¿Qué causa este fenómeno?
El azufre está presente en el aceite aislador de los transformadores, pues es un inhibidor natural de la oxidación. Si bien sirvió muy bien por 80 años, desde la mitad de la década de los ‘80 y principios de los ‘90, se empezó a fabricar transformadores mucho más compactos, por lo que su temperatura media de trabajo aumentó en los últimos 20 años, siendo el detonante de este fenómeno.

También es necesario que haya una baja presencia de oxígeno en el ambiente, pues es en ausencia de este gas que el azufre reacciona con el cobre. En presencia de estas dos condiciones, los compuestos de azufre, que hasta el momento eran inertes para el cobre, comienzan a reaccionar con el metal. En este sentido, los transformadores abiertos, por ejemplo, no están sujetos a este problema.

¿Qué equipos están en riesgo?
El problema se presenta en un pequeñísimo porcentaje de los equipos que entraron en operación entre mediados de los años ‘90 y el 2005. En general, se trata de reactores y transformadores elevadores de voltaje, porque operan prácticamente al 100% de carga de manera continua, por lo que su temperatura de trabajo es siempre muy alta.

No hay casos significativos de falla con transformadores de transmisión o de distribución que estén operando con su perfil típico. Asimismo, para que exista el riesgo, debe tratarse de equipos con diafragmas de hule o sábanas de nitrógeno, en los que la presencia de oxígeno es baja y la temperatura de trabajo es alta.

¿Se puede determinar si el aceite está contaminado?
No existe un método que permita evaluar si existe contaminación o cuál es el grado de la misma en el aceite. Hay ensayos que se realizan a los transformadores basados en análisis de la respuesta en frecuencia que, en laboratorio, consiguen identificar la contaminación del azufre, pero en terreno, no es posible.

Por ejemplo, si se realizan pruebas cada tres años, las variaciones en el espectro de respuesta en frecuencia pueden deberse a múltiples factores, como la humedad o incluso pequeños cambios en la geometría interna del equipo (ocasionados por sobrecargas, etc.), entre otros. Por lo tanto, es imposible identificar si las variaciones son debido a la deposición de azufre en el papel o no.

¿Qué se puede hacer si se tiene un equipo en riesgo?
En estos casos, Nynas recomienda la pasivación. Los pasivadores bloquean el acceso del azufre al cobre, actuando directamente sobre el metal, tanto de los conductores como en el que está inserto en el papel. En mercados como Australia y Japón, estos productos son muy conocidos, pues vienen usándose por más de tres décadas para mejorar la vida útil de los transformadores. Investigaciones de nuestros laboratorios indican que la adición de pasivadores previene la progresión del fenómeno y una experiencia práctica de cuatro años en su uso, especialmente en Brasil, donde grandes cantidades de equipos han sido pasivados, con una alta tasa de efectividad.

Además, los aceites nuevos que cumplen con el nuevo método B del ensayo de azufre corrosivo ASTM D1275 están libres de la corrosión del cobre.