¿Cómo se define la problemática en torno al PCB?
G. Benavente: A principios de los 80 se prohibió el uso del PCB, pero se determinó que los equipos en operación podrían seguir en funcionamiento y ser reemplazados cuando entraran en falla. Sin embargo, para determinar si un equipamiento está contaminado ya no basta con ver su placa, sino que se debe analizar el aceite, incluso cuando éste ha sido reemplazado, porque los componentes del transformador impregnados con PCB pueden contaminar cualquier fluido.

O. Weinreich: Hay que recordar, además, que estos transformadores se fabricaron en los años 70, por lo que se estima que ya están terminando su vida útil y empezando a presentar problemas de corrosión o fugas, por lo que hay que sacarlos de servicio. Se han transformado en una problemática para las empresas, ya que no pueden simplemente ser desechados.

A su juicio, ¿hay preocupación por este tema en el país?
G. Benavente: En la actualidad existe mucha ignorancia respecto a este tema, especialmente en las empresas pequeñas y medianas. Hemos encontrado transformadores de cinco años de antigüedad con presencia de PCB; porque el aceite se recicla para fines de mantenimiento con máquinas contaminadas, lo que provoca, en definitiva, un problema bastante caro de resolver.

¿Qué servicio proponen ABB y Bravo Energy?
O. Weinreich: Al ser uno de los principales proveedores de transformadores del mundo, ABB se preocupó de buscar soluciones para este problema, e instaló una planta en Alemania para la descontaminación de estos equipos, ya que para la empresa el negocio tenía dos aristas: reemplazar el transformador antiguo y reciclar sus materias primas. Es así como a través de sus filiales en Sudamérica se ha acercado a los clientes con esta solución de descontaminación, aun cuando se encuentre en funcionamiento, ofreciendo el reemplazo del equipo. Si está almacenado, nos hacemos cargo de su transporte en forma segura para llevarlo a la planta de tratamiento.

Para la manipulación del equipa-miento los trámites legales requieren contar con un especialista en manejo de materiales tóxicos y residuos industriales, como Bravo Energy. De ahí nace nuestro acercamiento y propuesta de realizar este negocio de manera complementaria, donde ABB se preocupa de retirar los equipos y enviarlos a Alemania.

¿Cómo pueden saber las empresas si necesitan este servicio?
G. Benavente: Si una compañía no sabe si uno de sus transformadores tiene o no PCB, Bravo Energy puede analizar muestras de aceite para determinar cuánto PCB posee y si está excedido de la norma (50ppm). En Chile, este servicio ya lo estamos prestando a varias empresas de generación y distribución.

O. Weinreich: A su vez, ABB puede efectuar un diagnóstico del equipo, a fin de recomendar su recuperación o su reemplazo y disposición final.