Chile requiere desarrollar su robótica, pero carece de profesionales en el área
Esa es una realidad que tenemos que corregir en conjunto. Hoy todos los sectores pueden utilizar la robótica en sus procesos productivos, pero en nuestro país no existen profesionales preparados para esta área específica, sino que las distintas ingenierías deben confluir para implementar proyectos que involucren el diseño de líneas de producción robotizadas. En algunos países, se cuenta con "Ingenieros en Robótica" con conocimientos técnicos para encabezar equipos multidisciplinarios y resolver problemas que comprendan electrónica, mecánica, control automático e informática industrial, entre otras disciplinas, dependiendo de la aplicación. Lamentablemente, aquí lo anterior es una tarea difícil porque este mercado está poco desarrollado; ni siquiera hay estadísticas de cuántos robots industriales están operando en el país. ¿A qué se debe esta situación? Pese a que esta tecnología ya se encuentra implementada en la Gran Minería, en teleoperación y manipulación de materiales, el sector productivo todavía carece de información acerca de las posibilidades de implementación y de los recursos que puede aportar el Estado para potenciar iniciativas privadas y académicas conjuntas. Esta problemática se podría solucionar poniendo en marcha acciones para su masificación, como, por ejemplo, seminarios o charlas a lo largo de todo el país, tendientes a generar un debate sobre la importancia de este tema y las posibilidades de aplicación concretas. Creo que esta medida sería una buena iniciativa, ya que los ingenieros actuales no requerirían volver a estudiar para conocer la robótica; bastaría con actualizar sus conocimientos mediante seminarios con laboratorios equipados con la última tecnología. Pero, ¿existen iniciativas en este sentido? Hay proyectos empresariales, académicos y estatales que buscan potenciar la implementación de la robótica en la industria nacional. Un caso destacable es el de Innova Chile de CORFO, herramienta bastante útil para que los empresarios, en conjunto con la academia y el apoyo del Estado, puedan resolver sus problemáticas productivas a través de un robot. En el caso de las universidades, hemos tratado de aprovechar las ganas por innovar que tienen los jóvenes incorporando la robótica industrial en nuestros laboratorios docentes, además de fomentar la realización de competencias de robótica educativa con otras instituciones de educación superior y la divulgación a nivel escolar. También ayudamos al sector industrial con el Centro Integrado de Manufactura y Automatización (CIMA), realizando proyectos de investigación aplicada y servicios en el área de automatización y robótica. ¿Cuál es el principal inconveniente para el arribo de nuevos proyectos privados? La robótica está al servicio de la industria, pero todavía debemos seguir esforzándonos para lograr una sólida relación Universidad-Empresa para dar paso al I+D en esta área. Actualmente, el principal inconveniente que tiene esta relación es que ambos actores trabajan en tiempos completamente distintos. El empresario solicita un proyecto y quiere resultados a corto plazo, mientras que nosotros necesitamos un tiempo mayor para investigar y validar los resultados. |