesar de que exista un comité nacional, la industria puede optar por no seguir una determinada norma. Ahora bien, a la luz de todas las ventajas que tienen los estándares IEC, es mucho mejor adoptarlas.

El Centro Regional IEC para América Latina

Para potenciar la participación de sus países miembros y descentralizar las tareas de producción de los estándares, IEC construyó una estructura basada en centros regionales. El primero se inauguró en Boston, que apoyaría la labor de EE.UU. y Canadá; y posteriormente se abrieron oficinas similares en Singapur, para atender a los países del Asia Pacífico, y en Sao Paulo, que se encarga de América Latina y el Caribe. Conversamos con Amaury E.C. Santos, de IEC-LARC.

¿Hay interés en Latinoamérica por el trabajo de IEC?
Sí. A partir de la formación de este centro regional, los países miembros han aumentado su participación en la asociación, y están aprovechando mejor las capacidades que les entrega su membresía. Podríamos decir que hay una mayor conciencia de los derechos de participación. Asimismo, varios países han entrado al programa de "miembros afiliados".

En el mundo conviven varios estándares tecnológicos. ¿Compiten entre sí?
En IEC, creemos que las diferentes normas son resultado de caminos diferentes dentro de sus procesos productivos. Los estándares IEC son el resultado de un consenso logrado en un foro internacional. Ahora bien, muchos de los países que producen normas propias o regionales, también participan de la IEC, por lo que, en la discusión en la producción de nuestros estándares, se discuten muchas de estas normas y se aceptan o modifican según sus méritos tecnológicos.

Lo importante es que un país puede decidir usar una norma o no, y hacer valer su visión en el proceso de generación de estos estándares.